This is el Atleti
Dos goles en la pr¨®rroga de Llorente y otro de Morata clasificaron a los rojiblancos para cuartos. Supieron resistir y dar la vuelta al 2-0 del Liverpool.


This is Anfield.
Antes de sentirlo, el Atl¨¦tico lo ley¨®. This is Anfield. Una amenaza escrita en may¨²sculas. Anfield, ese grito ensordecedor en una Europa acallada por el coronavirus. El You'll never walk alone aullaba, amenaza de guerra. The Kop con Klopp como director de orquesta. Llevaba tres semanas con estos 90' de eliminatoria en la cabeza. Pero nada m¨¢s comenzar el partido, Jo?o tomaba el bal¨®n y, con la chispa que distingue al genio, se lo filtraba a Costa, que lo enviaba fuera, a un palmo del palo. Su presencia en el once era la sorpresa del Cholo. Costa y no Morata. De Bestia s¨®lo tuvo esta jugada. Apostar hoy por Costa es darse un tiro en el pie, jugar con uno menos.
Sali¨® el Atl¨¦tico ordenado pero con un problema: p¨¦rdidas de Thomas, ocasiones del Liverpool. Hab¨ªa imaginado Klopp el partido como si lo hubiese rodado Sam Mendes, un plano secuencia de una guerra interminable bajo la lluvia racheada. Como si el mismo Bill Shankly le hubiese susurrado al o¨ªdo: "S¨®lo ve afuera y llena el lugar de granadas". Su sorpresa en el once era Oxlade-Chamberlain por Fabinho. Fue una bomba racimo entrel¨ªneas, asociado con Arnold y Salah para romper la presi¨®n rojiblanca y crear superioridades. A oleadas, el Liverpool iba encerrando al Atleti en la trinchera.
This is The Kop.
Rug¨ªa la grada, al Atl¨¦tico apenas le duraba el bal¨®n. Sufrir no sufr¨ªa pero Thomas encend¨ªa las alarmas en cada pelota que perd¨ªa, y eran muchas, eran todas. El Liverpool las convert¨ªa en centros laterales, como si en estas tres semanas s¨®lo hubiera visto una cosa: el partido de hace un a?o en Tur¨ªn. Roz¨® el gol Arnold con un disparo raso y cruzado que se encontr¨® con la mano salvadora de tantas veces, la de Oblak. Donde Felipe no llegaba, de nuevo inmenso, el esloveno estaba en todas partes. Atrapaba en dos tiempos ese remate de primeras de Man¨¦, sacaba los pu?os para repeler ese centro lateral que se fue envenenando. Para Correa y Lodi resultaba una tortura defender la banda derecha del campe¨®n de Europa. A esos Arnold y Salah m¨¢s Oxlade-Chamberlain. Aunque Thomas, en ese momento, hab¨ªa dejado las p¨¦rdidas a un lado, ya iba de menos a m¨¢s.
Dos minutos antes del descanso, estallaba en The Kop tanta tensi¨®n reprimida. El Liverpool lograba lo que llevaba 43' buscando: igualar el gol de Sa¨²l en la ida. Wijnaldum cabeceaba el en¨¦simo centro lateral all¨¢ donde Oblak no llegar¨ªa. 1-0. Eliminatoria empatada. Quedaba el partido en esa sensaci¨®n intermedia para Klopp y el Cholo. Entre el p¨¢nico y la euforia, el polvo o los cuartos.
This is M¨²nich.
El aullido del estadio viajaba en todas las botas reds nada m¨¢s volver el partido. El Atl¨¦tico s¨®lo encontraba cobijo en los guantes de Oblak, que salvaba y salvaba. Ahora ante Oxlade-Chamberlain, despu¨¦s ante Firmino. Entre medias, el Cholo introduc¨ªa a Llorente en el partido y sacaba a Costa. El Atleti volv¨ªa a ser once y, sin saberlo, comenzaba a escribir la victoria de esta eliminatoria aunque, en ese momento, todo pareciera en contra. Porque, mientras del cielo la lluvia se convert¨ªa en granizo, sobre la porter¨ªa de Oblak s¨®lo ca¨ªan bombas. Remate a bocajarro de Robertson al larguero. Latigazo de Arnold. Todo del Liverpool. C¨®rners, disputas, los balones perdidos del Atl¨¦tico. This is ya no era Anfield. This is era M¨²nich, aquel asedio.
Llorente trataba de darle energ¨ªa a un Atleti al que le duraba la pelota menos que nada. El partido era como un inmenso sem¨¢foro en rojo para los rojiblancos mientras el Liverpool le segu¨ªa buscando violentamente otro resquicio a Oblak. Robertson arriba, Man¨¦, Salah en todas partes y el Liverpool llenando de metralla todos los instantes, insoportable. Que el Atleti llegara a la pr¨®rroga parec¨ªa un milagro. Y m¨¢s lo pareci¨® ese cabezazo de Sa¨²l que se col¨® por la escuadra en el ¨²ltimo instante. Pero no val¨ªa. Fuera de juego. Pr¨®rroga. Comenzaba la heroica.
This is el Atleti.
Esto, precisamente esto. Porque comenz¨® la pr¨®rroga y Firmino hac¨ªa el 2-0. Parec¨ªa el fin. Nada m¨¢s lejos. Porque This is el Atleti y Adri¨¢n le entreg¨® una pelota a Jo?o que vio a Correa en fuera de juego y esper¨® a Llorente. Suyo fue el bal¨®n y el derechazo. 2-1. La locura, el Atleti en cuartos y 3.000 rojiblancos silenciando The Kop. Y envi¨® otro, antes del descanso de la pr¨®rroga. Otro derechazo que romp¨ªa la red y las gargantas. Bienvenido, Marcos, a la historia. El Liverpool necesitaba dos goles, todo el asedio en vano, antes y despu¨¦s. Nadie sabe sufrir como el Atleti. Este Atleti en el que hace dos meses s¨®lo unos pocos locos cre¨ªan. "Pero no hay nada m¨¢s hermoso que la victoria de un vencido". Lo escribi¨® Enric Gonz¨¢lez. Lo llev¨® Simeone de nuevo a la hierba en otra de esas noches que tanto le gustan. Noches para la historia, noches de Europa. Comi¨¦ndose al coco, al campe¨®n de Europa. Porque this is el Atleti y el Atleti siempre vuelve. Sobre todo cuando nadie lo espera. Como tampoco ese cierre, gol de Morata, varios minutos cojo. Como para no celebrarlo. Lolololololo.