Un Cl¨¢sico sin cadenas
El Bar?a ganaba 0-2 a los 7 minutos con goles de Messi y Rakitic. Kovacic y Asensio empataron antes del descanso. Decidi¨® Piqu¨¦. Partido sin defensas y dos porterazos.


Fue un Cl¨¢sico para la galer¨ªa, muy al gusto americano, vestido de all-star. No esperen nada parecido en la Supercopa, pero alegr¨® la tarde de Miami y la madrugada en Espa?a. Dos defensas de carnaval, un tiroteo largu¨ªsimo y magn¨ªfico y un justo vencedor, el Bar?a, que ausente Cristiano, conserva mejor artiller¨ªa y que, visto el duelo, no encontrar¨¢, ni con 200 millones en la mochila, relevo para el mejor Neymar desde que lleg¨®.
La reuni¨®n de un equipo que sali¨® a malentrenarse y otro que busc¨® lucirse tuvo un efecto demoledor para el Madrid en el inicio. Se intuy¨® desde el primer toque de campana. El equipo de Zidane, que sali¨® con lo mejor que tiene menos Kroos, Isco y Cristiano, qued¨® aculado en su campo, tirando la toalla de la presi¨®n, a merced de un rival que s¨ª quiso darle aire al Cl¨¢sico. A estas alturas la plantilla debe saber que el club no puede vivir de su museo ni un verano.






















Fue un desmayo tremendo el del Madrid. En doce minutos el Bar?a le hab¨ªa hecho dos goles y dos ocasiones claras. Un error de c¨¢lculo de Ramos levant¨® el tel¨®n del 0-1. Qued¨® fuera de sitio y Messi puso el resto: la carrera, el recorte a Modric y el disparo de fortuna que toc¨® en Varane y dej¨® sin respuesta a Keylor. Y de inmediato, una arrancada en la izquierda de Neymar acab¨® en la bota derecha de Rakitic despu¨¦s de algunas peripecias. Fue el 0-2. Con el Madrid boca arriba perdonaron otras dos Rakitic y Su¨¢rez. Para despegar al Madrid el Bar?a no hab¨ªa necesitado ni codicia en la presi¨®n, que por ah¨ª ha empezado Valverde su viaje de regreso al pasado. Antes del primer cuarto de hora sonaban los ol¨¦s, que en f¨²tbol es m¨²sica de baile.
Y de repente hubo partido. Sucedi¨® de modo imprevisto, en una arrancada vertical de Kovacic, ese esl¨¢lom frontal que ning¨²n otro jugador de la plantilla posee. Mand¨® a la lona a Piqu¨¦ con un recorte y a Cillessen con un derechazo. Todo sucedi¨® a espaldas de Bale, recostado esta vez en la derecha. El gal¨¦s salta de puesto a en puesto sin ponerse a salvo en ninguno. Aquella megaestrella que un d¨ªa compr¨® Florentino es ahora un futbolista deprimido, quebradizo, insustancial. Su mo?o se pase¨® sin rumbo por Miami durante la primera mitad y espabil¨®, sin deslumbrar, cerca del final. Sin ¨¦l, con alg¨²n arranque de Modric y Benzema el Madrid se cur¨® las heridas y apareci¨® un partido a tumba abierta, la especialidad de Neymar, la filigrana convertida en mercanc¨ªa. La humareda de su marcha ha ocultado un inicio fant¨¢stico.
Si Tebas buscaba un buen spot de su Liga en el partido, dio por bien empleado ese alocado y veraniego arrebato de ¨¢rea a ¨¢rea en el que se manej¨® mejor el Bar?a, que se hart¨® de malgastar oportunidades ante Keylor: Neymar y Messi dejaron ir las mejores. Y es que el Madrid hizo balconing atr¨¢s, m¨¢s de lo que dijo el marcador. Y celebr¨® marcharse con un empate al descanso, tras soportar a un rival claramente invasor. Fue Asensio quien le llev¨® hasta ¨¦l en un contragolpe que inici¨® como un velocista y culmin¨® como un veterano, previo paso por Kovacic, de largo el mejor centrocampista del equipo. La imprudencia en las dos orillas dej¨® un partido irreal en periodo de competici¨®n pero entretenid¨ªsimo, que cumpli¨® con su misi¨®n de globalizar el Cl¨¢sico, de conseguir que lo que emociona a Espa?a emocione al mundo.
Cambi¨® m¨¢s Zidane que Valverde en el descanso. Se marcharon los dos centrales en el Madrid, lleg¨® Isco y Bale se arrim¨® la izquierda, su suerte natural. Una sacudida que no sac¨® al equipo blanco de su desvar¨ªo atr¨¢s. A los cinco minutos, Piqu¨¦ pon¨ªa de nuevo por delante al Bar?a en un env¨ªo de Neymar que el Madrid no defendi¨® ni con la vista. Un regalo para un Bar?a que hab¨ªa doblado en munici¨®n a su archirrival. Un calco del inicio, con un hurac¨¢n soplando sobre el marco de Keylor, que dej¨® dos paradas estupendas. Kovacic le quit¨® cerca de la l¨ªnea un gol a Umtiti con el Madrid saliendo de las cuerdas a pu?etazos, porque tambi¨¦n llam¨® a la puerta de Cillessen, que fren¨® a Marcelo e Isco dos veces.
El ¨²ltimo cuarto de hora qued¨® definitivamente desfigurado por los cambios. Ambos acabaron con diez nuevos y a los suplentes del Madrid ya no les dio para m¨¢s en este Cl¨¢sico sin costuras que s¨®lo se repetir¨¢ si vuelven aqu¨ª el a?o pr¨®ximo. En la Supercopa se consentir¨¢n mucho menos. Pero tendr¨¢ m¨¢s encanto.