Le toca decir algo a C¨¦sar

Dos golazos. Gerard Moreno asisti¨® con maestr¨ªa y Alc¨¢cer ejecut¨® a la perfecci¨®n. Su desmarque fue de manual, su remate de malaje, su celebraci¨®n de se?or. Alc¨¢cer esper¨® en enero a Peter Lim hasta que comprob¨® que perd¨ªa el tiempo. Ah¨ª el Villarreal anduvo r¨¢pido al quite del delantero, que ped¨ªa a gritos salir de Dortmund. Alc¨¢cer marc¨® su cuarto gol en 11 partidos de amarillo. Anot¨® en su debut ante Osasuna y despu¨¦s ante el Atl¨¦tico, Sevilla y Valencia. Un gol siempre es un gol, pero el oponente le da tron¨ªo. Aunque para gol, el de Gerard Moreno. Ah¨ª el que estuvo pillo fue Cazorla, que rompi¨® el fuera de juego y asisti¨® con alguno de la defensa blanquinegra sin saber d¨®nde estaba el bal¨®n. Despu¨¦s Gerard Moreno le peg¨® al bal¨®n de forma perfecta. Tal como le ven¨ªa, con potencia, con estilo y con precisi¨®n. Si Cillessen no le aplaudi¨® fue porque est¨¢n mal vistos tales gestos de reconocimiento. Fueron dos golazos, pero obviamente la calidad luce m¨¢s cuando la oposici¨®n es nula y eso fue lo que hicieron los valencianistas para evitarlos. Nada.

La felicidad y la tristeza. El Villarreal fich¨® a Alc¨¢cer para que les ayudara a regresar el a?o que viene a Europa y ah¨ª est¨¢n los de Calleja: quintos en la clasificaci¨®n, con cinco puntos de ventaja en la terna de equipos que pelean por una plaza en la Europa League y a solo tres de la Champions. Calleja est¨¢ recuperando el cr¨¦dito que definitivamente ha perdido Celades. Hasta Bruno Soriano volvi¨® a coincidir en un mismo terreno de juego con Asenjo y Cazorla... nueve a?os despu¨¦s. La felicidad viste de amarillo, la tristeza va de blanco y negro. El Valencia, definitivamente, se ha borrado de la caza mayor. En verdad se ha evaporado del mapa. 4 puntos de 15 en juego tras el confinamiento. O espabila o se ver¨¢ pronto m¨¢s cerca del 12? que del 7?. El Valencia seguir¨¢ haciendo sus particulares cuentas de la lechera porque hoy se enfrentan Getafe y Real Sociedad, as¨ª que ambos no pueden ganar. Pero el mi¨¦rcoles le visita el Athletic, al que tiene a un solo punto (46 por 45). Pero el problema del Valencia va m¨¢s all¨¢ de los resultados, que solo son la constataci¨®n num¨¦rica de un equipo sin alma. Solo hay que ver el rostro de Celades tras cada gol del rival de turno. Los realizadores de televisi¨®n huelen la sangre y la imagen del entrenador catal¨¢n no requiere de r¨®tulos ni palabras.

Celades no da respuestas. Celades no va a continuar en el Valencia el a?o que viene. El club de hecho ya tantea a otros entrenadores. El rendimiento de su equipo no merece otra oportunidad (como tampoco hizo Maxi G¨®mez nada sobre el c¨¦sped de Villarreal para recibir el perd¨®n a su barriobajera reacci¨®n de hace una semana con Celades). Al Valencia le pill¨® la pandemia tras hacer el rid¨ªculo en la eliminatoria contra el Atalanta y tras el confinamiento el equipo es un calco de lo que viene siendo desde enero: regular en Mestalla, un despojo lejos de casa. Los futbolistas van cada vez m¨¢s perdidos y el entrenador lleva tiempo sin darles soluciones. La herencia recibida, la inercia del Valencia que sali¨® campe¨®n en Sevilla, la liquid¨® Celades en ?msterdam, el ¨²ltimo partido realmente digno que ha hecho su Valencia (160 millones de coste de plantilla). La duda ahora ya no es si Celades continuar¨¢. La duda es si acabar¨¢ la temporada. El viernes se firm¨® una tregua entre todos los estamentos (club, cuerpo t¨¦cnico y vestuario) que en La Cer¨¢mica qued¨® en papel mojado. Celades gan¨® tiempo porque Europa segu¨ªa a tiro. En verdad si fuera por esa regla de tres, Celades se deber¨ªa de sentar el mi¨¦rcoles contra el Athletic de Bilbao como si en La Cer¨¢mica no hubiera pasado lo que pas¨®. Pero este Valencia huele m¨¢s a zona de nadie que a europea. Le toca mojarse a C¨¦sar S¨¢nchez, que desde enero no ha dado ni los buenos d¨ªas al valencianismo. Aqu¨ª ya no se trata de qu¨¦ proyecto har¨¢ o dejar¨¢ de hacer Lim el a?o que viene. Ahora ya es mera cuesti¨®n de supervivencia en esta Liga y de llegar al 20 de julio de la manera m¨¢s digna posible.