Autohomenaje de Isco
Golazo y asistencia del internacional en su tierra. Se march¨® ovacionado. Benzema jug¨® bien y remat¨® mal. Un M¨¢laga con m¨¢s dignidad que p¨®lvora.


Quiz¨¢ porque no volver¨¢ en un tiempo, quiz¨¢ porque M¨¢laga le abriga, Isco dejo un conciertazo que le dio valor a un partido hu¨¦rfano de trascendencia, aunque el equipo de Jos¨¦ Gonz¨¢lez parece dispuesto a dignificar su descenso, que quiz¨¢ esta misma semana se convierta en irreversible. Y volvi¨® Benzema, en un ambiente menos extremo que la Champions, por ver si sonaba la flauta. No lo hizo. Su partido result¨® estupendo y su falta de olfato, la de siempre.
El d¨ªa que deje el f¨²tbol Isco no tendr¨¢ derecho a reclamar un partido homenaje del M¨¢laga. Su afici¨®n se lo brinda anualmente. En cierto modo all¨ª se le considera un jugador prestado al Madrid para no perjudicar su palmar¨¦s. A¨²n le quedan cr¨ªticos, a¨²n se le censura que en determinadas circunstancias es m¨¢s transportista de bal¨®n que mediapunta, pero nadie en el Madrid ni en ning¨²n otro siti¨® ofrece su originalidad. As¨ª que cuando meti¨® el libre directo que adelantaba al Madrid a La Rosaleda no le qued¨® otra que aplaudir y a su ¨ªdolo pedir perd¨®n. Doble cortes¨ªa en un partido de postemporada, que vienen a dejar tan poca sustancia como los de pretemporada pero despiertan menos curiosidad. Ahora ya se sabe lo que hay.
Por pol¨ªtica energ¨¦tica, Zidane cambi¨® seis jugadores respecto al duelo frente a la Juventus aunque dos, Lucas V¨¢zquez y Marco Asensio, no se sabe bien de qu¨¦ plan forman parte. La demoscopia dir¨ªa que son el comod¨ªn del p¨²blico. Y entre uno y otro, Benzema, que no responde a ning¨²n tratamiento. Zidane prob¨® primero la insistencia, luego la indulgencia y ¨²ltimamente la suplencia. Pero Benzema sigue en su agujero negro. En La Rosaleda dej¨® muy buenos detalles, en especial que abri¨® la puerta del 0-2, pero a estas alturas ya casi nada cuela. El gol es su ¨²nica redenci¨®n posible y no llega.
El M¨¢laga fue lo que dice la tabla, un equipo con aceptables automatismos defensivos e inexistente en ataque. Lacen e Iturra, dos mediocentros con mucho cuartel, le dan disciplina y oficio y atr¨¢s la falta de esperanza no le ha quitado intensidad. Arriba, en cambio, sigue en pleno apag¨®n. Esos 20 goles en 32 partidos son una desfachatez.
Casemiro, sombras y luces
En la semana del penalti-bomba, el Madrid pareci¨® interesarse por el partido, hecho poco repetido en esta Liga. Todo pas¨® por Isco, cami¨®n cisterna de todas sus jugadas de ataque. Ya estuvo en las dos primeras ocasiones, desperdiciadas por Kovacic y Lucas V¨¢zquez, y ¨¦l mismo resolvi¨® la tercera al convertir una falta de la que hab¨ªa sido v¨ªctima. En ese tramo gust¨® Kovacic, ayud¨® Carvajal por su banda, se esmer¨® Vallejo y se mostr¨® tan revoltoso como siempre Lucas V¨¢zquez. A Benzema se le marcharon dos. Theo sue en gris. Luego apareci¨® la ca¨ªda de tensi¨®n. Casemiro estuvo a punto de regalar el empate. La falta de estr¨¦s acaba llevando a la falta de atenci¨®n. Iturra, sin oposici¨®n, top¨® con el pie de Keylor.
Esa inercia acerc¨® mucho al M¨¢laga a la puerta del Madrid hasta que entre Benzema, con un est¨¦tico cambio de pie, e Isco prepararon el 0-2, firmado por Casemiro, que hab¨ªa iniciado la jugada. El malague?o se fue con una ovaci¨®n de gala a partido resuelto y Zidane comenz¨® a pagar parte de su deuda con Ceballos y Mayoral.
El M¨¢laga, en cualquier caso, aprovech¨® el escaparate para explicar que la tabla no le hace justicia y hasta para hacer un gol. Y Benzema se consol¨® filtrando pases que nadie aprovech¨®. Cuando se desclasifiquen los archivos de esta Liga quiz¨¢ averig¨¹emos d¨®nde se perdieron sus goles.