Cuando los Bulls eligieron a Michael Jordan... y a Carl Lewis
1984: un draft que cambi¨® la historia del baloncesto. El primero de David Stern como comisionado y el de Michael Jordan, Olajuwon, Barkley, Stockton... y Sam Bowie.


ESPN oficializ¨® hace algunos a?os lo que toda Am¨¦rica hab¨ªa rumiado durante m¨¢s de dos d¨¦cadas y eligi¨® como la peor selecci¨®n jam¨¢s realizada en un draft de todos los deportes estadounidenses el n¨²mero 2 que en 1984 Portland Trail Blazers dio a Sam Bowie. Por detr¨¢s de Hakeem Olajuwon pero por delante de John Stockton, Charles Barkley¡ y Michael Jordan, que se fue con el 3 a Chicago Bulls. Nadie ha culpado nunca a los Rockets por la elecci¨®n de Olajuwon. El p¨ªvot de origen nigeriano hab¨ªa hecho temblar los cimientos de la NCAA en sus duelos con Patrick Ewing (n¨²mero 1 en 1985) y llev¨® a la franquicia texana a dos anillos en los dos a?os de retirada temporal de Michael Jordan (1994-95). Pero para los Blazers qued¨® el estigma, el epitome de la ocasi¨®n p¨¦rdida, las burlas a posteriori y una pesadilla recurrente que se fotocopi¨® de forma casi tragic¨®mica en 2007, cuando la franquicia de Oregon gast¨® el n¨²mero 1 en Greg Oden y dej¨® el 2 para Kevin Durant. El p¨ªvot devastado por las lesiones contra el anotador maravilloso. Mismo caso, 23 a?os de diferencia: el n¨²mero de Michael Jordan. Cosas¡
Top Ten y otras elecciones destacadas del draft de 1984
Por entonces, claro, Sam Bowie ya era una elecci¨®n de mucho riesgo. Las lesiones le hab¨ªan martirizado en Kentucky pero no dejaba de ser un p¨ªvot de 216 cent¨ªmetros y una promesa de dominaci¨®n en el baloncesto profesional que se vio cortada por una pesadilla que comenz¨® con una fractura de tibia en su tercer a?o con los Wildcats. Jug¨® en Portland entre el 84 y el 89, con una temporada entera en el limbo y s¨®lo 63 partidos (de 328 posibles) en las cuatro ¨²ltimas. Despu¨¦s tuvo un paso saludable (en todos los sentidos) por los Nets y un triste final en los Lakers. Cuando dej¨® el baloncesto, se meti¨® en el mundo de las carreras de caballos y se recluy¨®, harto de la sombra del fracaso, en esa Lexington donde se recordaba al gran Bowie de Kentucky, no al que apenas jug¨® cinco partidos entre 1986 y 1988. La gran historia maldita de los drafts, la leyenda negra del de 1984: Bowie formaba en los Wildcats una imponente pareja interior (twin towers: torres gemelas) con Melvin Turpin, elegido con el n¨²mero 6 por Washington y traspasado a Philadelphia. Los problemas de sobrepeso lastraron y acortaron su carrera NBA, pas¨® por el CAI Zaragoza (1988-89) y acab¨® suicid¨¢ndose en 2010, con 49 a?os y los diez ¨²ltimos trabajando como guardia de seguridad.
Los Blazers siempre llevar¨¢n en su memoria colectiva una elecci¨®n que hubiera cambiado su historia y la del baloncesto. Visto con perspectiva, ten¨ªan sus razones: contaban con un escolta All Star como Jim Paxon y otro en ciernes como Clyde Drexler. Quer¨ªan un p¨ªvot y de hecho fueron sancionados por enredar a destiempo con Olajuwon y Ewing antes de acabar en el maltrecho 2,16 de Bowie. En su decisi¨®n, adem¨¢s, pesaban los viejos axiomas del draft, del ¡°la t¨¦cnica se ense?a, los cent¨ªmetros no¡± al ¡°si quieres jugar bien hazte con un base, si quieres ganar elige a un p¨ªvot¡± que ya hab¨ªa convertido en jerga vintage Magic Johnson. En Portland lo ten¨ªan tan claro que el nombre de Michael Jordan ni siquiera se puso sobre la mesa. Lo reconoci¨® el por entonces entrenador, Jack Ramsay. El plan B en Oregon tampoco era Jordan. De haber cambiado el perfil de selecci¨®n, el elegido habr¨ªa sido Charles Barkley.
Por entonces, tampoco viene mal recordarlo, Michael Jordan era un proyecto sobresaliente que hab¨ªa anotado en cascada para los Tar Heels de North Carolina¡ pero todav¨ªa no se vislumbraba a uno de los mejores jugadores de siempre, para muchos el mejor. Era Michael Jordan pero a¨²n no era Michael Jordan. El propio Stern lo vino a reconocer a?os despu¨¦s y con cierta sorna nost¨¢lgica: ¡°Lleg¨® el turno y s¨®lo dije: ¡®Chicago Bulls elige a Michael Jordan, de la Universidad de North Carolina'. Nada m¨¢s ?Pod¨ªa imaginarme el jugador que iba a llegar a ser? Claro que no¡±. Ese primer Jordan, delgado y sonriente, se plant¨® despu¨¦s con 21 a?os en el aeropuerto O¡¯Hare de Chicago, donde nadie de los Bulls le esperaba. S¨®lo un conductor de limusina llamado George Koehler al que le hab¨ªa fallado un cliente y que ofreci¨® a Jordan, porque era fan de los Bulls y para aprovechar de alguna manera el viaje, llevarle a cualquier sitio por 25 d¨®lares. Recibi¨® 50, se qued¨® el cambio y entreg¨® a Jordan una tarjeta para cualquier cosa que necesitara. Hab¨ªa comenzado, cosas del destino, una amistad que ech¨® ra¨ªces durante toda la estancia de Jordan en Chicago. Nadie imaginaba por entonces la dimensi¨®n que acabar¨ªa teniendo ese jugador elevado despu¨¦s a concepto, a s¨ªntesis de un deporte y una industria. Tampoco de primeras su gran entrenador, Phil Jackson: ¡°Al principio para m¨ª era un chico que anotaba mucho casi todas las noches. Yo hab¨ªa jugado con Walt Frazier y Earl Monroe, sab¨ªa que hab¨ªa grandes jugadores que pod¨ªan anotar mucho cualquier d¨ªa. Pero Jordan lo hac¨ªa un d¨ªa y al siguiente y al siguiente¡¡±.
El draft de 1984 cambi¨® la NBA. Desde luego. El 19 de junio de 1984 lleg¨® Jordan como el 9 de junio de 1978 hab¨ªa llegado Bird y el 25 de junio de 1979, Magic. Como despu¨¦s llegar¨ªan Kobe Bryant (26/06/1996), Tim Duncan (25/06/1997) y LeBron James (26/06/2003). Fechas y nombres que definen la NBA como paisaje y el baloncesto como deporte. Aquel draft del 84 tambi¨¦n fue el primero como Comisionado de un David Stern todav¨ªa con bigote y el ¨²ltimo antes del sistema de loter¨ªa. Hasta ah¨ª, una moneda eleg¨ªa entre el peor de cada Conferencia y los dem¨¢s ca¨ªan por orden inverso a sus victorias. Fue la ¨²ltima vez y fue por ese maltra¨ªdo tanking que ha estado en boca de todos en la carrera de la ¨²ltima temporada por hacerse con Embiid, Wiggins o Jabari Parker. Ya entonces, hace 30 a?os, los Rockets fueron all in a por Olajuwon, el gigante nigeriano de la Universidad de Houston¡ firmando un 5-16 para acabar la temporada y adelantar en la foto finish como peor del Oeste a unos Clippers en ¨²ltimo a?o en San Diego, justo antes de Los ?ngeles.
1984 es el draft de los cuatro Hall of Famers elegidos entre los 16 mejores: Hakeem Olajuwon, Michael Jordan, Charles Barkley y John Stockton. Todos entre los mejores de la historia en sus respectivas posiciones, todos responsables de la transformaci¨®n y elevaci¨®n del baloncesto. Y el futuro sost¨¦n de la gran liga tras los dorados a?os ochenta. Lo que llen¨®, un a?o despu¨¦s lleg¨® Ewing, el enorme vac¨ªo que parec¨ªa abrirse tras la alargada sombra de Magic Johnson y Larry Bird. Un draft todav¨ªa con diez inacabables rondas (s¨®lo se televisaban las dos primeras) que permit¨ªa deliciosas excentricidades como la elecci¨®n en la d¨¦cima (n¨²mero 208) por los Bulls que acababan de hacerse con Michael Jordan de¡ Carl Lewis, de profesi¨®n leyenda del atletismo: nueve oros ol¨ªmpicos.
Olajuwon, Jordan, Barkley, Stockton: 47 All Star entre los cuatro. Y ocho anillos, siete MVP¡ y cinco oros ol¨ªmpicos. Jordan, Barkley y Stockton formaron en el Dream Team de Barcelona, Olajuwon (casi reci¨¦n naturalizado estadounidense) en su segunda versi¨®n, la de Atlanta 96. Una generaci¨®n marcada por el inolvidable equipo del 92, el p¨®ster que explicaba todo lo que hab¨ªa convertido ya por entonces a la NBA en un fen¨®meno de masas a nivel mundial. Y marcada tambi¨¦n por los Juegos de 1984, los de Los ?ngeles y la plata de Espa?a. Las semanas previas al draft coincidieron con el campus del que sali¨® con vitola de ol¨ªmpico Michael Jordan. Stockton y Barkley, no. Este ¨²ltimo porque hart¨® a Bobby Knight a base de correr la pista y machacar constantemente. No pensaba en el equipo ol¨ªmpico sino en dejar boquiabiertos a los general manager y encargados de scouting de todas las franquicias NBA que se arremolinaban en torno a aquellos entrenamientos.
El siguiente gran jugador de ese draft fue Alvin Robertson (n¨²mero 7), leyenda de los Spurs pre Duncan y cuatro veces All Star. Tambi¨¦n lo fueron Kevin Willis (11) y Otis Thorpe (9). Buceando m¨¢s all¨¢ aparece Jerome Kersey, al que los Blazers dieron el n¨²mero 46 y que fue importante en una equipo que pudo ser campe¨®n (Porter, Drexler, Kersey, Williams, Duckworth). Con el n¨²mero 70 (tercera ronda), los Celtics eligieron a un Rick Carlisle al que se le vino el mundo encima porque sinti¨® que no har¨ªa carrera en un equipo de tanto peso. Jug¨® en Boston hasta el 87, gan¨® el anillo del 86 y se ha convertido despu¨¦s en uno de los mejores t¨¦cnicos de la NBA: Entrenador del A?o en 2002 y campe¨®n en 2011 con los Mavericks despu¨¦s de crear un entramado defensivo que funcion¨® como perfecta kriptonita para la primera versi¨®n de los Heat de LeBron, Wade y Bosh.
El top ten del draft lo cerr¨® Leon Wood, un explosivo base al que comparaban con Isiah Thomas pero que sin embargo ha hecho su gran carrera NBA¡ como ¨¢rbitro. Y al fondo, con el n¨²mero 131 y en sexta ronda, los Nets eligieron a Oscar Schmidt. Uno de los mejores jugadores de baloncesto que jam¨¢s pis¨® una pista de la NBA. Miembro con todos los honores del Hall of Fame, el maravilloso tirador brasile?o desoy¨® los cantos de sirena de Estados Unidos, algo que en el baloncesto actual ser¨ªa pr¨¢cticamente impensable en un jugador de su nivel, y desarroll¨® una carrera sencillamente deliciosa en Europa y Brasil. Entre puntos sumados con sus equipos y con su selecci¨®n supera (49703 por 38387) los que logr¨® en su trayectoria Kareem Abdul-Jabbar. Oscar jug¨® cinco Juegos Ol¨ªmpicos y fue m¨¢ximo anotador en tres de ellos. Un cr¨ªo llamado Kobe Bryant le ve¨ªa jugar boquiabierto mientras crec¨ªa en Italia, donde su padre tambi¨¦n jugaba al baloncesto. ¡°Para m¨ª era Larry Bird antes siquiera de que hubiera podido ver jugar a Larry Bird¡±, dijo a?os despu¨¦s Kobe. Mao Santa, la ¨²ltima leyenda en un draft de leyenda, 1984. Uno con tantos nombres para la historia que hasta Carl Lewis se hizo hueco en ¨¦l¡