Un d赤a de pena y gloria
Alberto Contador sac車 1:09 a Froome. El viento pudo con Alejandro Valverde. Cavendish gan車 la etapa y el Saxo sorprendi車 al Sky.

Todo aquello con lo que identificamos al Tour, la emoci車n, la haza?a y el drama, se concentr車 en la etapa que llegaba a Saint Amand Montrond; aunque ahora parezca mentira acabaremos por memorizar el nombre de ese pueblo en el coraz車n de Francia, Valverde no lo olvidar芍 nunca.
Si decimos que el viento fue el responsable de cuanto ocurri車 faltaremos a la verdad. Fue el Tour, la etapa 13 (lagarto), la repetici車n de d赤as sin tregua, el gen competitivo de unos y la falta de reflejos de otros. No era el mistral. Eran los dioses de la carrera los que soplaban. Ren谷 Pellos, el gran dibujante del Tour desde las p芍ginas del Miroir, pintaba a esos seres justicieros con los carrillos inflados o con el mazo en la monta?a (谷l lo invent車, no Perico), dispuestos a castigar la menor distracci車n, la m赤nima arrogancia.
Hace apenas tres d赤as, despu谷s de la crono del Monte Saint Michel, Valverde daba por bueno el podio y Movistar se felicitaba por el liderato en la clasificaci車n por equipos. Esa misma tarde, Froome se relami車 al sentirse campe車n virtual. Contador, en cambio, dec赤a, a quien quer赤a escucharle, que Par赤s todav赤a quedaba lejos y que sus piernas mejoraban poco a poco.
Ayer, en la meta de Saint-Amand-Montrond, Valverde se dej車 casi diez minutos y Contador le rest車 1:09 a su diferencia con el l赤der. El cataclismo se desencaden車 a 88 km para la llegada, cuando en plena formaci車n de los abanicos (Kittel estaba rezagado), Valverde sufri車 una aver赤a en su rueda trasera, quiz芍 por una colisi車n o tal vez porque un enviado de Pellos le meti車 un palo entre los radios. En lugar de cambiar de bici con Castroviejo (de altura similar), Valverde cambi車 de rueda y perdi車 unos segundos preciosos. Jam芍s volvi車 a ver al grupo principal.
La persecuci車n del Movistar fue un fracaso t芍ctico y diplom芍tico. Despu谷s de rebajar la distancia hasta los 44 segundos, el segundo grupo se rompi車 al paso por un pueblo, lo que oblig車 a Valverde a esperar a sus compa?eros. Ning迆n otro equipo colabor車 de forma organizada, ni siquiera el Movistar, deprimido demasiado pronto.
Delante, Omega (Cavendish) y Belkin (Mollema y Ten Dam) saboreaban la victoria y la eliminaci車n de Valverde. Lo que nadie pod赤a imaginar es que en el pelot車n hab赤a otro plan en marcha. De repente, fulminados los de atr芍s y apaciguados los 芍nimos, el equipo de Contador despleg車 velas y cabalg車 sobre el viento. Froome, at車nito y casi solo, se qued車 cortado.
En cabeza, catorce ciclistas, seis del Saxo: Contador, Kreuziger, Rogers, Roche, Tosatto y Bennati. Suyos fueron los relevos que distanciaron a Froome, aliado con todas las letras del diccionario: BMC, FDJ Si la ventaja no se ampli車 es porque falt車 grandeza en Mollema y Ten Dam, holandeses del Bel?kin, tan favorecidos por la revuelta como Contador.
Sublime. No importa mucho. Luego venci車 Cavendish e importa menos. El s赤mbolo es el minuto de ventaja, la dentellada en el llano, el irreductible esp赤ritu de Contador, la supervivencia de Nairo Quintana (a salvo en el pelot車n de Froome). El ciclismo alcanza lo sublime cuando las fuerzas llegan al l赤mite y la inteligencia tambi谷n. Eso, exactamente, sucedi車 camino de Saint Amand Montrond, hermoso pueblo.