Una estadounidense prueba el jam¨®n ib¨¦rico y sentencia la comparaci¨®n con el prosciutto italiano: ¡°Es una experiencia religiosa¡±

¡°Decir que el prosciutto italiano es como el jam¨®n ib¨¦rico espa?ol es como comparar un Ferrari con un Honda¡±. Unas palabras de Emily, la joven que se encuentra tras el perfil de TikTok Mamainmadrid, con las que muchos de los usuarios de las redes est¨¢n de acuerdo.

La creadora de contenido ha compartido un v¨ªdeo en el que explica las diferencias entre ambos productos y no se esconde al mostrar su predilecci¨®n por uno de ellos: el espa?ol. ¡°El prosciutto est¨¢ hecho de cerdos comunes y se cura durante un a?o. El jam¨®n ib¨¦rico est¨¢ hecho de cerdos ib¨¦ricos que se cr¨ªan y alimentan en libertad. Y necesita una curaci¨®n de unos cuatro a?os. Se deshace en tu boca¡±, comenta.

¡°El prosciutto est¨¢ bien, pero el jam¨®n ib¨¦rico es una experiencia religiosa¡±, sentencia Emily sobre este producto que encarna la cultura y la tradici¨®n culinarias de Espa?a. Con su sabor profundo, textura suave y un legado que se remonta siglos atr¨¢s, este manjar ha trascendido fronteras para convertirse en un s¨ªmbolo de excelencia gastron¨®mica en todo el mundo.

Las diferencias

M¨¢s all¨¢ del idioma y la geograf¨ªa, estas delicias curadas tienen historias, procesos y sabores propios que vale la pena explorar. La primera gran diferencia, como dec¨ªa la creadora de contenido, est¨¢ en el animal del que proviene cada jam¨®n. El jam¨®n ib¨¦rico se elabora a partir del cerdo ib¨¦rico, una raza aut¨®ctona de la pen¨ªnsula ib¨¦rica, caracterizada por su capacidad para infiltrar grasa en el m¨²sculo, lo que da lugar a una textura marmoleada y un sabor profundo y persistente. En cambio, el prosciutto italiano suele hacerse con cerdos de razas blancas. Estos animales tienen menos grasa intramuscular, lo que resulta en una carne m¨¢s magra y de sabor m¨¢s delicado.

Adem¨¢s, en Espa?a, especialmente en el caso del jam¨®n ib¨¦rico de bellota, los cerdos se cr¨ªan en libertad en dehesas y se alimentan de bellotas durante la montanera (oto?o e invierno). Esta dieta natural y el ejercicio del animal aportan al jam¨®n unos matices ¨²nicos: notas dulces, umami y un aroma inconfundible. Por su parte, los cerdos destinados al prosciutto son criados en granjas y alimentados con cereales y suero de leche. Aunque menos variada, esta dieta tambi¨¦n influye

Ambos jamones pasan por largos procesos de salaz¨®n y curaci¨®n, pero con diferencias clave. El jam¨®n ib¨¦rico puede curarse entre 24 y 48 meses, dependiendo de la calidad (cebo, cebo de campo, bellota). Se sala durante unos d¨ªas y luego pasa a secaderos naturales y bodegas donde evoluciona lentamente. El prosciutto se cura durante un per¨ªodo que va de los 12 a los 24 meses. La salaz¨®n es m¨¢s prolongada que en el ib¨¦rico, pero el ambiente de curaci¨®n es m¨¢s controlado y suele incluir menos variaciones clim¨¢ticas.

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