El Real Madrid pierde el liderato liguero 78 jornadas despu¨¦s
El equipo blanco cae en Bilbao encajando 89 puntos. Lleg¨® a perder por 21 al descanso. Hervelle, Bertans y Colom lideraron la gran actuaci¨®n del equipo vasco.


Tanto repetir que lo importante es llegar fuerte a mayo, que al final cada uno lo interioriza a su modo. Y los jugadores del Madrid lo han hecho de la peor manera posible: autorregulando sus propios esfuerzos, cuando debe ser el entrenador quien reparta esos descansos. Mientras est¨¦n en la pista, a morder, como Felipe Reyes. La actitud de sus compa?eros es tan l¨®gica como inconveniente; peligrosa, dir¨ªamos. Lo vimos en Bilbao.
Encadenas partidos a medio gas y cuando quieres de verdad ya no puedes. Y el Madrid quiso ganar con todas sus fuerzas en la segunda parte tras sentirse humillado en la primera. Humillado como en aquel a?o de Molin y Messina (2011), humillado como en el batacazo de 2012 en el Top-16 (lleg¨® a firmar seis derrotas en siete partidos ante los Hombres de Negro). Desquiciado, impotente. Un retroceso de tres a?os en el camino avanzado, sin liderato despu¨¦s de dos temporadas y media ah¨ª arriba (primero en solitario o col¨ªder durante 78 jornadas seguidas).
Le tumb¨®, adem¨¢s, un Bilbao Basket rebosante de energ¨ªa, pero no de f¨ªsico. Sin Ra¨²l L¨®pez ni Gabriel y con varios tocados, entre ellos Dairis Bertans, el art¨ªfice del descosido inicial: 16 puntos sin fallo en 11 minutos y reca¨ªda. Ya no volvi¨® a jugar. Un Bilbao grande, como aquel que nos queda ahora tan lejos y a la vez tan cerca, aquel que se col¨® en la final ACB y puso en aprietos al CSKA de Kirilenko en la Euroliga. Un club con alma, con un respaldo social de los que no abundan. Una plaza imprescindible en esta Liga Endesa.
Dec¨ªamos que el Madrid perdi¨® en la primera parte (53-32) la batalla del deseo y tambi¨¦n la del acierto, goleado por un enemigo infalible. Colom manejaba y los tiradores romp¨ªan. Una y otra vez. Circulaci¨®n muy buena y bal¨®n al punto exacto ante un rival plomizo, lento de pies y de mente. Al descanso, 10 de 21 en triples frente al 1 de 11 visitante. Un abismo de 21 puntos, 53 encajados. Lo de Sassari, los apenas 58 tantos recibidos en la Euroliga, se confirma como un espejismo.
Tan desacertado estaba el Madrid que ni siquiera aprovech¨® una falta de Mumbr¨² y la t¨¦cnica que le eliminaba en el minuto 23. Le hab¨ªan concedido tres tiros libres y la posesi¨®n posterior; pues bien, fall¨® los tres (Ay¨®n, dos y Reyes, uno) y luego perdi¨® el bal¨®n. Desastre total. A Maciulis, claramente superado, no le dio tiempo ni a abrir la boca, igual que a Mejri; Rivers firm¨® otra mala actuaci¨®n, como Rudy, empe?ado en forzar en el lanzamiento cuando crece con el equipo siempre que lo hace f¨¢cil y natural (mejor¨® al final); Bourousis y Ay¨®n sin toque, desubicados quiz¨¢ por las rotaciones, pero no s¨®lo, lentos; Carroll batido en defensa por su par y¡ ?Qu¨¦ nos queda? Pues Campazzo, que hizo lo que pudo; Llull, que reaccion¨® aunque se trag¨® el vendaval inicial, lo mismo que Nocioni; y Reyes, un basti¨®n permanente pero insuficiente. M¨¢s Sergio Rodr¨ªguez lesionado (pubalgia).
El Madrid perdi¨® en defensa y se dio el batacazo en ataque. Justo lo contrario que el Bilbao, que cerr¨® bien el aro y forz¨® a tirar de fuera a un enemigo en d¨ªa aciago. Al final del tercer cuarto manten¨ªa los 20 de ventaja mientras el Madrid empujaba ya con todo, lo que multiplica el m¨¦rito local. Plet¨®rico Hervelle cuando a su equipo se le agotaban las reservas de adrenalina. En el ¨²ltimo cuarto ya no pod¨ªa m¨¢s. Deb¨ªa vivir de las rentas, con Tob¨ªas Borg encadenando cuatro puntos vitales. Mucho m¨¢s de lo que parecen. Porque el Madrid hab¨ªa sacado las tijeras de recortar: 81-70 a falta de 5:53. Hab¨ªa tiempo, pero no punter¨ªa (5 de 26 de tres). Los de Sito Alonso, qu¨¦ gran trabajo, resistieron con lo poco que les quedaba. Suficiente.