Karvel Anderson: "Llegu¨¦ a vivir en la calle, pero segu¨ª luchando"
El jugador del Montakit Fuenlabrada vivi¨® una infancia dif¨ªcil: "Mi madre estuvo en la c¨¢rcel, no conozco a mi padre... a¨²n as¨ª siempre supe que quer¨ªa cambiar mi vida".

"Nunca te rindas" es la frase que ha marcado la vida del escolta estadounidense Karvel Anderson, con una infancia dif¨ªcil que le llev¨® a vivir en las calles siendo adolescente y en la que el baloncesto y su tenacidad le permitieron salir a flote para lograr su sue?o: ser jugador profesional.
"Mi madre estuvo en la c¨¢rcel, no conozco a mi padre, viv¨ª solo en las calles durante mucho tiempo. Y no estoy seguro de c¨®mo ni por qu¨¦, pero siempre hab¨ªa algo dentro de m¨ª que me dec¨ªa 'nunca te rindas'. Aunque las cosas fueran dif¨ªciles, siempre supe que quer¨ªa ser jugador de baloncesto profesional, que quer¨ªa cambiar mi vida", relat¨® Anderson durante una extensa entrevista con la Agencia EFE.
Escuchar a Karvel Anderson (Elkhart, Indiana, Estados Unidos, 1991) es m¨¢s que aproximarse al escolta tirador que ha contratado el Montakit Fuenlabrada para asegurarse puntos esta temporada. Mucho m¨¢s que los 25 tantos y el 50 % de acierto en triples que ofreci¨® en su debut ante su afici¨®n, contra el San Pablo Burgos (76-87).
Su discurso es una aut¨¦ntica lecci¨®n de vida, de superaci¨®n personal, con pasajes muy duros y conclusiones luminosas que el exterior plantea durante la conversaci¨®n, el relato de una vida con muchas dificultades que comparti¨® con EFE en su nueva casa, el Pabell¨®n Fernando Mart¨ªn de Fuenlabrada (Madrid).
"No conoc¨ª a mi padre, ni un nombre, ni una foto. Cuando ten¨ªa 13 a?os, mi madre fue a prisi¨®n por seis a?os y me encontr¨¦ solo. Ten¨ªa dos hermanas, pero eran de otro padre diferente que las acogi¨®, ¨¦l no me quer¨ªa a m¨ª. No tuve otra opci¨®n", explica Anderson.
El joven Karvel pas¨® por casas de diferentes amigos, cambiando de lugar cada d¨ªa, hasta que decidi¨® que no quer¨ªa cargar sus problemas a otras personas.
"Quer¨ªa hacer lo que tuviera que hacer yo solo para cambiar mi vida. Si tengo que dormir en las calles, duermo en las calles. Hice cosas de las que no estoy orgulloso para sobrevivir, pero las hice con el mejor coraz¨®n, con la idea de ser mejor", recuerda un Anderson que lleg¨® a tener que hurtar comida en las tiendas y viv¨ªa con apenas "un par de camisetas, un pantal¨®n y dos mudas".
Durante este periodo duro, Anderson encontr¨® refugio en el baloncesto. "Durante un tiempo en el que no tuve una casa para vivir, me pasaba todo el tiempo en el pabell¨®n, tirando y tirando. Era un edificio, un lugar en el que estar a cubierto", explica.
Criado en Elkhart, localidad de 50.000 habitantes de Indiana (EE.UU.) especializada en la producci¨®n de caravanas, fuertemente golpeada por la recesi¨®n econ¨®mica de 2008 y con un alto ¨ªndice de criminalidad, el hoy jugador del Fuenlabrada admite que muchos de sus amigos de la infancia est¨¢n hoy "muertos o en prisi¨®n".
"Creo que el baloncesto me salv¨® de alguna manera", a?ade Anderson, que sali¨® de la calle con la ayuda de un entrenador de baloncesto del instituto.
"Siempre tuve mucho orgullo, pero ese entrenador me vio pasarlo mal. ?l no hab¨ªa podido tener hijos y fue como un padre para m¨ª. Yo fui como un hijo para ¨¦l, y tanto ¨¦l como su mujer me acogieron y me ayudaron a ser un mejor jugador y una buena persona, a preocuparme por los dem¨¢s", explica.
Anderson tambi¨¦n vivi¨® con su abuelo ¡ª"un hombre duro, militar, ten¨ªa tres trabajos al mismo tiempo y me ense?¨® que no se trata de pensar en uno mismo", rememora¡ª, y lleg¨® a trabajar en una factor¨ªa al tiempo que estudiaba. Consigui¨® llegar a la Universidad: primero en Glen Oaks Community College (Michigan) y luego en Robert Morris (Pensilvania), donde fue el mejor jugador de la Conferencia Noreste.
En esa etapa universitaria su ejemplo salt¨® al foco p¨²blico a partir de una carta que le dirigi¨® la entonces primera dama estadounidense Michelle Obama, d¨¢ndole las gracias por su "determinaci¨®n para superar la adversidad".
"Ella escuch¨® mi historia y me escribi¨® para decirme que estaba orgullosa de c¨®mo hab¨ªa superado todo y esperaba que la gente siguiera mis pasos. Tengo la carta en mi m¨®vil, la miro vaya donde vaya, cuando tengo momentos dif¨ªciles o un partido duro", explica.
Tras pasar la etapa universitaria, la NBA no llam¨® a su puerta -"tuve pruebas con varios equipos, pero todos dec¨ªan lo mismo: 'es muy peque?o (mide 1,88 metros), no es un base pero tampoco es un escolta", explica- y apareci¨® la oportunidad del baloncesto europeo.
El Andrea Costa Imola, de la segunda divisi¨®n italiana, fue su primer destino durante dos temporadas, de ah¨ª a la Bundesliga alemana (Eisbaren Bremerhaven) y a Francia, donde disput¨® una temporada en el Boulazac Basket Dordogne y otra en el BCM Gravelines. All¨ª se hizo un nombre como un tirador solvente.
"Mi objetivo era jugar en la ACB, es una liga muy respetada, una de las mejores, si no la mejor en Europa. Quer¨ªa seguir creciendo, probarme que puedo jugar en este nivel", explica Anderson sobre su nuevo destino: Fuenlabrada, una localidad de la que "no sab¨ªa nada" antes de llegar, pero en la que tiene muy claro que quiere ser alguien a quien la afici¨®n "disfrute viendo jugar".
"El plan es jugar como ante el Burgos (25 puntos, 50% en triples), como he jugado toda mi carrera, pero buscar el equilibrio con el equipo, si tengo que ser un Karvel que mete 10 y ganamos, lo prefiero", reconoce un Anderson que ha tenido durante esta ¨²ltima semana un curso acelerado de rivalidad local contra el Movistar Estudiantes, su rival del pr¨®ximo domingo (12.30 horas).
El nuevo jugador del Fuenlabrada explica su historia personal sin atajos y considera que es bueno dar a conocer que un deportista de ¨¦lite ha llegado ah¨ª tras superar momentos duros. "Muchas veces los grandes atletas, los m¨²sicos, los actores, son gente que ha sufrido cuando fueron j¨®venes", apunta.
"Los aficionados que vinieron a verme en el partido ante Burgos y me vieron meter 25 puntos lo ¨²nico que saben de m¨ª es que soy capaz de meter esos puntos, pero no saben que me cost¨® a?os de sufrimiento, de sangre, de l¨¢grimas, perder familia", reflexiona.
Anderson admira al exjugador Allen Iverson -"tuvo una vida dif¨ªcil, incluso en la NBA", recuerda- y al recientemente retirado Kobe Bryant por su "fortaleza mental". "Creo que cuando llegas a un determinado nivel todos son buenos jugadores, la diferencia es lo mental. Es lo que diferencia a Real Madrid o Barcelona", explica.
El escolta del Fuenlabrada se hace llamar en las redes sociales '@ThaBestKeptScrt' ('The Best Kept Secret', el secreto mejor guardado), una met¨¢fora de los impedimentos vividos en su carrera.
"Siempre ha habido alguien que me ha dicho que soy muy bajo, o no suficientemente fuerte, o no suficientemente bueno. Creo que soy un diamante en bruto, alguien que es bueno pero que nadie conoce", explica.
En Fuenlabrada, aspira que la Liga Endesa reconozca su calidad para dar un paso adelante en su carrera. Una trayectoria deportiva que no ser¨¢ el final de su historia, ya que entre sus sue?os est¨¢ relatar su historia en un libro que escribir¨¢ cuando se retire.
"Ahora soy Karvel, el jugador de baloncesto, pero alg¨²n d¨ªa dejar¨¦ de serlo y quiero ser alguien al que los ni?os vean como un modelo, por mi historia y por las ense?anzas que les puedo aportar", afirma Karvel Anderson.
En un Pabell¨®n Fernando Mart¨ªn en silencio tras toda una ma?ana de entrenamientos, el periodista le pide a Anderson un ¨²ltimo consejo, una ense?anza que haya sacado de su complicada trayectoria vital. El escolta se da unos segundos de silencio y contesta: "No importa en qu¨¦ situaci¨®n est¨¦s, siempre hay una salida".