Veinte a?os sin Luis Oca?a, el campe¨®n excesivo
Su desaf¨ªo a Merckx le encumbr¨®. En Espa?a era el franc¨¦s y en Francia, el espa?ol. Aqu¨ª no se sinti¨® muy querido, en una etapa en la que el ciclismo bailaba al son del Kas.


Luis Oca?a Pern¨ªa (Priego, Cuenca, 9 de junio de 1945-Mont de Marsan, 19 de mayo de 1994) ten¨ªa que coger un coche para desplazarse a Bolonia, donde tres d¨ªas despu¨¦s arrancaba el Giro de Italia de 1994, aquel que gan¨® Berzin y perdi¨® Indurain. Oca?a iba a comentar la carrera con la COPE, como hab¨ªa hecho hasta cuatro d¨ªas antes en la reciente Vuelta a Espa?a, la tercera de Rominger y la ¨²ltima en primavera. Pero en lugar del coche, cogi¨® una pistola y se peg¨® un tiro en la sien, en su casa de campo de Caupenne d¡¯Armagnac.
Josiane, su mujer, le encontr¨® muerto. Ten¨ªa el tel¨¦fono descolgado. Su ¨²ltima llamada hab¨ªa sido a su amigo Juan Hortelano, seg¨²n relata Carlos Arribas en su libro Oca?a. La mala salud de su negocio vin¨ªcola y la mala salud de su maltrecho h¨ªgado le arrastraron a una depresi¨®n. Oficialmente, el juez decret¨® suicidio, aunque la familia de Luis y su hijo Jean-Louis sospechaban de su esposa.
Al funeral acudi¨® Merckx, a quien discuti¨® su dictadura en la ¨¦poca. Fue en aquel famoso Tour de Francia 1971, donde solo una ca¨ªda en el descenso del Ment¨¦ impidi¨® su victoria cuando dominaba de amarillo. Oca?a odi¨® a Merckx por aquello. Y por la visita que le hizo unos d¨ªas despu¨¦s al paso de la ronda por su ciudad. Con los a?os arreglaron sus diferencias con una gran borrachera en Suiza. ¡°Fue mi adversario m¨¢s leal¡±, recuerda el Can¨ªbal.
Tambi¨¦n fueron al funeral Th¨¦venet y Tarangu Fuente, los ciclistas que le acompa?aron en el podio del Tour 1973. La gran victoria que le deb¨ªa el destino, a la que falt¨® Merckx porque prefiri¨® el doblete Vuelta-Giro.
Adem¨¢s, Oca?a gan¨® la Vuelta 1970, que sali¨® de la provincia de C¨¢diz, igual que este a?o. All¨ª recibir¨¢ un homenaje. En Espa?a le llamaban el franc¨¦s y en Francia, el espa?ol. Aqu¨ª no se sinti¨® muy querido, en una etapa en la que el ciclismo bailaba al son del Kas. All¨ª se cri¨® y hasta apoy¨® electoralmente al ultranacionalista Le Pen. Banderas al margen, fue un gran campe¨®n. Excesivo y tr¨¢gico. Ayer se cumplieron 20 a?os de su adi¨®s.