El Espanyol da carpetazo a un infame marzo y se olvida de ganar
Un solitario punto es el balance del peor marzo de la era Cornell¨¤. Esta vez han sido las circunstancias, pero tampoco hubo victorias en agosto, noviembre ni en diciembre.


Adem¨¢s del ERTE anunciado sobre jugadores y t¨¦cnicos y de la incertidumbre de qu¨¦ suceder¨¢ con su permanencia en Primera, en funci¨®n de si se reanuda o no LaLiga, a?ade el Espanyol a su lista otra inquietud en estos d¨ªas de confinamiento por el COVID-19: el conjunto perico cierra su peor marzo y, en consecuencia, parece haberse olvidado de ganar.
La suspensi¨®n de LaLiga y de toda actividad deportiva justo antes de la entrada en vigor del estado de alarma comport¨® que no pudiera el Espanyol recibir al Alav¨¦s ni visitar al Getafe, rivales con los que ten¨ªa previsto seg¨²n el calendario cerrar el mes despu¨¦s de haberlo iniciado con un valioso empate en el RCDE Stadium contra el Atl¨¦tico de Madrid (1-1) y de cosechar una amarga derrota en El Sadar ante Osasuna (1-1), el ¨²ltimo partido disputado hasta la fecha, el pasado d¨ªa 8, aunque parece que haya transcurrido una eternidad.
Un punto constituye el peor registro en marzo de la era Cornell¨¤. Solo en 2015 se hab¨ªa quedado tambi¨¦n sin ganar, pero entonces sum¨® dos puntos. En el tercer mes del a?o, hab¨ªa sumado el Espanyol en la ¨²ltima d¨¦cada hasta 13 victorias en 45 partidos jugados. Entre ellas, algunas sonadas como el 2-1 al Betis de 2017 (con gol 'in extremis' del a?orado Jos¨¦ Antonio Reyes), el 5-1 al Rayo Vallecano de 2012 (con tres goles de Kalu Uche, dos de Phillipe Coutinho y uno de Ra¨²l Tamudo, pero en el bando vallecano) o el 2-0 al Sevilla de 2010 (con doblete de Dani Osvaldo).
Lo peor para el Espanyol, sin embargo, es que no ha sido este dificultoso marzo el ¨²nico mes de esta temporada que ha cerrado sin victorias. Tampoco gan¨® ning¨²n partido en agosto, en noviembre ni en diciembre. Pero entonces ten¨ªa el consuelo de sus satisfacciones en las previas y la posterior liguilla de la Europa League. Ahora, lamentablemente, no le queda ni eso.