S¨²per Falcao y s¨²per Atleti
Tres goles y dos palos del Tigre en la primera parte. Una exhibici¨®n aniquil¨® al Chelsea. Marc¨® Miranda y maravill¨® Arda. Cuarto t¨ªtulo europeo desde 2010

Al descanso, Falcao hab¨ªa marcado tres goles y rematados dos veces al palo, Cech hab¨ªa sacado sendos manos a mano a Adri¨¢n y Gabi, el asturiano hab¨ªa fallado un remate a puerta vac¨ªa, el ¨¢rbitro hab¨ªa obviado un penalti sobre Koke y Courtois no hab¨ªa visto la pelota. Al descanso, el Atleti de Simeone le estaba dando un ba?o para la historia al multimillonario Chelsea que Abramovich le ha prestado a Di Matteo. Al descanso, el Atleti hab¨ªa dejado resuelto el mejor partido que mi agujereada memoria le recuerda. Al descanso el Atleti hab¨ªa atado su segunda Supercopa de Europa y su cuarto t¨ªtulo continental desde 2010. Al descanso, todos los atl¨¦ticos sab¨ªan que jam¨¢s iban a olvidar este partido. Jam¨¢s.
El once inicial rojiblanco era el mismo que el de la final de Bucarest cambiando a Diego por Koke. Peor, a priori. Pero este equipo tiene un plus sobre aquel: una pretemporada completa a las ¨®rdenes Simeone. Cuando lleg¨®, el Cholo era un clavo ardiendo al que se aferraron por igual los acorralados directivos y los desesperados seguidores. Hoy, el t¨¦cnico argentino es una bendici¨®n para ambos. La actitud del Atl¨¦tico fue soberbia, por concentraci¨®n, confianza y preparaci¨®n. Un muro sin fisuras. El Chelsea, que se anunciaba muy mejorado respecto al cicatero campe¨®n de la Champions, ni se enter¨® de por d¨®nde le ca¨ªan.
Aunque era f¨¢cil de averiguar: el que les golpeaba sin piedad era Falcao, el ¨²nico tipo al que el apodo Tigre puede quedarle manso. Cuatro minutos tard¨® en demostrar que se crece en las finales, lo cual en su caso es pasar de enorme a colosal. Centro de Filipe y devora vivo a Cole para rematar al larguero. En el rechace, David Luiz, muy torpe toda la noche, golpe¨® a Koke pero el ¨¢rbitro no se?al¨® el penalti. Dio lo mismo.
Vendaval. Tres minutos despu¨¦s, Falcao recibe un pase de Adri¨¢n y el bal¨®n se le queda algo atascado en la esquina del ¨¢rea. Ante cualquier problema, soluciones. Frena, espera, mira y pica ajustadito al poste, el ¨²nico lugar al que no pod¨ªa llegar nadie. Golazo. Y despu¨¦s de que Cech le ganase un duelo algo forzado a Adri¨¢n, el segundo, muy similar al primero ante el Athletic en Bucarest. El colombiano entra por la derecha y la pone de rosca con la zurda al palo contrario. ?Adivinan el desenlace? Exacto: golazo.
Mientras su estrella deslumbraba, el resto del Atleti brillaba. En defensa, ni un error, con Miranda y God¨ªn imperiales. En el medio, Mario Su¨¢rez volvi¨® a dar s¨ªntomas de estupendo mediocentro, bien escudado por Gabi. Y en la creaci¨®n Arda, Arda y Arda. Le han dado el mando y lo ha aceptado encantado. Es un futbolista fabuloso en su entra?able extravagancia. Fabuloso y, tras confirmarse que no hubo milagro con Diego, indispensable para el ¨¦xito de este proyecto rojiblanco.
Despu¨¦s de una gran acci¨®n de Cech (ante Gabi) y una incre¨ªble doble ocasi¨®n desperdiciada (fallo de Adri¨¢n a puerta vac¨ªa y cabezazo de Falcao al palo), el turco se invent¨® el 0-3 en una contra tras un c¨®rner blue. Con esa capacidad para la pausa tan suya y tan poco habitual en este actual f¨²tbol a mil por hora, cruz¨® el campo de norte a sur y de este a oeste, descartando opciones que parec¨ªan buenas hasta que apareci¨® la perfecta. S¨ª, esa era Falcao, que bati¨® a Cech entre las piernas, de nuevo con la izquierda. El colombiano es diestro y marc¨® sus tres goles con la zurda; igual que hizo en los dos de la final de la Europa League. El cetro al mejor delantero centro del mundo est¨¢ en sus manos y si alguien pretende arrebat¨¢rselo va a sudar sangre. Verle toda la segunda parte luchando como si el Atleti fuera perdiendo y ¨¦l fuera el culpable, result¨® emocionante.
Ba?o. El 0-3 dio paso a la locura, el descanso y el virtual punto final. En ning¨²n momento amenaz¨® el Chelsea con una reacci¨®n de orgullo; de f¨²tbol ni hablamos. La irrupci¨®n de Hazard y la definitiva recuperaci¨®n de Torres le hab¨ªan conferido aura de digno campe¨®n de Europa con unos meses de retraso. Aunque a Di Matteo se le segu¨ªa mirando con recelo. El repaso t¨¢ctico al que le someti¨® ayer Simeone no le ayudar¨¢ a consolidarse en ese banquillo que le cay¨® del cielo.
Sabiendo que Cech y Cahill no pueden tapar todos los agujeros, el plan era atacar a David Luiz y a Cole, superados vez tras vez. Como Mikel nunca ha sido capaz de organizar ni de crear y Lampard cada vez lo hace menos, el Atleti se hart¨® a recuperar en zonas de peligro con una presi¨®n constante e inteligente. Y en defensa anul¨® a Hazard y Mata con constantes ayudas de los centrocampistas a Filipe Luis y Juanfran, que atacaron menos que de costumbre por prescripci¨®n t¨¦cnica. Ah¨ª se acab¨® el Chelsea, que jam¨¢s encontr¨® v¨ªas de suministro para Torres. El reencuentro fue agrio para el Ni?o, pese a los continuos c¨¢nticos de apoyo de su antigua hinchada. A falta de balones, s¨®lo pudo exhibir una lucha algo desesperada.
As¨ª, el Atleti control¨® sin confiarse jam¨¢s y Miranda culmin¨® su gran actuaci¨®n al marcar el 0-4 tras un rechace en una falta lateral. Y aunque el Chelsea se encontr¨® un afortunado gol de Cahill para maquillar el marcador y el palo evit¨® la manita en un mal despeje de David Luiz, ya todo daba igual. El Atleti, con una exhibici¨®n memorable, era campe¨®n. Otra vez. Supongo que no quedar¨¢ ni un ni?o que le pregunte a su padre por qu¨¦ somos del Atleti. Si lo hace, ha estado despistado los ¨²ltimos dos a?os y pico: cuatro t¨ªtulos. No s¨¦ muy bien c¨®mo, pero cuatro. Que no pare.