Unos v芍ndalos gasean al pelot車n del Tour
Dos d赤as antes arrojaron huevos al Kelme y la ONCE en una edici車n de 1999 muy convulsa por las consecuencias del Caso Festina.


EI perfil de la 17? etapa del Tour de 1999, entre Mourenx y Burdeos, anunciaba una jornada sin historia, una traves赤a entre los Pirineos y la contrarreloj, ya casi en las puertas de Par赤s. El esprint de Tom Steels, que sum車 su tercer triunfo, as赤 parec赤a confirmarlo, hasta que comenzaron a cruzar la meta muchos ciclistas con los ojos enrojecidos y con dificultades para respirar. A 8 kil車metros del final, un grupo de v芍ndalos hab赤a rociado al pelot車n con gases lacrim車genos y pimienta en polvo.
"?Qu谷 mal lo he pasado! ?Cre赤a que me iba a morir!", exclamaba angustiado Jaime Hern芍ndez, ciclista del Festina. A su lado, ?lvaro Gonz芍lez de Galdeano, del Vitalicio, narraba su experiencia a los periodistas: "Sent赤 la cara ardiendo, un gran picor en los ojos y en la garganta. Unos s赤ntomas parecidos al asma. Nos proyectaron un spray en la cara. Muchos ciclistas pidieron parar, porque no pod赤amos ver, ni tampoco respirar".
Detr芍s de aquella agresi車n hab赤a algo m芍s que una gamberrada. No era la primera vez. Dos d赤as antes, otros energ迆menos hab赤an arrojado huevos a los veh赤culos de la ONCE y el Kelme. El Tour de Francia hab赤a comenzado muy crispado por las secuelas del esc芍ndalo de dopaje del caso Festina del a?o anterior. Y tuvo estas consecuencias.
Unos d赤as antes del arranque en Le Puy de Fou, la organizaci車n hab赤a vetado la presencia del ciclista Richard Virenque y del director Manolo Saiz, porque, a su entender, da?aban la imagen de la carrera. La UCI revoc車 la decisi車n, lo que no gust車 nada al director de la carrera, Jean Marie Leblanc: "Espero que Saiz no vuelva a insultar al Tour". Ni tampoco a la ministra de Deportes, Marie George Buffet: "La UCI ha estado lamentable".
El ambiente empeor車 con una columna incendiaria publicada en L'?quipe, el peri車dico de la empresa organizadora, que firmaba su redactor jefe J谷r?me Bureau, que ven赤a a decir: "?Va la gente a recibir al Tour por las carreteras y las ciudades de Francia como si no hubiera pasada nada". Aquella incitaci車n se volvi車 en contra del propio diario, que tuvo que camuflar sus logos para evitar problemas con los hinchas de Virenque y Laurent Jalabert. De hecho, uno de sus redactores, Manolo Mart赤nez, ya hab赤a sido agredido dos meses antes en Dunkerque.