El recordatorio de Rubiales
D¨ªa de despedida de la Copa Mundo y celebraci¨®n porque el f¨²tbol tiene nuevas campeonas. En un escenario fant¨¢stico y ante 75.784 espectadores en la tribuna, Espa?a levant¨® ese trofeo que representa mucho m¨¢s que 90 minutos de juego. Es historia para el f¨²tbol y para todas las ni?as que sue?an jugar o por qu¨¦ no, cubrir un Mundial.
Fueron 32 equipos, 64 partidos, 164 goles y una final entre dos selecciones potent¨ªsimas que -confiamos- no solo transformar¨¢ el escenario del f¨²tbol sino muchos otros ¨¢mbitos. Un mundo m¨¢s justo, equitativo, con m¨¢s oportunidades y visibilidad para las mujeres. De eso se trata la representaci¨®n: del poder de inspirar.
Durante un mes de competencia no solo vimos f¨²tbol de ¨¦lite, tambi¨¦n escuchamos otras versiones de la historia. Muchas mujeres le pusieron voz a nuevas formas de contar el deporte y las realidades que lo marcan. Sin embargo, una escena durante la entrega de medallas a las futbolistas de la Selecci¨®n de Espa?a parec¨ªa devolverlo todo al punto inicial.
Un hombre besa sin consentimiento a una mujer. Ese hombre es la m¨¢xima figura de poder de la industria en la que ella trabaja. ¡°No hagamos caso de los idiotas y de los est¨²pidos. Es un pico de dos amigos celebrando algo... no estamos para gilipolleces. Si hay tontos, que sigan con sus tonter¨ªas, pero no les hagamos caso¡±, afirma ¨¦l en una entrevista. El periodista responde con una broma. Ambos r¨ªen.
Horas m¨¢s tarde el hombre publica un video. Un comunicado oficial. ¡°En un momento de m¨¢xima efusividad, sin ninguna mala intenci¨®n, sin ninguna mala fe, ocurri¨® lo que ocurri¨® (¡) Lo ve¨ªamos algo natural, normal, y para nada con ninguna mala fe. Pero fuera parece que se ha formado un revuelo. Desde luego, si hay gente que se ha sentido por esto da?ada, tengo que disculparme¡±. No queda de otra, dijo.
El hombre es Luis Rubiales, presidente de la Real Federaci¨®n Espa?ola de F¨²tbol. Que a ¨¦l le parezca que lo que ocurri¨® es una tonter¨ªa o algo natural solo confirma que no fue un desliz, es su manera de actuar. Una manera de comportarse y ver el mundo inaceptables en cualquier entorno, pero menos en una instituci¨®n vinculada con la formaci¨®n de ni?os y ni?as, con el s¨ªmbolo de todo un pa¨ªs.
Por supuesto, es una pena que ¡°esto haya empa?ado en cierto modo la celebraci¨®n¡±. Lo que no puede pretender Rubiales es que el mundo mire para otro lado. Sus gestos (ni hablar de lo ocurrido en el palco) no pueden pasar desapercibidos en una industria que debe garantizar que todo tipo de personas se sientan seguros. En un entorno de respeto.
Tomo las palabras que public¨® la periodista Shireen Ahmed en su cuenta de Twitter mientras Espa?a iniciaba el festejo por el t¨ªtulo. ¡°Recordatorio: El f¨²tbol femenino no ha terminado. Sigan viendo. Sigan leyendo. Sigan apoyando. Sigan amplificando las campa?as por justicia dentro y fuera de la cancha¡±. Esto apenas comienza y queda claro que a¨²n falta mucho por conquistar.