Los Estados Unidos ampl¨ªan la brecha con el resto del mundo
El Mundial acaba con la sensaci¨®n de que EE UU vuelve a poner tierra de por medio. Sus cifras recuerdan a sus dos mejores versiones: las de Barcelona 92 y Atlanta 96.


LeBron no estaba aqu¨ª, Kobe no estaba aqu¨ª¡ Era nuestro turno y hemos demostrado que no somos un Equipo B sino otro Equipo A¡±. Habla Kenneth Faried, ala-p¨ªvot de Denver que estuvo hasta el final en la quiniela por el MVP y termin¨® en el Mejor Quinteto de un Mundial que ha ensanchado la brecha entre EE UU y el resto del mundo. Faried representa el esp¨ªritu de una selecci¨®n que estaba a priori por debajo de sus ¨²ltimas versiones: no habr¨ªa jugado en Espa?a si no se hubieran borrado Howard, Bosh, Aldridge, Griffin o Love. No fue s¨®lo el juego interior. Tambi¨¦n faltaron Paul, Westbrook, Bryant?, James, Anthony, George, Leonard y Durant.
Pero el torneo ha acabado por demostrar que la zanja entre EE UU y los dem¨¢s es estructural: ninguna otra selecci¨®n tiene su profundidad ni su capacidad de regeneraci¨®n. Las constelaciones de estrellas NBA han tenido cuatro grandes rivales desde que se reunieron en Barcelona 92: Lituania, Grecia, Argentina y Espa?a. Entre las cuatro le han ganado seis veces (Espa?a en el Mundial 2002) gracias a sus respectivas generaciones doradas, pero los a?os pasan y el relevo no alcanza ese nivel. Lituania busca quien emule a Jasikevicius, Kleiza y compa?¨ªa, Grecia a?ora a Papaloukas y Diamantidis, y Argentina y Espa?a agotan dos equipos hist¨®ricos: la albiceleste de Gin¨®bili, Scola, Nocioni y los juniors de oro espa?oles, cuyo futuro est¨¢ en el aire tras el varapalo ante Francia.
EE UU no padece estos problemas, siendo el ¨²nico pa¨ªs capaz de saltarse esos altibajos generacionales. Lleg¨® a Espa?a con una plantilla de s¨®lo 24 a?os de edad media, la segunda menor desde 1992 (23,5 en Atenas 2004). Y aunque ten¨ªa a cinco participantes en el ¨²ltimo All Star, ninguno de sus jugadores ha ganado un anillo y entre todos apenas han jugado 168 partidos de playoffs?. Pau Gasol, por ejemplo, ha jugado 105.
Pero Estados Unidos ha respondido a las dudas con n¨²meros para la historia: nueve victorias, todas por m¨¢s de 20 puntos (algo s¨®lo logrado en Barcelona 92 y Atlanta 96). Y por una media de 33 de diferencia, la mayor en Mundiales o Juegos desde Canad¨¢ 1994 (37,7) y, otra vez, el Dream Team de Barcelona (43,7).
El equipo de Krzyzewski (75 triunfos en 76 partidos como seleccionador) ha sido el mejor del Mundial en anotaci¨®n (104,6), valoraci¨®n (127,3), rebotes (44,8), porcentaje de tiro (52%), asistencias (20,4) y robos (12,1). Y ha respondido a la falta de superestrellas consagradas con una exhibici¨®n coral: ning¨²n jugador entre los diez mejores en anotaci¨®n ni valoraci¨®n, pero seis con promedios de diez o m¨¢s puntos: Harden, Thompson, Faried, Davis, Irving y Curry. Los estruendosos equipos ol¨ªmpicos de Barcelona 92 y Londres 2012 se quedaron en cinco. Su fuente de talento no se seca nunca.