Tom Felton: ¡°El alcohol no era el problema, era el s¨ªntoma¡±
El actor, famoso por interpretar a Draco Malfory en la saga de Harry Potter, tuvo que lidiar con problemas de salud mental y adicciones.
Tom Felton (35) es uno de los actores m¨¢s reconocibles de Harry Potter, la saga literaria y cinematogr¨¢fica creada por J. K. Rowling. Bien es cierto que a diferencia de otros compa?eros como Daniel Radcliffe, Rupert Grint o Emma Watson, Felton no goza de tanta simpat¨ªa por su papel de Draco Malfory, aunque es innegable que le ha dado un nombre y catapultado su carrera despu¨¦s de debutar en The Borrowers (1997) compartiendo protagonismo con John Goodman.
Sin embargo no es oro todo lo que reluce a tenor de lo que desvela el propio actor en sus memorias, tituladas ¡®Beyond the Wand: The Magic and Mayhem of Growing Up a Wizard¡¯. ¡°Al igual que todos experimentamos enfermedades f¨ªsicas en alg¨²n momento de nuestras vidas, todos experimentamos tambi¨¦n enfermedades mentales¡±, escribe el actor como recoge The Washington Post.
¡°No hay que avergonzarse de ello. No es un signo de debilidad. Y parte de la raz¨®n por la que tom¨¦ la decisi¨®n de escribir estas p¨¢ginas es la esperanza de que, al compartir mis experiencias, pueda ayudar a otra persona que lo est¨¦ pasando mal¡±, a?ade Felton, que en el pasado ya hab¨ªa hablado de las inc¨®modas cargas de ser una estrella adolescente -incluyendo el haber recibido una amenaza de muerte cuando ten¨ªa 15 a?os-, al tiempo que citaba sus problemas con las clases particulares y algunos roces con la ley.
En sus memorias, sin embargo, no menciona nada de eso pero s¨ª habla del oscuro momento que atraves¨® justo al terminar su periplo como mago. Felton se hab¨ªa trasladado a Hollywood en busca de trabajo y r¨¢pidamente se sumergi¨® en el embriagador ambiente, que inclu¨ªa ropa de dise?o gratuita y coches de lujo prestados.
¡°Mi mundo se convirti¨® en un mundo de oportunidades locas, noches de fiesta elaboradas y -no hay otra forma de decirlo- de cosas geniales y gratuitas. Yo lo disfrutaba. Jade -su novia- lo disfrut¨®¡±, escribe, como recoge en este caso Page Six. ¡°Durante un tiempo, fue muy divertido. Pero s¨®lo por un tiempo. El brillo pronto comenz¨® a empa?arse. Nunca supe que quer¨ªa este tipo de vida. Y a medida que pasaba el tiempo, una verdad inc¨®moda se me present¨® en silencio: No la quer¨ªa... Estaba en una posici¨®n afortunada y privilegiada. Pero hab¨ªa algo poco aut¨¦ntico en la vida que llevaba¡±, a?ade.
¡°Lleg¨® un momento en que no pensaba en tomar una copa mientras trabajaba. Me presentaba sin estar preparado, no era el profesional que quer¨ªa ser. Pero el alcohol no era el problema. Era el s¨ªntoma¡±, se confiesa Felton, que decidi¨® entrar en rehabilitaci¨®n gracias a la persona m¨¢s insospechada: su abogado.
Felton hab¨ªa acudido a la oficina de su representante para hablar de una oferta cinematogr¨¢fica, pero descubri¨® que en realidad era una encerrona para que ingresara en una cl¨ªnica. ¡°Me conmovi¨® la persona que menos conoc¨ªa. Mi abogado, al que apenas hab¨ªa visto cara a cara, habl¨® con honestidad. ¡®Tom¡¯, dijo, ¡®no te conozco muy bien, pero pareces un buen tipo. Lo ¨²nico que quiero decirte es que esta es la decimos¨¦ptima intervenci¨®n en la que estoy en mi carrera. Once de ellos ya est¨¢n muertos. No seas el duod¨¦cimo¡±, relata.
Sin embargo, apenas 24 horas despu¨¦s de ese momento, Tom Felton, se encontr¨® a s¨ª mismo sollozando en una playa de California tras huir del costoso centro de rehabilitaci¨®n de Malib¨² en el que hab¨ªa ingresado. ¡°De repente, la frustraci¨®n estall¨® en m¨ª. Me doy cuenta ahora de que estaba completamente sobrio por primera vez en a?os y tuve una abrumadora sensaci¨®n de claridad y rabia. Empec¨¦ a gritar a Dios, al cielo, a todos y a nadie, lleno de furia por lo que me hab¨ªa pasado, por la situaci¨®n en la que me encontraba. Grit¨¦, a todo pulm¨®n, al cielo y al oc¨¦ano. Grit¨¦ hasta que me desahogu¨¦ y no pude gritar m¨¢s¡±, comparte el actor, que tiempo despu¨¦s fue expulsado de otra cl¨ªnica por intimar con una joven. Finalmente Felton acab¨® tomando las riendas de su vida, pero tras un par de a?os volvi¨® a las andadas.
¡°El entumecimiento volvi¨®, sin ning¨²n aviso y sin ning¨²n desencadenante en particular. Puedo decir honestamente que (volver a rehabilitaci¨®n) fue una de las decisiones m¨¢s dif¨ªciles que he tenido que tomar. Pero el mero hecho de ser capaz de admitirme a m¨ª mismo que necesitaba algo de ayuda -y que iba a hacer algo al respecto- fue un momento importante¡±, concluye sobre aquella ¨¦poca el actor, que finalmente parece haber enderezado el rumbo.