Segundo Almeida: "Las Palmas necesita un consejo de sabios"
La radio deportiva en Gran Canaria lleva su nombre. ¡°Noto que faltan muchas cosas, sobre todo conexi¨®n con la afici¨®n¡±, afirma de Las Palmas.


Leyenda del periodismo deportivo grancanario, a Segundo Almeida se le va ¡°el alma¡± hablando de Las Palmas a la que empez¨® a cubrir, en el Estadio Insular y contra el Bar?a, el 14 de diciembre de 1969. ¡°Ganamos 1-0¡±, recuerda con precisi¨®n de cirujano. Incapaz de llevar la cuenta, asegura que radi¨® ¡°m¨¢s de 1.300 partidos¡±. ¡°Y algunos, que llegaron ¡®ayer¡¯, dicen que llevan 1.500¡±, afirma jocoso. Sentados en uno de los bulliciosos salones de la residencia para la tercera edad en la que reside, comparece un hombre sereno, firme en sus opiniones, emocional y emocionado. Lee el peri¨®dico, pasea con m¨¢s ganas que fuerza, bromea con las empleadas. Mata el tiempo jugando al domin¨® en la mesa de siempre y para la partida si tiene visita
Se jubil¨® de la radio en 2003, pero en absoluto de Las Palmas, cuyo escudo pasa por ser su foto de whatsapp y el himno, la melod¨ªa de su m¨®vil. De muchas pertenencias tuvo que despojarse cuando, tras un serio problema de salud, ingres¨® en la residencia. Pero no de la m¨¢s preciada: su bandera de Las Palmas. Hoy preside la cama de su modesta habitaci¨®n. ¡°La tuve siempre en la parte de atr¨¢s del coche y ven¨ªa conmigo a todos lados¡±, dice. Anudada al cuello, cubriendo su garganta. Protegiendo una serena y con frecuencia quebrada voz. Brotan las l¨¢grimas. ¡°?Por qu¨¦ me emociono tanto?¡±, se pregunta.
Todo empez¨® de casualidad. Un inesperado giro del destino, acaso la sorpresa mejor guardada. El a?o 1969 encaraba el tiempo de descuento y el Barcelona visitaba su a?orado Insular. Eran los tiempos de Radio Atl¨¢ntico (despu¨¦s pas¨®, entre otras emisoras, por Antena 3 y Onda Isle?a) en los que otro hist¨®rico como Pascual Calabuig era su jefe. ¡°Se acercaba la hora y Pascual, que ven¨ªa de hacer un servicio en Tenerife, no llegaba¡±, rememora. Un d¨ªa despu¨¦s fue nombrado jefe de deportes. ¡°Que conste que mantenemos una excelente relaci¨®n¡±, proclama.
Y un a?o antes, Las Palmas fue subcampeona de Liga. Tonono, Guedes, Germ¨¢n D¨¦vora, Le¨®n, Castellano... Un equipo con olor a gloria, recitado de memoria, un juego que rimaba perfecto, hermoso poema futbolero. Segundo no tiene dudas: ¡°El mejor era Germ¨¢n¡±. El periodista no termina de preguntar y por su rostro brotan l¨¢grimas desordenadas. Se le apaga la voz. Un suspiro y continua. ¡°Era un hombre t¨¦cnico, con mucha visi¨®n de juego y gran disparo con las dos piernas. Era goleador, los met¨ªa de todas las maneras siendo interior izquierdo¡±, dice de un pelotero mucho mejor que su falsa apariencia: ¡°Dec¨ªan que era un gandul pero ¨¦l respond¨ªa: 'Este es el campo'. Ven¨ªa a coger la pelota de su portero y lo organizaba todo. Trabajaba f¨ªsicamente como nadie¡±. ¡°La pena¡± dice, ¡°es que no vaya al f¨²tbol siendo el presidente de honor del club. Algo raro ha tenido que pasar¡±.
Segundo Almeida habla de la necesidad de crear "un Consejo de Sabios, independiente, como si fuera el Consejo de Estado del Gobierno espa?ol". Ser¨ªa un "ente asesor, y seguir¨ªan mandando el presidente y su directiva". Adem¨¢s, tiene clara la f¨®rmula: "Que fuera nombrado el presidente por la elecci¨®n de los mismos componentes. Pero que el primer componente, elegido por Ram¨ªrez. Y ese a un tercero, y el tercero a otro. Que ya no hubiese un v¨ªnculo entre todos. Eso le dije una vez al presidente, pero no le interes¨®. O quiz¨¢s fue que simplemente lo publiqu¨¦". De nuevo, los recuerdos se atropellan.
Dos heridas le escuecen, y mucho, a Segundo Almeida. ¡°Nac¨ª en Arucas solo porque en Moya no hab¨ªa cl¨ªnicas ni nada de eso. Pero yo soy de Moya¡±, reclama furioso. hace dos a?os, la corporaci¨®n del municipio, con Poli Su¨¢rez como alcalde, le otorg¨® el t¨ªtulo de hijo adoptivo. ¡°Me enfad¨¦ mucho porque me estaban negando lo que era m¨ªo¡±, dice. As¨ª lo explica: ¡°Cuando me van a nombrar hijo predilecto me puse inflado, tu ver¨¢s. Pero me dieron el de adoptivo porque en mi DNI figura Arucas. Como le dije al alcalde, Poli Su¨¢rez, cuando me comunic¨® personalmente que me nombraban hijo adoptivo de Moya, me estaban negando lo que era m¨ªo¡±. "Este hecho nunca tuvo trascendencia p¨²blica", remarca.
Del Estadio Insular no habla, pero porque la emoci¨®n se lo impide. Se le vuelve a quebrar la voz, que sale como un leve suspiro. ¡°Era un monumento que ten¨ªa que haberse salvado¡±, dice. ¡°No me opuse nunca al traslado a Siete Palmas, pero s¨ª a la desaparici¨®n del estadio y convertirlo en un jard¨ªn. No encontr¨¦ apoyos cuando me propusieron que liderara su salvaci¨®n, y tampoco me vi bien¡±, recuerda. El parque actual que all¨ª se ubica es superior a ¨¦l: ¡°He pasado una vez sola por all¨ª (se le corta la voz), y me ech¨¦ a llorar. No he vuelto m¨¢s¡±. Y es que all¨ª, como narr¨® tras el hist¨®rico 4-3 al Real Madrid del 29 de marzo de 1986, se lo dej¨® todo: ¡°Aqu¨ª se me va la vida, la voz y el alma¡±. Gran parte de la suya estar¨¢ siempre en Ciudad Jard¨ªn.