Brooklyn Nets: arrancar de nuevo desde la tierra quemada
Sean Marks como general manager y Kenny Atkinson para el banquillo son los rostros del reinicio de los Nets tras su p¨¦simo estreno en Brooklyn.


Mikhail Prokhorov se hizo con los Nets hace m¨¢s de cinco a?os, el plazo en el que asegur¨® que llevar¨ªa un t¨ªtulo a la franquicia¡ o se casar¨ªa. El multimillonario ruso, y playboy vocacional en su pa¨ªs, no cumpli¨® su palabra aunque los Nets est¨¢n a a?os luz de donde deber¨ªan seg¨²n sus grandiosos planes. Dentro de su sue?o de conquista global, el primer due?o no estadounidense de una franquicia NBA llev¨® el equipo a Brooklyn, uno de los epicentros del mundo, y al imponente Barclays Center, la joya de una corona francamente deteriorada: los Nets est¨¢n anclados en ninguna parte, en la zona cero de una reconstrucci¨®n complicad¨ªsima despu¨¦s de que se desvaneciera el equipo de Playstation que conform¨® Prokhorov para el traslado a Brooklyn: Deron Williams, Joe Johnson, Paul Pierce, Kevin Garnett, Brook Lopez¡ y Jason Kidd a los mandos. Tras la salida de Joe Johnson, de aquello no queda nada. Bueno s¨ª, una ¨²ltima cosa: Brook Lopez.
As¨ª que los Nets est¨¢n en ninguna parte, ante otra temporada de muchas derrotas de las que se obtiene muy poco beneficio¡ o m¨¢s bien de las que obtienen beneficio los Celtics, que se cebaron con sus rondas de draft en la salida de Pierce y Garnett. As¨ª que ni siquiera tienen motivaci¨®n para perder y perder viendo partidos de la NCAA. Al menos, una franquicia ahora mismo sin identidad se ha puesto a buscarla. Y cuando se buscan las cosas, a veces se encuentran: Sean Marks, forjado en la cultura Spurs, la que todo el mundo trata de replicar ahora, es el general manager encargado de reconducir, con mucha paciencia, el destrozo que dej¨® Billy King al dictado de Prokhorov. Kenny Atkinson, alumno de Budenholzer (otro de escuela Spurs) en Atlanta, es una apuesta refrescante para el banquillo de un equipo por ahora concentrado en soltar lastre para poder encarar un futuro que parece no llegar nunca. La apuesta es observar a j¨®venes con mucho que demostrar, ir dando forma a una idea, la que sea, y poner un pu?ado de victorias en manos de Jeremy Lin, que vuelve al Nueva York en el que se hizo c¨¦lebre con la Linsanity, y Brook Lopez. Por ahora, nada m¨¢s. Aunque tener las manos tan liberadas convierte a los Nets en un aspirante a tratar, dentro de las limitaciones que arrastra, de moverse en el mercado. Sean Marks tiene mucho trabajo. Lo bueno es que parece que sabe por d¨®nde empezar para lograr algo francamente dif¨ªcil: reiniciar una franquicia pr¨¢cticamente desde la tierra quemada.