
La gimnasta que gan¨® el oro con un rifle
S¨®lo una persona en Guatemala tiene un metal ol¨ªmpico de oro. Es Adriana Ruano, quien relat¨® a AS su camino desde la gimnasia hasta su hist¨®rica coronaci¨®n en Par¨ªs.
Pr¨®logo
Segundos despu¨¦s de ganar la primera medalla de oro ol¨ªmpica en la historia de Guatemala, Adriana Ruano record¨® la pregunta que le hizo dos a?os atr¨¢s a su entrenador.
- Pedro, ?ser¨¢ que sirvo para este deporte?
Cada que Adriana regresaba a Guatemala de alguna competencia internacional ¡°era llorar, y llorar, y llorar¡±. Su padre, Luis Fernando, hab¨ªa fallecido dos meses antes de los Juegos Ol¨ªmpicos de Tokio, los primeros de Adriana, una gimnasta maltrecha que hab¨ªa encontrado en el tiro una nueva esperanza.
- No me encontraba en el pa¨ªs, estaba en un campamento en la Rep¨²blica Dominicana cuando me enter¨¦. Regres¨¦ a Guatemala a estar con mi familia esa semana. Enterr¨¦ a mi padre. Ten¨ªa que irme a un campamento en Italia dos semanas despu¨¦s. De ah¨ª, ten¨ªa que saltar a Tokio. Siento que puse pausa al duelo y dije ¡®no, ahora no puedo¡¯. No puedo empezar a vivir un duelo justo ahora, tengo que seguir enfocada en mi responsabilidad, que eran los Juegos Ol¨ªmpicos. Era lo ¨²nico. No pod¨ªa.
Tres a?os despu¨¦s, Adriana es campeona ol¨ªmpica de tiro. Su deseo original era hacerlo como gimnasta.

I
Ten¨ªa s¨®lo cuatro a?os cuando Adriana empez¨® a probar en la gimnasia art¨ªstica. Una de sus primas, a la que visit¨® en Estados Unidos, fue su motivaci¨®n. Copiaba los movimientos que ella hac¨ªa y, al regresar a Guatemala, su madre la inscribi¨® en una academia. ¡°Quer¨ªa ser una gimnasta ol¨ªmpica y ganar una medalla para mi pa¨ªs¡±. Los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Mayag¨¹ez, en 2010, fueron la primera competencia de calado internacional a la que Adriana asisti¨®. Consigui¨® el sexto lugar en barras asim¨¦tricas y el octavo en All-Around.
Corr¨ªa septiembre de 2011 cuando Adriana sinti¨® una incomodidad en la espalda.
- Ese d¨ªa falt¨¦ al entrenamiento en la ma?ana. Me hice los ex¨¢menes. Luego fui a mi sesi¨®n de la tarde. El m¨¦dico llam¨® a mis padres para que me sacaran de ah¨ª porque hab¨ªan encontrado algo grave y ten¨ªan que hacerme m¨¢s ex¨¢menes. El m¨¦dico fue muy claro: tres meses de recuperaci¨®n, usar un cors¨¦, cero impacto. Estaba a 20 d¨ªas de viajar a un campeonato mundial, en Tokio, clasificatorio a Londres 2012. El entrenador le pregunt¨® al m¨¦dico si pod¨ªamos ir con una carga m¨¢s baja de entrenamiento: fue imposible. Si mi entrenador autorizaba ir al campamento, era negligencia; ten¨ªa 50% de riesgo de regresar en silla de ruedas para el resto de mi vida.
Las pruebas hab¨ªan encontrado m¨²ltiples lesiones en la columna de Adriana: necrosis avascular, aplastamiento de discos, hipercifosis, hiperlord¨®sis, escoliosis, microfracturas. Muchos t¨¦rminos incomprensibles que, por lo mismo, indican cierta gravedad. Ninguna fue ocasionada por un golpe espec¨ªfico, sino por el desgaste de al menos cuatro a?os como gimnasta. Ocurr¨ªa que Adriana ten¨ªa un umbral del dolor muy alto. Lo que sent¨ªa como un simple espasmo muscular se convirti¨® en un riesgo severo para su motricidad. Y su vida.
- Peleaba mucho con mis papas. Les dec¨ªa ¡®a m¨ª no me importa ir, si me toca regresar en silla de ruedas lo voy a hacer¡¯. Era la inmadurez de una ni?a de 16 a?os. La rebeld¨ªa.
Fue la primera vez que Adriana vio a su padre llorar. Era m¨¦dico y conoc¨ªa los riesgos.
- Mis padres tomaron la decisi¨®n por m¨ª. Hoy les agradezco. Ten¨ªan raz¨®n. Pero, en ese momento, fue algo muy dif¨ªcil para m¨ª.
Adriana us¨® cors¨¦ durante un a?o y tres meses. Rehabilitaci¨®n, fisioterapeutas, radiograf¨ªas. Y la espera. Y los d¨ªas que se amontonaban. El ¨²nico deporte que su m¨¦dico le permiti¨® fue la nataci¨®n; una vez a la semana. Pero no.

II
Adriana se retir¨® del deporte.
¡°Estoy cansada. Estoy subiendo de peso. Quiz¨¢ suena feo, pero me odio; honestamente. No me gusta c¨®mo me miro. Me siento una perdedora. Ya no m¨¢s. Se acab¨® el deporte para m¨ª¡±, pens¨®. Hab¨ªa intentado volver a la gimnasia, pero cada aterrizaje sobre el tapiz la quebraba. Adriana miraba a las novatas completar rutinas de relativa facilidad que para ella ya eran imposibles. Faltaban seis meses de recuperaci¨®n total.
Rodrigo Zachrisson, amigo del hermano de Adriana, tuvo una idea.
- Inv¨ªtala. Que pruebe. No hay muchas mujeres en este deporte. Es una buena opci¨®n para ella.
Era diciembre de 2012. Adriana se acerc¨® al Club de Caza, Tiro y Pesca. Fue la primera vez en la que empu?¨® un arma. Entonces, Rodrigo lanz¨® un plato al aire. Adriana apenas sab¨ªa quitar el seguro. El disco vol¨®. ¡®Adris¡¯ contrajo su ¨ªndice derecho que acariciaba el gatillo. El perdig¨®n sali¨® disparado. En menos de un segundo, el plato estaba hecho a?icos.
- Fue suerte de principiante. No volv¨ª a romper otro ese d¨ªa.
Adriana rompi¨® dos platos de un tiro. Un deporte y una terapia; de las florituras al fusil. En esa soledad del campo abierto, ella y un rifle, pudo encontrarse a s¨ª misma entre disparo y disparo. Las balas curaron a la gimnasta herida.
Los o¨ªdos tapados. No escuchar nada. El aire fresco que le besa las mejillas. Adriana nunca hab¨ªa visto un atardecer en el gimnasio. Contemplaba el cielo antes de apuntar. Ver que hab¨ªa vida all¨¢ fuera, tanto verde. Y el rifle que truena. Los a?icos que se hacen puntos. Los puntos que se hacen medallas.
Cuando Adriana ve¨ªa volar los trozos de arcilla, le parec¨ªan, tambi¨¦n, los retazos de sus sue?os rotos. Descargaba en el gatillo toda aquella furia y frustraci¨®n. Cada que la bala hacia explotar el disco, Adriana se sent¨ªa aliviada. La espalda, de repente, dejaba de doler.
- Entro en m¨ª misma. Los pensamientos. Las palabras que me voy diciendo. La gimnasia la viv¨ª en autom¨¢tico. Nunca tuve tiempo para m¨ª. Nunca tuve tiempo para pensar por qu¨¦ otros caminos quer¨ªa ir. Hasta el tiro empec¨¦ a conocerme como persona.
Cuando Adriana hac¨ªa volar los trozos de arcilla, tambi¨¦n hac¨ªa estallar su pasado. Sus miedos. Los augurios de que no volver¨ªa a caminar. Su carrera como gimnasta. Sus recuerdos vestida en el leotardo azul. El tiro se hab¨ªa convertido en una met¨¢fora de su vida.
- El tiro es un deporte muy solitario. Requiere de mucha introspecci¨®n.
Sin embargo, Adriana a¨²n so?aba con volver a la gimnasia.
- Mi pasi¨®n no se hab¨ªa ido todav¨ªa. Lo ve¨ªa como opci¨®n a¨²n. Cuando empec¨¦ en el tiro, me toc¨® ser la ¨²ltima en todo. Aprend¨ª a quedar ¨²ltima. Pensaba ¡®?por qu¨¦ estoy aqu¨ª si ya ten¨ªa cierto nivel en la gimnasia?¡¯. Poco a poco empec¨¦ a subir y me logr¨¦ enganchar a este deporte. Tuve que aceptar que la gimnasia ya no iba a ser una opci¨®n.
- ?Crees que de haber seguido en la gimnasia habr¨ªas tenido el mismo ¨¦xito que tienes como tiradora?
- Creo que no. La gimnasia requiere tanto del deportista: tiempo, aprender a aguantar el dolor. Los gimnastas pasamos mucho dolor. La exigencia de los entrenadores, muchas veces, llega a un punto en el que es insoportable...

III
La primera vez que Adriana se sinti¨® una tiradora hecha y derecha fue en 2016, en Colorado Springs. El campeonato nacional de Estados Unidos ten¨ªa una competencia para ¡®invitados internacionales¡¯ sin divisi¨®n de g¨¦nero. Ruano clasific¨® a la final de seis aspirantes en la prueba de escopeta en foso. Pele¨® la plata con la puertorrique?a Ana Latorre y venci¨® despu¨¦s de una tormenta que detuvo el desaf¨ªo por casi una hora. Rayos, truenos, granizo. Cuando el temporal amain¨®, Adriana sali¨® al campo y dispar¨® a los ocho platos restantes. De los 15, rompi¨® 14.
- Ah¨ª fue cuando me di cuenta de que la fortaleza y el trabajo mental de la gimnasia me ayud¨®. Qued¨¦ muy satisfecha de m¨ª. Eso me dio el chispazo para decir ¡®esta ser¨¢ mi nueva meta¡¯. Aprend¨ª que ten¨ªa la capacidad para llegar a los Juegos Ol¨ªmpicos.
Adriana fue voluntaria en R¨ªo 2016. Integr¨® el staff organizativo en el Centro Ol¨ªmpico de Tiro, en Deodoro. Ah¨ª, apoy¨® en primera fila a Enrique Brol, d¨¦cimo lugar en el doble foso. Si le faltaba algo para dejar la gimnasia atr¨¢s, era eso. El contacto directo. El conectar su presente con el sue?o palpable. El estar. Adriana hab¨ªa vuelto a sentirse deportista.
Y dos meses antes de los Juegos Ol¨ªmpicos...

IV
- Pap¨¢, por favor, ay¨²dame. ?chame la mano. Dame la fuerza.
Cada que Adriana fallaba un disparo en Tokio se echaba a llorar. Un d¨ªa antes de contender le escribi¨® una carta a su padre. ¡°Le expres¨¦ lo que quer¨ªa para los Juegos Ol¨ªmpicos. Quer¨ªa dedic¨¢rselos¡±. Adriana consider¨® el resultado como un desastre. Despu¨¦s de cada ronda, en plena competencia, habl¨® con su madre v¨ªa videollamada: ¡°Me ayudaba, me consolaba. Me daba ¨¢nimos y fuerza. Hice todo lo que pude¡±.
- ?C¨®mo hiciste para sostenerte durante la competencia?
- No pude. No pude afrontarla de la manera correcta. No s¨¦ si haya una forma correcta de afrontar algo as¨ª con tan poco tiempo. Fui s¨®lo a los Juegos Ol¨ªmpicos para darle fin a eso. Nada m¨¢s.
En los Juegos Ol¨ªmpicos, el ep¨ªtome de todo atleta, Adriana conjur¨® su duelo. Con l¨¢grimas y balas perdidas.

V
A su regreso de Tokio, Adriana habl¨® con su psic¨®logo: ¡°No quiero trabajar nada deportivo, s¨®lo la parte cl¨ªnica. Siento un vac¨ªo que ni con la lesi¨®n de la gimnasia hab¨ªa sentido¡±.
Adriana ya hab¨ªa alcanzado su meta m¨¢xima, los Juegos Ol¨ªmpicos. Regresar sin un objetivo en el horizonte, sin un motivo de vida, le daba la sensaci¨®n de aproximarse a un precipicio.
- En lo laboral, ya hab¨ªa parado tambi¨¦n. Mi crecimiento se hab¨ªa detenido. Regres¨¦ de Tokio y no ten¨ªa nada. Me pidieron dar una charla sobre c¨®mo mantener un balance en mi vida. ?C¨®mo iba a hacerlo justo cuando peor estaba? Decid¨ª ser honesta con el p¨²blico y les expliqu¨¦ lo que estaba pasando en ese momento. Estaba destruida. Ah¨ª empec¨¦ a trabajar.
Pedro Mart¨ªn Fariza, entrenador espa?ol, encontr¨® a Adriana a mediados de 2022. Traz¨® una din¨¢mica de trabajo sustentada desde el n¨²cleo psicol¨®gico hasta una reconversi¨®n completa del m¨¦todo competitivo. La confianza de Adriana estaba ¡°por los suelos¡±. Enfoque t¨¦cnico, encares en casa, terapia psicol¨®gica, rifles y culatas a la medida. Todo cambi¨®. Empezar de cero. Otra vez. Los resultados fueron catastr¨®ficos entonces.
- Pedro, ?ser¨¢ que sirvo para este deporte?
El 26 de octubre de 2023, Adriana se colg¨® la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile.

VI
Adriana no hab¨ªa dormido bien. Pas¨® esa noche con ansiedad. El nervio de la competencia le espant¨® el sue?o. Un d¨ªa antes hab¨ªa visto a su compatriota y amigo Jean-Pierre Brol capturar la medalla de bronce, un hito para Guatemala. El resultado la llen¨®. Al ver a su bandera en el podio, Adriana se convenci¨® de que era posible. De que el d¨ªa hab¨ªa llegado.
31 de julio de 2024. Meditaci¨®n. Desayuno. Salir de la Villa Ol¨ªmpica camino al campo de Chateauroux. La rutina de siempre: 10 minutos del podcast ?Qu¨¦ har¨ªa Jes¨²s?, una oraci¨®n, la canci¨®n Can¡¯t Hold Us de Macklemore. Aislamiento. Ella y nadie m¨¢s.
El cielo encapotado. Ella, impert¨¦rrita; peto azul marino, camiseta blanca de manga larga, el cabello recogido en una coleta, los aretes aperlados. La mirada recia de quien a nada teme. Primera ronda. 122. Un tiro a la nada y entrar¨ªa en shot-off. El nervio. Y la gimnasia. Y la columna. La hipercifosis, la hiperlord¨®sis. Y el funeral. Y Tokio. Y todo.
- Adriana, disfruta tu final ol¨ªmpica. S¨®lo disfruta.
Apunta. S¨®lo apunta. El rifle mira a la derecha. Los a?icos anaranjados. 45 puntos. R¨¦cord ol¨ªmpico. La aterciopelada tarde parisina ya doblaba.
- Agradec¨ª a Dios. Le ped¨ª paz. Todo lo pas¨® que en esos 15-20 minutos me lo dio ¨¦l.
Cuando Adriana supo que hab¨ªa ganado el oro, el recuerdo de su padre ocup¨® su mente, casi como una aparici¨®n fantasmal entre las sonrisas m¨¢s puras y absolutas. Despu¨¦s, pasaron por sus ojos todos los momentos en los que hab¨ªa pensado en desistir, que no fueron pocos. ¡°Pap¨¢, por favor, ay¨²dame¡±.

VII
A Adriana nunca le ha gustado ponerse metas deportivas. ¡°S¨®lo quiero disfrutar de lo que hago y estar en paz. No voy ni por el bronce¡±. Lo que s¨ª desea es que m¨¢s personas se interesen en el deporte y en su bienestar. Visualiza una academia de tiro y una de gimnasia, ese deporte que la puso en el improbable sendero actual. Una larga carrera en la nutrici¨®n deportiva con un equipo profesional, o con el COI, que le otorg¨® un diploma en 2023 por sus estudios en la materia. Aprender franc¨¦s, formar una familia. Ganar es un a?adido. Pero Adriana no tiene prisas. ¡°No he tenido tiempo ni para m¨ª misma (r¨ªe). Ya ir¨¦ viendo qu¨¦ camino tomar¡±.
La cosa es que el camino elegido no siempre desemboca en el destino imaginado. Ya lo sabr¨¢ bien Adriana. La ni?a que so?¨® convertirse en gimnasta; la tiradora campeona ol¨ªmpica. La guatemalteca que conquist¨® Par¨ªs y a s¨ª misma. La hero¨ªna nacional. La rom¨¢ntica incorregible. La fervorosa creyente. La gimnasta rota. La tiradora implacable.
- El camino siempre es bueno. Cada etapa nos forja como guerreros. La alegr¨ªa, la tristeza, la frustraci¨®n. Todo sirve. Todo nos da la oportunidad para llegar alto en la vida.
Pedro le respondi¨® a Adriana que s¨ª, que s¨ª serv¨ªa para el tiro.
