Markelle Fultz, desde el abismo
Volver¨¢ a jugar un partido de la NBA ma?ana. Despu¨¦s de su terrible historia en los Sixers, donde se especul¨® con una retirada prematura, sufri¨® una grave lesi¨®n de rodilla en Orlando.


Markelle Fultz sigue ah¨ª, aunque ya casi nadie se acuerde de ¨¦l. Trabajando, sumando horas de rehabilitaci¨®n y puesta a punto, sosteniendo el castigo psicol¨®gico de las lesiones, la presi¨®n del ¨¦xito exigido, la pelea contra el propio cuerpo y una cabeza al borde del colapso. Con, todav¨ªa, 23 a?os y 274 d¨ªas, Markelle Fultz sigue ah¨ª. Y ma?ana, lunes 28 de febrero, volver¨¢ a jugar un partido oficial de la NBA. Ser¨¢ en el Orlando Magic-Indiana Pacers, un duelo de saldo entre dos de los peores equipos de la Liga (el peor y el quinto peor, en concreto) pero al que ahora conviene volver la vista: jugar¨¢ Fultz, y es una gran noticia.
En esa misma pista donde va a volver, el Amway Center de Orlando, cay¨® fulminado hace m¨¢s de un a?o, el 6 de enero de 2021: rotura de ligamento en la rodilla izquierda tras un mal gesto en una penetraci¨®n, contra los Cavs. El regreso al abismo para un jugador que empezaba a salir de una oscuridad casi insondable. Estaba promediando en los ¨²ltimos partidos antes de esa fat¨ªdica acci¨®n, que le tuvo varios minutos en el suelo antes de salir de la cancha en silla de ruedas, m¨¢s de 14 puntos y 6 asistencias, un signo de progreso absoluto en un curso 2020-21 en el que se qued¨® en ocho partidos y, finalmente, 12,9 puntos y 5,4 asistencias de media en casi 27 minutos por noche. Un amago de resurrecci¨®n enviado a la nevera.
Antes de eso, Fultz hab¨ªa firmado una extensi¨®n de tres a?os y 50 millones de d¨®lares con los Magic (en diciembre de 2020), casi un salto de fe para una franquicia en plena reconstrucci¨®n, en la zona cero y sin nada que perder. Antes, en febrero de 2019, hab¨ªa sido traspasado a Florida Central por los Sixers, que se deshicieron de un jugador no mucho antes estrat¨¦gico, llamado a ser una estrella, a cambio de (sobre el papel) muy poco: Jonathon Simmons, un secundario muy secundario y dos rondas de draft, una segunda de los Cavs y una primera de los Thunder con la que, cosas, los Sixers se hicieron con Tyrese Maxey, ahora un jugador fundamental en sus planes de presente y futuro.
Y antes, muchos antes, el futuro de Fultz fue un asunto de debate mayor en la NBA. El pick con el que acab¨® siendo n¨²mero 1 del draft en 2017 tras una temporada estelar en Washington (23,2 puntos, 5,7 rebotes, 5,9 asistencias) comenz¨® viaje en 2013, en el megatraspaso de Kevin Garnett y Paul Pierce de los Celtics a los Nets. Despu¨¦s de que la loter¨ªa diera ese 1 de 2017 a los verdes, estos aceptaron la oferta de los Sixers y lo enviaron a Philadelphia a cambio de su pick (n¨²mero 3) y una primera de 2019. Con esta ¨²ltima los Celtics pincharon (eligieron a Romeo Langford). Pero el juego de 2017 sali¨® muy mal a unos y muy bien a otros: los Sixers se la jugaron porque cre¨ªan que Fultz era la tercera pata, el base que completar¨ªa un big-three tremendo y que nunca fue con Joel Embiid y Ben Simmons. Pero Fultz acab¨® jugando solo 33 partidos en menos de dos temporadas en Philadelphia. Por renunciar al 1, los Celtics se llevaron una primera ronda extra y ese pick 3 con el que dieron de lleno en el blanco: Jayson Tatum. As¨ª, entre bastidores y pendientes de un torbellino de factores que incluye el m¨¢s puro azar, se escribe la historia.
El camino de Futlz en Philadelphia fue terrible, mientras el Proceso no terminaba de arrancar. Una extra?a lesi¨®n de hombro y una pol¨¦mica sobre si hab¨ªa cambiado o no su mec¨¢nica de tiro, o m¨¢s bien de si lo hab¨ªa hecho por culpa de esos problemas de hombro o no (si era antes el huevo o la gallina, vaya), oscurecieron un camino por el que lleg¨® a asomar incluso la retirada prematura. Abrumado, sometido a un escrutinio descomunal y lastrado por una lesi¨®n que le imped¨ªa salir del pozo, Fultz transit¨® por un infierno que acab¨® en esa segunda oportunidad en Orlando. La deconstrucci¨®n hab¨ªa sido tal que ya no se trataba de ser una gran estrella, solo de sentirse otra vez jugador de baloncesto. Y a partir de ah¨ª, a ver hasta d¨®nde pod¨ªa llegar¡ En esa primera fase, en el regreso m¨¢s b¨¢sico, las cosas estaban yendo bien en Orlando, extensi¨®n incluida. Hasta la maldita lesi¨®n de rodilla, de la que vuelve con optimismo: "Me siento m¨¢s fuerte ahora. Esta lesi¨®n me ha servido para trabajar en muchas cosas. Hac¨ªa mucho que a nivel f¨ªsico no me sent¨ªa tan bien. Hablo de forma integral, de c¨®mo siento todos los m¨²sculos, de las sensaciones con determinadas partes de mi cuerpo. Es la vez que mejor he estado para volver y jugar al baloncesto¡±.
Est¨¢ a tiempo de subirse al carro de la reconstrucci¨®n de los Magic, que van a por uno de los primeros picks del pr¨®ximo draft mientras miman a sus dos elecciones de top 10 del pasado: el guard Jalen Suggs, n¨²mero 5, y el forward Franz Wagner, elegido con el 8. El primero tiene m¨¢s techo de jugador franquicia pero es el segundo el que est¨¢ dejando mejores noticias, por ahora. Adem¨¢s, hay que ver en qu¨¦ acaban Wendell Carter Jr, Mo Bamba, Cole Anthony, Chuma Okeke y R.J. Hampton. Y, asunto mayor, c¨®mo vuelven tras sus graves lesiones de rodilla Fultz y Jonathan Isaac, un alero (24 a?os) con capacidad para ser uno de los mejores defensores de la NBA y un n¨²mero 6 del draft de 2017, el mismo que Fultz, pero otro jugador que parece presa de una maldici¨®n. Solo ha jugado hasta ahora 136 partidos en la NBA, el ¨²ltimo en agosto de 2020, hace ya m¨¢s de un a?o y medio.