Una escocesa se muda a Espa?a y deja una clave sobre sus citas: ¡°Ha sido mucho m¨¢s f¨¢cil¡±

Cant¨® ABBA a la monoton¨ªa y al agotamiento de la vida en Super Trouper, otorgando a la fama la cruel capacidad destructora de consumir el esp¨ªritu de cada uno y haciendo del amor el ¨²nico poder de acabar con ello. La protagonista de la letra confiesa su sufrimiento al asegurar que ¡°estaba harta y cansada de todo cuando te llam¨¦ anoche desde Glasgow¡±. Y desde Escocia, quiz¨¢ con un hartazgo parecido, puso rumbo a Barcelona con 33 a?os la protagonista de una historia amorosa de la que se hace eco el Business Insider.

¡°A principios de 2025, desarraigu¨¦ mi vida y me mud¨¦ a Barcelona. No me mud¨¦ espec¨ªficamente por el panorama de citas espa?ol, pero como soltera de 33 a?os, definitivamente fue parte del atractivo de la ciudad¡±, confiesa, en un primer momento Danielle Fleming, iniciando un particular periplo de descubrimiento e inmersi¨®n de la sociedad espa?ola.

Durante este inicio de a?o no ha dejado de comparar su tierra natal con la ciudad condal. ¡°Soy de Escocia y las citas en el Reino Unido se estaban volviendo bastante mon¨®tonas. Hab¨ªa pasado tantas veces por alto a los mismos chicos de Glasgow que tuve que reiniciar Tinder¡±, se sincera, mostrando el curioso objetivo del art¨ªculo que redacta: ¡°Despu¨¦s de haber tenido varias citas durante el ¨²ltimo mes y medio, estas son algunas de las mayores diferencias que he notado sobre las citas en el extranjero hasta ahora¡±.

¡°Mi experiencia ha sido m¨¢s civilizada, a falta de una palabra mejor¡±

La principal diferencia que percibe radica en el canal de comunicaci¨®n que acoge el acercamiento entre dos personas. ¡°En el Reino Unido, parec¨ªa que la ¨²nica forma de conseguir una cita era descargando una aplicaci¨®n de citas como Hinge, Bumble o Tinder. Sin embargo, incluso con el deslizamiento sin fin, no hab¨ªa garant¨ªas¡±, lamenta, quej¨¢ndose de la circunstancia de las contadas ocasiones en las que se produce un intento de ligue en su pa¨ªs: ¡°En Escocia, los hombres rara vez se me acercaban a menos que hubiera mucho alcohol de por medio. No es precisamente divertido cuando un tipo te dice al o¨ªdo que quiere salir contigo¡±.

Todo cambia al cruzar los Pirineos. ¡°En Barcelona, sin embargo, mi experiencia al ser invitada a salir ha sido un poco m¨¢s civilizada, a falta de una palabra mejor. Cuando salgo de tapas a alguna de las abarrotadas vermuter¨ªas de la zona de Gr¨¤cia, casi siempre acabo charlando con los chicos que est¨¢n a mi lado en la barra¡±, detecta. En una ocasi¨®n, incluso, ¡°uno de ellos le estaba pidiendo al camarero su libreta y su bol¨ªgrafo, y yo estaba anotando mi n¨²mero para que podamos encontrarnos el pr¨®ximo fin de semana¡±.

Su conclusi¨®n es sencilla y est¨¢ cargada de admiraci¨®n. ¡°Para m¨ª, conocer gente de forma natural en Barcelona ha sido mucho m¨¢s f¨¢cil¡±, resume, a?adiendo que, no obstante, ¡°eso no significa que la gente de aqu¨ª no utilice (y tenga ¨¦xito) las aplicaciones de citas¡±.

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