Una soltera de ¡®First Dates¡¯ sugiere a su cita a ponerse pelo en Turqu¨ªa

Uno de los factores que m¨¢s atrae a la audiencia de ¡®First Dates¡¯ es que los participantes representan realidades que bien pueden parecerse a cualquier situaci¨®n cotidiana de uno mismo. En la ¨²ltima ¨¦poca, cada vez est¨¢ m¨¢s de moda el ponerse pelo entre las personas que padecen de alopecia, lo que dot¨® de un inter¨¦s especial la cita entre Rodrigo y Hande.

?l, argentino, aunque residente en Espa?a desde hace cinco a?os, era un apasionado de la danza y el teatro. Y, para sorpresa de nadie a estas alturas de la historia, no ten¨ªa pelo en la cabeza. Ella, residente en Vigo y de origen turco, lleg¨® admitiendo sus dificultades con el castellano. Un hecho que, a la postre, no tuvo relevancia, pues los dos se empe?aron en hablar el idioma del amor.

Ir¨®nico cuanto menos fue el primer piropo que Rodrigo pronunci¨® sobre Hande, pese a que fuera delante de las c¨¢maras. ¡°Esta puede ser mi chica¡±, dijo justific¨¢ndose en que ten¨ªa un pelo muy bonito. El mismo que a ¨¦l le faltaba, debi¨® pensar la soltera. ¡°F¨ªsicamente no tengo un prototipo¡±, subray¨® ella, a lo que ¨¦l contest¨® bromeando: ¡°Con mucho pelo¡±.

Hande recogi¨® el guante insistiendo en que todo ten¨ªa soluci¨®n: ¡°Si quieres podemos ir a Turqu¨ªa. Puedo arreglar un sitio para ti. Sin pelo est¨¢s bien, pero si quieres ir yo conozco unas personas...¡±, le espet¨®. Rodrigo, que no pod¨ªa parar de re¨ªrse, no acept¨® ni desech¨® la oferta.

Por lo dem¨¢s, el resto de la cita fue viento en popa. Los dos eran programadores de profesi¨®n y ten¨ªan curiosidades comunes, como el gusto por la m¨²sica. Tanta fue la sinton¨ªa que Rodrigo no titube¨® al pagar la cuenta. ¡°Invito a la primera, el resto ya veremos¡±, le advirti¨®. Qui¨¦n sabe si la segunda ser¨¢ en un kebab de Estambul.