Una soltera de ¡®First Dates¡¯ intenta ligar con el padre de su cita

Cuando un comensal entra al plat¨® de First Dates nunca sabe lo que le puede suceder entre las paredes del restaurante. A lo largo de m¨¢s de siete a?os de emisi¨®n, los participantes en el formato han dejado todo tipo de situaciones surrealistas, pero la que empezar¨¢ a describirse en las pr¨®ximas l¨ªneas es, probablemente, una de las que se llevan la palma.

La primera en presentarse ante Carlos Sobera fue Blanca Montserrat. Presumida, con un estilo de vestir basado en llevar poca ropa ¡°porque le gusta gustar¡±, dej¨® claro nada m¨¢s dar con su cita sus preferencias. ¡°Siempre he preferido a hombres m¨¢s mayores. Me encantan. Es un gustito que tengo desde peque?a, me encantan mayores¡±, aclaraba.

Pero no todos los tipos de mayores. Los predilectos de Montserrat son aquellos que, adem¨¢s, tienen algo de tripa. ¡°Un hombre sin barriga es como un cielo sin estrellas¡±, lleg¨® a pronunciar. ¡°Me dan seguridad, saben c¨®mo tratar a la mujer, lo que tienen que hacer y lo que no. Y lo importante es que te ense?an. Me gustan a partir de 41 o 42, pero que no sean canosos¡±, subrayaba m¨¢s tarde delante de la c¨¢mara.

El primer desencuentro

Manuel, la cita de Montserrat, tan solo ten¨ªa cinco a?os m¨¢s que ella (30, por 25), con lo que no cumpl¨ªa con los requisitos de la paraguaya. Ese fue el primer contratiempo, pero no el ¨²ltimo, puesto que a Manuel le suced¨ªa pr¨¢cticamente lo mismo. ¡°Para m¨ª es muy peque?a de edad, pero tiene otra cosa grande: las tetas¡±.

Descartada, en un principio, la posibilidad de volver a quedar, Montserrat fue m¨¢s all¨¢. Su cita, al fin y al cabo, le hab¨ªa parecido atractiva, pero el problema de la edad le alejaba de ¨¦l. As¨ª que encontr¨® una soluci¨®n. ¡°No puedo ver mayores. No me presentes a tu padre¡±, le espet¨®. ¡°Mi padre est¨¢ soltero, est¨¢ separado de mi madre. As¨ª que, si quieres te lo presento¡±, le contest¨® Manuel en una respuesta que ella no esperaba para nada y que incluso le hizo atragantarse brevemente.

¡°Si su padre es igual que ¨¦l creo que hay mucha compatibilidad¡±, volvi¨® a manifestar antes de dar su negativa definitiva. ¡°A m¨ª me atrae m¨¢s la edad que cualquier cosa en este mundo¡±, recalc¨® para volver a la carga con el padre del comensal. ¡°Tu padre, ?qu¨¦ tal es? ?es igual a vos?¡±, le pregunt¨®. ¡°Es m¨¢s delgadito, pero te va a gustar. Tiene unos a?itos m¨¢s¡±. ¡°Entonces hecho¡±, zanj¨® mientras se desped¨ªa con dos besos Montserrat hasta que, en la pr¨®xima ocasi¨®n, pudiera conocer a su cita ideal.