Aitor, solo un partido de sanci¨®n gracias a los testimonios rivales
Competici¨®n minimiza el castigo para la roja al extremo tras admitir las alegaciones del Sporting apoyadas en manifestaciones de jugadores del Cartagena.

Aitor Garc¨ªa solo tendr¨¢ que cumplir un partido de sanci¨®n por su expulsi¨®n el pasado domingo, en el partido frente al Cartagena, despu¨¦s de que el Comit¨¦ de Competici¨®n admitiera las alegaciones presentadas por el Sporting, donde se reflejaban incluso testimonios de jugadores del equipo albinegro aclarando que el supuesto insulto del extremo andaluz y reflejado en el acta arbitral no era dirigido al asistente sino a s¨ª mismo.
El ¨¢rbitro del encuentro, el c¨¢ntabro L¨®pez Toca, escribi¨® en el acta que Aitor Garc¨ªa fue expulsado "por dirigirse a mi ¨¢rbitro asistente n¨²mero 1 en los siguientes t¨¦rminos: "Me cago en tu puta madre". El jugador defend¨ªa que hab¨ªa dicho "me cago en mi puta madre", como as¨ª ha admitido Competici¨®n.
El Sporting present¨® alegaciones al acta y recab¨® todos los testimonios que pudo, sobre todo manifestaciones de los jugadores del Cartagena al final del partido. Antes de elaborar el escrito, el entorno del futbolista volvi¨® a dirigirse al club cartagenero para confirmar esas declaraciones y poder incluirlas entre las alegaciones.
Finalmente, el Comit¨¦ de Competici¨®n admiti¨® el recurso "apoyado especialmente en las im¨¢genes y en las declaraciones aportadas por jugadores y t¨¦cnicos que se encontraban en las cercan¨ªas donde se produjo la expresi¨®n, no solo del propio equipo, sino tambi¨¦n del rival, que existen indicios razonables suficientes para concluir que, en efecto, la expresi¨®n utilizada, aun desafortunada, no se dirig¨ªa contra el asistente", dice el fallo.
No obstante, el ¨®rgano disciplinario admite no se trat¨® de un insulto u ofensa contra los colegiados, pero recuerda que "se trata, en todo caso, de una expresi¨®n inadecuada y contraria el decoro deportivo, procediendo imponer la sanci¨®n prevista en el art¨ªculo 119 CD". De ah¨ª el castigo que pudo elevarse hasta cuatro partidos si no hubieran aparecido los testimonios de los jugadores del Cartagena.