Su marido es infiel, escribe una carta al papa Francisco y su respuesta corre como la p¨®lvora: ¡°Hay expertos y tambi¨¦n l¨ªmites¡±

La infidelidad es uno de los mayores desaf¨ªos que un matrimonio puede enfrentar. Esta traici¨®n, ya sea emocional o f¨ªsica, altera profundamente la confianza que forma la base de cualquier relaci¨®n duradera. Las consecuencias de la infidelidad en el matrimonio suelen ser complejas, afectando no solo a la pareja directamente implicada, sino tambi¨¦n a los hijos, amigos y familiares que forman parte del entorno.

Tanto es as¨ª que a veces ni los propios c¨®nyuges saben cu¨¢l es el mejor camino para seguir ni c¨®mo encontrar la soluci¨®n. Es el caso de Catia, una mujer cat¨®lica que escribi¨® una carta abierta al papa Francisco en la que ped¨ªa consejo acerca de c¨®mo actuar ante el adulterio de su marido.

¡°Querido papa Francisco, mi marido me enga?a, ?es correcto perdonarlo siempre?¡±, le preguntaba esta fiel al pont¨ªfice. Una misiva que recibi¨® respuesta cuando este todav¨ªa no hab¨ªa sido ingresado en el hospital debido a sus problemas respiratorios a trav¨¦s del peri¨®dico de la Bas¨ªlica de San Pedro, que cada mes publica una carta destacada acompa?ada de una reflexi¨®n del papa. La mujer estaba preocupada porque los comportamientos de su esposo hab¨ªan deteriorado la relaci¨®n de forma dram¨¢tica.

La relatividad del perd¨®n

Jorge Bergoglio atendi¨® al requerimiento de la mujer con una disertaci¨®n acerca del perd¨®n, al que anima siguiendo las tendencias cristianas, sin embargo, considera que este no es sencillo, especialmente cuando en el amor se pierde la confianza. ¡°En algunos casos, la consideraci¨®n de la propia dignidad y del bien de los propios hijos exige poner un l¨ªmite firme a las exigencias excesivas de los dem¨¢s, a una gran injusticia, a una violencia o a una falta de respeto que se ha vuelto cr¨®nica¡±, recuerda el argentino unas reflexiones escritas por la Iglesia hace unos a?os. A?ade, adem¨¢s, que hay situaciones en las que poner fin a la relaci¨®n es inevitable, y hasta necesario, para autoprotegerse y proteger tambi¨¦n a los hijos, como en los casos de violencia, humillaciones o explotaci¨®n.

El consejo para Catia, quien no manifest¨® que en su relaci¨®n hubiese violencia, es que luche por su matrimonio con la mano de profesionales o personas que han pasado por una situaci¨®n similar y que puedan estar a su lado: sugiere el papa ¡°un itinerario de acompa?amiento, por ejemplo, algunos encuentros con un matrimonio cristiano comprometido en apoyar a parejas heridas, compartiendo experiencias de vida, dificultades, perd¨®n, reconciliaci¨®n. Hay parejas en las parroquias que realizan este servicio, a veces con experiencia espec¨ªfica (asesoramiento o apoyo psicol¨®gico). En ocasiones, estas parejas han superado por s¨ª mismas situaciones graves y ahora viven en paz. Y es importante escucharlos. Esta puede ser la se?al que est¨¢s pidiendo¡±.

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