La apisonadora fue Espa?a
La Selecci¨®n firma su mayor goleada en la historia ante Alemania y logra el pase a la Final a Cuatro. Ferran Torres fue el mejor con un hat-trick. Lesiones de Canales y Ramos.


Se?or Ceferin, no s¨¦ si tendr¨ªa a bien adelantar la Eurocopa a ma?ana mismo. Luis Enrique no tiene pega alguna y por los derechos televisivos no se preocupe, se emite gratis. Hasta ah¨ª, el deseo y la ciencia ficci¨®n; a partir de aqu¨ª, el resumen del Espa?a-Alemania jugado en La Cartuja: recital de La Roja, goleada y clasificaci¨®n con todas las de la ley para la Final a Cuatro de la Nations League. Con la guinda de la mayor victoria espa?ola ante Alemania en toda la historia. En definitiva, ilusi¨®n renovada en el aficionado.
No exagero, porque en Sevilla disfrutamos de la mejor versi¨®n de la Selecci¨®n espa?ola desde que Luis Enrique (hablo de sus dos etapas) lleg¨® al cargo. Y es que La Roja no tard¨® ni un parpadeo en dejar claro que iba a por el partido de frente siendo fiel a su ADN de toque y riesgo. A los cuatro minutos, los jugadores espa?oles pidieron penalti por una falta a Olmo. Como no hay VAR, que en la Nations League se toma vacaciones (bastante trabajo tiene ya el resto del a?o), el ¨¢rbitro, el sueco Ekberg, llev¨® la infracci¨®n al borde del ¨¢rea. No sabemos si hubo falta o no, si fue dentro (parece que s¨ª) o fuera. Lo cierto es que fue Ramos quien lanz¨® ese golpe franco, un tiro raso a la cepa del poste, pero Neuer despej¨® bien. De crack a crack.
Alemania esperaba atr¨¢s con l¨ªnea de cuatro en defensa. Mucha cautela ante el tr¨ªo de ataque espa?ol, en el que Olmo se situaba por la izquierda, Ferran por la derecha y Morata en el centro, ejerciendo de esa especie casi en extinci¨®n que es la del delantero centro. Las sensaciones eran buenas, pero Espa?a sufri¨® un rev¨¦s temprano (minuto 9). En una acci¨®n a priori sin trascendencia, Canales control¨® y despej¨® mal un bal¨®n en la frontal del ¨¢rea y de inmediato se llev¨® la mano a la parte trasera del muslo. El diagn¨®stico, que hacemos todos incluso sin bata blanca y sentados en el sof¨¢ de casa: lesi¨®n muscular. El del Betis dej¨® su lugar en el campo a Fabi¨¢n, que estaba llamado a hacer faena grande en su tierra.
Pero del rev¨¦s pasamos casi sin darnos cuenta a la alegr¨ªa, la que lleg¨® en forma de gol. Hac¨ªa justicia a esos primeros minutos de la Selecci¨®n, que desde Rodri mov¨ªa con tino y, sobre todo, con rapidez. Fabi¨¢n bot¨® un c¨®rner y Morata cabece¨® en el segundo palo con Neuer asistiendo impotente al remate. Un tanto que llegaba justo un a?o despu¨¦s del ¨²ltimo que hab¨ªa firmado con La Roja. Era el minuto 17. Seis despu¨¦s, el de la Juve volvi¨® a marcar, pero vio c¨®mo el tanto era anulado (es su sino esta temporada) por fuera de juego. No era, las im¨¢genes demuestran que el bal¨®n en el pase de Ferran estaba por delante. Espa?a aceleraba y las ocasiones se suced¨ªan. En el 29', Neuer salv¨® milagrosamente un remate raso de Ferran. En el 32', un cabezazo al larguero de Olmo fue remachado con toda la fuerza y colocaci¨®n por Ferran al fondo de la red. Golazo. Y en el 38', otro tanto de trending topic, el del escorzo de Rodri en un cabezazo ante el que nada pudo hacer Neuer. Era el 3-0. Supon¨ªa la r¨²brica a una primera parte de diez, digna de enmarcar, el mejor arranque de la Selecci¨®n de Luis Enrique. Solo las lesiones de Canales y Ramos, que por molestias musculares tuvo que ser sustituido (por ?ric Garc¨ªa) en el 43', nos hicieron torcer el gesto tras 45 minutos de locura.
Alemania deb¨ªa reaccionar tras el descanso. Hasta entonces, solo su himno nos hab¨ªa despertado inquietud. Y es que basta con escuchar sus primeros compases para que uno sepa que la cosa va en serio. Ha sonado tantas veces, tantos partidos, se vienen a la memoria los toquecitos de Torres y cabezazos de Maceda y Puyol, que nos tiemblan las piernas a los que ni siquiera jugamos. Pero Alemania solo fue himno. Nunca se sinti¨® c¨®moda sobre el c¨¦sped de La Cartuja. Repiti¨® algunos de los achaques del lifting que Joachim L?w pretende llevar a cabo a mitad de camino entre el Mundial de Rusia (en el que fue ¨²ltima de grupo en la fase inicial por detr¨¢s de Suecia, M¨¦xico y Corea del Sur) y el de Qatar. La Mannschaft llegaba a Sevilla encadenando 18 partidos sin perder, con 11 victorias y siete empates como desglose; lo hac¨ªa, adem¨¢s, marcando en sus ¨²ltimos veinte partidos. Pero dej¨® Sevilla en medio del sonrojo.
Tras el descanso, la Mannschaft padec¨ªa los mismos males. Kroos ten¨ªa que bajar demasiado a por balones y era presionado hasta la extenuaci¨®n por Fabi¨¢n y compa?¨ªa. A Werner no le ca¨ªa ning¨²n bal¨®n y, mientras, Rodri y Koke formaban el t¨¢ndem perfecto en Espa?a, con Morata arrancando en galopadas y con la pareja de centrales, esa juventud divino tesoro de Pau Torres y ?ric Garc¨ªa, solventando todos los compromisos.
En esas lleg¨® un nuevo golpe al ment¨®n alem¨¢n, el gol de Ferran en 55' tras un extraordinario contragolpe en el que Gay¨¤ cedi¨® el pase final al extremo del City, que cuaj¨® su mejor partido desde que debut¨® con La Roja. Pero antes de irse, viendo de reojo que Luis Enrique preparaba cambios, firm¨® un golazo tras una nueva contra ejemplar de la Selecci¨®n. Recibi¨® el pase de Fabi¨¢n y solt¨® un derechazo tan ajustado al poste que hizo llorar a Neuer, que no pudo celebrar de peor manera el r¨¦cord de internacionalidades (96) que arrebataba al m¨ªtico Sepp Maier. Ferran se fue al banquillo un minuto despu¨¦s junto a Olmo y Morata, sus socios en un ataque que fue un aut¨¦ntico vendaval. S¨®lo quedaba esperar al final del partido entre el sobresalto del trallazo al larguero de Gnabry, el gol del reci¨¦n entrado Oyarzabal y el delirio del banquillo espa?ol, que no dejaba de jalear a sus compa?eros sobre el c¨¦sped. L¨®gico. No todos los d¨ªas se juega/disfruta con partidos as¨ª.