Los Kings, otra vez sentenciados: Ingram y Zion miran a 'playoffs'
Las dos estrellas de los Pelicans se combinaron para 64 puntos, pisan los talones a los Warriors y alejan a los Kings, desastrosos, de los playoffs.


Ser¨¢n los Pelicans, y no los Kings, los que est¨¦n en la lucha por los playoffs. Es algo que ve¨ªa venir con la din¨¢mica en la que ambos equipos se encontraban en el ¨²ltimo mes, con los de Stan Van Gundy mejorando sus prestaciones y Zion Williamson en su mejor momento de la temporada; al contrario, claro, que el desastre constante de unos Kings que ni con el play-in, esa especie de previa que la NBA se invent¨® por la pandemia del coronavirus y que ha duplicado en la presente campa?a, han podido luchar por los playoffs. Ni en el curso baloncest¨ªstico en el que la competici¨®n norteamericana ha renunciado a ese 50% tan valorado en el pasado, Sacramento ha podido estar en la pelea. Que no est¨¢n eliminados matem¨¢ticamente, ojo, y en un a?o tan raro y extra?o todo puede pasar. Pero ser¨ªa atrevido pensar en una remontada de ¨²ltima hora, con algo m¨¢s de un mes para el play-in y una lucha excesivamente apretada en la que deber¨ªan conseguir el d¨¦cimo puesto si quieren entrar en la pelea. Est¨¢n a 4 partidos de los Warriors (d¨¦cimos) y tienen 18 encuentros por delante. Y tiene que fallar tanto el equipo de Stephen Curry como los Pelicans, ante los que han perdido esta noche y que est¨¢n a tres. En definitiva: est¨¢ complicado.
El desastre de los Kings ha sido el mismo de siempre, y no se resume a la derrota ante los Pelicans. No alcanzan los playoffs desde 2006, con Rick Adelman en la franquicia y el ¨²ltimo reducto de ese proyecto (Bibby, Stojakovic, Divac, Christie, Webber...) que alcanz¨®, jug¨® mejor y perdi¨® las finales de la Conferencia Oeste ante los Lakers, en 2002. Desde entonces, los Kings han brillado por su ausencia en unos playoffs que se han perdido en 15 temporadas consecutivas, que ser¨¢n 16 este a?o, la mayor crisis activa de la NBA. Una que no ha conseguido arreglar un Luke Walton que en los Lakers no fue el problema ni la soluci¨®n, pero que en Sacramento ha constatado que no es un entrenador a la altura de una franquicia ganadora. Sus d¨ªas en California pueden estar contados, y su carrera en la mejor Liga del mundo, con sonados fracasos en sus dos aventuras, en la cuerda floja. El equipo est¨¢ a la deriva, tuvo un inicio desastroso y est¨¢ en otro momento cr¨ªtico, y solo en la parte intermedia del curso pareci¨® remontar el vuelo. Un mero espejismo al que se ha acabado imponiendo una realidad dolorosa y que exigir¨¢, una vez m¨¢s, cambios. Y as¨ª siempre.
Al otro lado, los Pelicans. Un equipo que ven¨ªa de una din¨¢mica tambi¨¦n negativa y que buscaba un cambio en los banquillos con la salida de Alvin Gentry y la llegada de un reputado Stan Van Gundy. Las cosas han tardado en carburar, pero mejor tarde que nunca. Es posible que Van Gundy no consiga el objetivo de los playoffs, un ligero fracaso si tenemos en cuenta el talento de la plantilla y, de nuevo, ese play-in que ha acabado con el 50%. Pero el equipo ha despertado, ha empezado a jugar bien y se ha recuperado de un inicio pobre para estar en la pelea. Ante los Kings han conseguido su tercera victoria consecutiva y han logrado 10 en los ¨²ltimos 17 partidos. No consiguen la regularidad y la constancia necesarias, pero est¨¢n en el camino. Y, sobre todo, han solventado un problema que lleg¨® a parecer insalvable, compenetrar a Brandon Ingram y Zion Williamson. El primero ha anotado 34 puntos a Sacramento, con 6 rebotes y 7 asistencias; el segundo, consolidado como una estrella por obra y gracia de Van Gundy, se ha ido a 30, con 6 rebotes y 4 pases a canasta. Imparables.
Del partido hay poco que contar. Los Pelicans arrollaron en la primera mitad (31-19 al final del primer cuarto y 68-45 al descanso) y se limitaron a mantener las diferencias en la segunda. Apenas tuvieron sustos de una entidad inferior, en la riqueza t¨¢ctica y en la convicci¨®n. Solo De'Aaron Fox dio la talla con 43 puntos (6 rebotes y 6 asistencias), 27 de ellos en la segunda mitad, con un intento desesperado de los visitantes por acercarse a sus rivales sin suerte (se acercaron a 5, 106-101, con 2:28 para el final, pero ah¨ª se quedaron). Al final, victoria de los Pelicans (con solo 3 minutos sin anotar de Willy Hernang¨®mez y 4 de Isaiah Thomas, que anot¨® 2 puntos) y casi adi¨®s definitivo a unos Kings que siguen en una crsis de resultado que empieza a parecer pantagru¨¦lica y que exige un cambio estructural que pasa por algo m¨¢s que acabar con la p¨¦sima gesti¨®n de un hist¨®rico para la franquicia como Vlade Divac, que representaba esa ¨¦poca dorada que es el ¨²ltimo recuerdo positivo que tiene una afici¨®n cansada de su equipo. Ingram y Zion prevalecen en una exhibici¨®n (otra m¨¢s) y los Kings se van a casa con mucho en lo que pensar y muy pocas posibilidades de entrar en unos playoffs que, otra vez, se les van. El cambio de tendencia, si es que se produce, tardar¨¢ todav¨ªa en llegar. Es, desde luego, el cuento de nunca acabar.