El silencio absoluto del VAR y la ovaci車n milagrosa de Asensio
La anulaci車n del 0-1 de Rodrigo cort車 la respiraci車n del Di St谷fano, que aplaudi車 al un赤sono el retorno del balear. La mejor noticia entre la frialdad de la puerta cerrada.


El f迆tbol que nos ha dejado el coronavirus es raro, raro; pero es f迆tbol, al fin y al cabo. Nos tendr芍 que valer hasta que venga la vacuna al rescate para darnos un respiro de estos duelos de 谷lite con ambientes de primera regional, aunque sin los exabruptos hacia los 芍rbitros que ah赤 suelen producirse, lo cual se agradece. Escuchar todo y a todos (Cillessen se lleva la palma; ni un minuto par車) es una sensaci車n nueva, aunque S芍nchez Mart赤nez puso freno r芍pido a los impulsos de ciertos jugadores de presionar su labor. ※?No me chilles, por favor!§, le solt車 a un valencianista cuando los ch谷s segu赤an rumiando el gol anulado de Rodrigo que les pon赤a por delante.
El murciano tiene fama de encarador, pero se confirma que las audiencias peque?as tambi谷n le amansan a 谷l. Lo ajustado de la acci車n en el primer tiempo requiri車 de varios minutos (cinco se a?adir赤an m芍s tarde antes del descanso) para resolver el entuerto, entre quejas de los visitantes y rezos de los locales. Si existe el silencio absoluto, fue lo que llen車 el Di St谷fano en los breves segundos entre que S芍nchez Mart赤nez abandon車 el monitor del VAR y se dirigi車 al centro para se?alar que el resultado segu赤a siendo 0-0.
En las gradas, los suplentes de ambos equipos y s車lo unas filas m芍s arriba, la colecci車n de no disponibles del Real Madrid: Mariano, Lucas V芍zquez, Jovic, Nacho, Isco# El delantero hispano-dominicano intercambi車 choque de pu?os y saludo con el comentarista Valdano, mientras que el malague?o departi車 un rato en el descanso con Voro y C谷sar S芍nchez, integrantes de la expedici車n ch谷, de cuya cantera brot車 el talento de Arroyo de la Miel. El bloque valencianista entr車 en ebullici車n tras la expulsi車n de Lee, al l赤mite de que el cuarto 芍rbitro tuvo que actuar de terapeuta.?
Y en lo que vendr赤a a ser el banquillo del Madrid, Marcelo monopolizaba las bromas entre los madridistas, acompa?ado por Militao, y Bale se repanchingaba sobre el asiento, desaparec赤a para ir al ba?o y estiraba su espalda, que esta semana le ha dado guerra. Zidane ni le hizo calentar, s車lo a Vincius y a Asensio. Lo del balear tiene m谷rito: lograr una ovaci車n importante en un estadio pr芍cticamente vac赤o, lo cual implica que estuvieron envueltos en la bienvenida los rivales y hasta los periodistas, poco dados como somos a significarnos en gestos as赤. La suya fue la mejor noticia, el toque c芍lido en la frialdad del f迆tbol en la Nueva Normalidad, sea lo que sea eso.