Los mejores extranjeros de la historia del Real Madrid
Una lista con los mejores de la historia es tan dif¨ªcil como injusta. Esta es la nuestra tras bordear la dificultad y caer en la injusticia. Los trece mejores extranjeros de la historia del Real Madrid, en la que no aparecen ni Clifford Luyk ni Waye Brabender, espa?oles a todos los efectos. Los trece podr¨ªan formar una plantilla y est¨¢n por su calidad. Algunos han sido directamente los mejores, como Doncic y Sabonis, en otros ha primado su largo recorrido y enorme contribuci¨®n en una etapa ganadora (Carroll y Szczerbiak), los hay que se significaron en ¨¦poca de vacas flacas (Bullock) y los que en un periodo no muy largo, incluso breve, dejaron un gran legado visual y emocional (Petrovic y Delibasic). De los trece, hasta cinco han jugado en esta ¨²ltima d¨¦cada a las ¨®rdenes de Pablo Laso, en una nueva era dorada del baloncesto madridista. Se quedan fueran jugadores como Wayne Robinson, Brian Jackson, Nocioni, Djordjevic, Bodiroga, Hervelle, Burgess, Thompkins¡, que se lo merecieron o lo pelearon por parecidos motivos a los descritos.

Luka Doncic (2015-18)
La deslumbrante irrupci¨®n del base esloveno con solo 13 a?os en la cantera del Real Madrid, donde lo gan¨® todo siempre jugando en categor¨ªas superiores a las que marcaba su edad, nos viene a la memoria viendo ahora su impacto en la NBA. Aspirante ya a mejor jugador europeo de la historia con solo 21 a?os. Desde su debut en el primer equipo en abril de 2015 hasta su adi¨®s en junio de 2018 rumbo a Dallas sigui¨® gan¨¢ndolo todo (bueno, todo no, le falta la Supercopa). En tres temporadas y media levant¨® tres Ligas, dos Copas, una Intercontinental y la d¨¦cima Copa de Europa como MVP de la Final Four y de la temporada. Creci¨® y se crio en la Casa Blanca y, ahora, como una gran estrella NBA, demuestra un apoyo constante al Madrid siempre que tiene la oportunidad. El v¨ªnculo emocional con la afici¨®n sigue muy vivo.

Arvydas Sabonis (1992-95)
Uno de los mejores jugadores europeos de todos los tiempos, posiblemente el mejor ¡®cinco¡¯, leyenda del baloncesto de los ochenta con la camiseta de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y del Zalgiris y luego h¨¦roe de Lituania. Y del Real Madrid. Por todo el talento acumulado en el cuerpo de un gigante de 2,20 metros, por sus conquistas y recorrido en el club y por c¨®mo hablan de ¨¦l sus excompa?eros, Sabas es probablemente el mejor extranjero de la historia del equipo blanco junto a Luka Doncic. Rompi¨® el dominio catal¨¢n en la ACB, el del Bar?a y el del Joventut, devolviendo la Liga a Madrid siete temporadas despu¨¦s. Al a?o siguiente, en 1994, repiti¨® con un 3-0 en el colosal Palau Sant Jordi azulgrana. En 1995, justo antes de irse a la NBA, dej¨® la guinda, la ansiada octava Copa de Europa tras 15 a?os de sequ¨ªa. Los 66 de valoraci¨®n que sum¨® hace 25 a?os se mantienen como r¨¦cord en la ACB (32 puntos, 27 rebotes, 5 tapones y 5 recuperaciones en Ourense).

Drazen Petrovic (1988-89)
Fue el gran azote del madridismo durante cuatro temporadas, estuvo a punto de fichar por el Bar?a y solo pas¨® diez meses vestido de blanco. Incluso su Liga, la llamada de Petrovic, la perdi¨® a manos del Bar?a de A¨ªto, Epi y Norris. Sin embargo, su carisma sobre la pista y ambici¨®n por ser el mejor, tambi¨¦n su est¨¦tica, le sit¨²an a la cabeza de cualquier clasificaci¨®n. Petrovic es leyenda del baloncesto europeo, quiz¨¢ el jugador m¨¢s carism¨¢tico de todos los tiempos. En Zagreb, la afici¨®n iba dos horas antes al pabell¨®n para verle calentar. En Madrid, a los ni?os nos llevaban de excursi¨®n para observar sus entrenamientos. Pu?o arriba, bicicleta en el aire y lengua fuera, se?as de identidad. Un anotador tan obsesivo que abri¨® un cisma en el equipo tras anotar 62 puntos en la final de la Recopa de 1989 al Snaidero de Oscar Schmidt, la mayor exhibici¨®n nunca vista en un duelo por un t¨ªtulo continental. Dobleg¨® al Bar?a en la Copa y en los choques directos, hasta la final de Liga perdida en el Palau con aquel arbitraje que tambi¨¦n es historia. Sud¨® sangre en la NBA, pero triunfo. Y un d¨ªa quiso volver al Madrid y¡ no hab¨ªa dinero para pagarle. Un fatal accidente acab¨® con su vibrante historia en 1993.

Jaycee Carroll (2011-Actualidad)
El escolta estadounidense fue el primer fichaje de la era Laso, uno de los tres jugadores junto con Llull y Reyes en recorrer el camino ¨ªntegro al lado del t¨¦cnico. Es decir, part¨ªcipe en los 20 t¨ªtulos ganados en la nueva edad de oro de la canasta madridista y el extranjero con m¨¢s partidos disputados (casi 650) en la historia del club por delante de Louis Bullock. El mejor tirador de Europa de las ¨²ltimas temporadas, el m¨¢s explosivo saliendo de los bloqueos, capaz de desequilibrar la mejor defensa y romper cualquier final, como en su primer ¨¦xito, en la Copa del Sant Jordi en 2012 o en la novena Copa de Europa conquistada en Madrid con 11 puntos de carrerilla que doblegaron al Olympiacos. Su dominio del espa?ol le ha hecho m¨¢s cercano a la grada que otros jugadores de esta ¨¦poca. Cuando se retire en 2021, dejar¨¢ su huella en el coraz¨®n de la afici¨®n.

Walter Szczerbiak (1973-80)
Junto a Carroll es el jugador estadounidense m¨¢s importante en la historia del club, aunque naci¨® en Hamburgo, Alemania. Un anotador compulsivo, un alero de 1,98 m que encaj¨® en el equipo desde el primer d¨ªa e hizo una gran carrera. Su fichaje fue otro acierto de Pedro Ferr¨¢ndiz, que en la d¨¦cada previa en sus excursiones por Estados Unidos se hab¨ªa tra¨ªdo a Hightower, Luyk y Brabender, entre otros. Walter lleg¨® a prueba en el verano de 1973, fruto de la amistad de Ferr¨¢ndiz con Lou Carnesecca, entrenador de la Universidad de St. John¡¯s, y convenci¨®. A los dos meses ya daba entrevistas en espa?ola. Acumul¨® siete temporadas de blanco, aunque solo disput¨® la Liga en las cuatro primeras, en las que siempre gan¨® el t¨ªtulo. Tambi¨¦n levant¨® tres Copas de Europa y tres Intercontinentales con actuaciones decisivas y a¨²n hoy, casi 45 a?os despu¨¦s de batirlo, mantiene el r¨¦cord encestador de la Liga con 65 puntos. Los que le meti¨® al Breog¨¢n (140-48) el 6 de febrero de 1976 cuando a¨²n no exist¨ªan triples. Una proeza.

Facundo Campazzo (2014-15 y 2018-Actualidad)
En las dos ¨²ltimas temporadas ha sido reconocido por muchos como el mejor base puro de Europa sin llegar al 1,80 de estatura. Tambi¨¦n el mejor defensor. Aterriz¨® en el verano de 2014, tras el Mundial de Espa?a, particip¨® en la temporada perfecta y se march¨® cedido dos cursos a Murcia. Despu¨¦s de compartir cancha y entrenamientos con Sergio Rodr¨ªguez, Doncic y Llull, agarr¨® el testigo en la direcci¨®n con la marcha del esloveno a la NBA. Al mando, encaden¨® t¨ªtulos y premios individuales. Tambi¨¦n cogi¨® el relevo de Nocioni para aportar ese car¨¢cter competitivo tan argentino. El club vio en ¨¦l un referente claro y le hizo, como a Tavares, un contrato por cinco a?os muy poco habitual en estos tiempos. Ahora, sin embargo, tiene decidido marcharse a EE UU, a intentar vivir el sue?o americano. Hasta entonces, y no queda mucho, sigue quemando kil¨®metros con la camiseta blanca.

Louis Bullock (2004-10)
Hasta noviembre de 2016, cuando Carroll le alcanz¨®, Bullock era el extranjero con m¨¢s partidos disputados en la historia del Real Madrid: 364. Hab¨ªa desembarcado en el club en el verano de 2004 de la mano de Maljkovic y su primer a?o fue triunfal. Celebr¨® la Liga y el MVP de la final, de la que fue eliminado en el ¨²ltimo tramo del quinto partido. Un gui?o del destino porque dej¨® su sitio a Herreros para que este metiera el triple de su vida antes de retirarse. Despu¨¦s de un buen inicio de blanco, y de lograr su segunda Liga y la Copa ULEB en su tercera campa?a, la del estreno de Joan Plaza en el banquillo, le toc¨® vivir a?os duros. Sweet Lou, conocido as¨ª por el enorme talento que le permit¨ªa ejecutar sus movimientos con aparente suavidad, fue el l¨ªder ofensivo durante cinco temporadas, en una carrera sin ¨¦xito por devolver al Real a la Final Four. Dej¨® partidos memorables dentro de un equipo combativo e identificable (Ra¨²l, Mumbr¨², Hervelle, Reyes¡) al que le falt¨® un empujoncito, m¨¢s piezas de calidad. Bullock, familiar y hogare?o, cal¨® hondo entre los aficionados. Messina le puso la cruz y ¨¦l iba camino de los 34 a?os (la edad no perdona), pero el club permiti¨® que su salida en el verano de 2010 fuera por la puerta de atr¨¢s y sin reconocimiento.

Mirza Delibasic (1981-83)
Hay tipos que llegan, apuran la vida y se van pronto y, sin embargo, dejan un recuerdo imborrable. Ese fue Mirza Delibasic. El bosnio aterriz¨® en Madrid en el verano de 1981, al mismo tiempo que Fernando Mart¨ªn, como pieza destacada de una de esas generaciones de oro que dio Yugoslavia, campe¨®n ol¨ªmpico, del mundo y de Europa, y tras m¨²ltiples exhibiciones en el Bosna Sarajevo, campe¨®n continental de clubes en 1979. Un talento no visto antes en nuestro baloncesto por su facilidad para interpretar el juego, con una capacidad de pase y anotaci¨®n asombrosa. Muy inteligente. Sus gestos t¨¦cnicos y su tiro en suspensi¨®n eran pura clase. Pero sus compa?eros lo recuerdan, sobre todo, fuera de la pista. Cal¨® muy profundo en el vestuario por su personalidad y humanidad. Aprendi¨® r¨¢pido el espa?ol, Lolo Sainz asegura incluso que en sus primeras horas ya se manejaba con algunas bromas, y pas¨® pronto a ser uno m¨¢s de la familia blanca. Cartas, tenis¡ lo que le echaran. Le sobraba calidad para cualquier cosa. Estuvo solo dos temporadas y se march¨® en 1983 porque ¨¦l mismo acept¨®, sin cobrar el a?o que le quedaba de contrato, que ¡°el equipo necesitaba un p¨ªvot¡± al tiempo que se declaraba madridista para siempre y pagaba por adelantado la cuota de socio. Aunque apenas contaba con 29 a?os, se le notaba cierto declive f¨ªsico. En septiembre de ese mismo a?o sufri¨® un infarto cerebral. La guerra de Yugoslavia le marcar¨ªa luego profundamente y falleci¨® en 2001 con solo 47 a?os. Su memoria es eterna.

Joe Arlauckas (1993-98)
El ala-p¨ªvot de Rochester estuvo cinco temporadas en las que vivi¨® de todo, desde la gloria de ganar la Octava junto a Sabonis hasta un feo final con una mala salida del club. A?os despu¨¦s de su retirada regres¨® a Espa?a para quedarse. En el Madrid aterriz¨® en 1993 como uno de los grandes americanos de la ACB despu¨¦s de salirse en M¨¢laga y en Vitoria. Iba a formar pareja interior con Sabas, la mejor de Europa, pero la adaptaci¨®n no ser¨ªa sencilla. Ten¨ªa un buen tiro de media distancia, sin embargo, le gustaba jugar por dentro y el gigante lituano ocupaba mucho espacio. Se molestaban. No fue f¨¢cil que ambos se acoplaran dentro y fuera de la pista, pero cuando las piezas encajaron¡ lleg¨® la ansiada Euroliga en 1995 que el baloncesto blanco llevaba 15 a?os persiguiendo. Al a?o siguiente, ya sin Sabas, hizo pareja con Zoran Savic y el equipo volvi¨® a la Final Four. En esa misma temporada, el 15 de febrero de 1996, anot¨® 63 puntos en la Euroliga en la pista del Virtus Bolonia con 24 de 28 en tiros de dos y 15 de 18 en tiros libres. Una marca inalcanzable hoy en d¨ªa.

Miles Aiken (1966-69)
Los protagonistas de la ¨¦poca, sus compa?eros en el Real Madrid, lo consideran pieza fundamental de los ¨¦xitos blancos de finales de los sesenta, un p¨ªvot muy comprometido en la lucha contra la discriminaci¨®n racial que incluso renegaba de la sociedad estadounidense del momento. Un interior inteligente de 1,98 m con unos muy buenos fundamentos t¨¦cnicos: juego de pies, reverso, buena mano¡ Lleg¨® desde Bilbao como m¨¢ximo anotador de la Liga y en su primer curso de blanco, el 66-67, gan¨® la primera de sus dos Copas de Europas en tres a?os con un protagonismo esencial. Y no fueron tres seguidas por la derrota tras una doble pr¨®rroga en la final de Barcelona en 1969 ante el TSKA de Mosc¨². Aiken tuvo el triunfo en su mano, pero fall¨® una bandeja sin oposici¨®n. Tan clara, que Pedro Ferr¨¢ndiz, su entrenador y con el que mantuvo un pulso permanente porque no aceptaba su disciplina, ha asegurado durante a?os, medio en broma medio en serio, que aquel tiro lo err¨® a prop¨®sito. Semanas despu¨¦s, Aiken dejaba el club.

Juan Ram¨®n B¨¢ez Mari?o, Johnny B¨¢ez (1957-60)
Eran otros tiempos, han pasado ya 60 a?os, pero Johnny B¨¢ez (Puerto Rico, 1935) ayud¨® a mejorar el baloncesto espa?ol, en eso coinciden los m¨¢s veteranos, los que le vieron jugar. Un p¨ªvot de 1,89 m que para la ¨¦poca no estaba mal, aunque lo que dej¨® huella fue su estilo revolucionario. ¡°Marc¨® un antes y un despu¨¦s. R¨¢pido, coordinado, con buen bote, dotado de un gran salto, con facilidad en el tiro y muy elegante. Su juego nada ten¨ªa que ver con el de la mayor¨ªa de p¨ªvots de la ¨¦poca¡±, explica el propio club blanco en el cap¨ªtulo destinado a sus leyendas. B¨¢ez estuvo tres temporadas y en dos fue el m¨¢ximo anotador de una Liga que arranc¨® justo entonces, de hecho, fue el protagonista en los dos primeros t¨ªtulos de la competici¨®n que gan¨® el Real Madrid.

Edy Tavares (2017-Actualidad)
El de Cabo Verde es un p¨ªvot de los que no estaban de moda, un gigante de 2,20 en un baloncesto en el que se llevan los interiores m¨®viles y tiradores. El Madrid lo fich¨® en octubre de 2017 tras la grave lesi¨®n del serbio Kuzmic y el impacto result¨® casi inmediato. El mejor p¨ªvot defensivo de la actual Euroliga y uno de los m¨¢s determinantes por su influencia en el juego. Afronta su cuarta temporada en el baloncesto madridista con el que ha ganado ya siete trofeos. Un cap¨ªtulo, sin embargo, que acaba de abrirse, puesto que tiene solo 28 a?os y en el verano de 2019 el club renov¨® su contrato por cinco campa?as, hasta 2024. Una apuesta decidida por un jugador que puede marcar una ¨¦poca, aunque con lo vivido hasta ahora se encuentra por derecho entre los mejores extranjeros de siempre del equipo blanco.

Gustavo Ay¨®n (2014-19)
El Tit¨¢n de Nayarit era un viejo anhelo del Madrid y de Pablo Laso que pudo hacerse realidad en septiembre de 2014, una vez que el p¨ªvot mexicano logr¨® recomprar al Barcelona los derechos que el club azulgrana ten¨ªa sobre ¨¦l. Llegar y besar el santo, la temporada perfecta con pleno de t¨ªtulos en la que Nocioni, Reyes, Llull y Rudy recibieron premios de MVP en distintas competiciones, pero en la que Ay¨®n result¨® determinante para darle solidez al bloque. Como fue decisivo en la Final Four con una actuaci¨®n descomunal en la semifinal ante el Fenerbah?e: 18 puntos, 7 rebotes y 6 asistencias para 30 de valoraci¨®n. Con los a?os, su potencia f¨ªsica e intimidadora se redujo, tambi¨¦n esa capacidad para defender casi a cualquier jugador en los desajustes, pero su lectura del juego fue en aumento, lo que le permiti¨® actuar como un segundo base desde los postes. Una pieza clave en la era Laso. Dej¨® el Madrid en 2019 por su deseo frustrado de tener una segunda oportunidad en la NBA. Acab¨® en San Petersburgo y ahora ha regresado a su pa¨ªs.