Todas las bombas del libro de Aless Lequio y Ana Obreg車n
La presentadora deja caer en &El chico de las musara?as* que el joven no estaba enamorado de la que en ese momento era su pareja, Carolina Monje.
Desde hoy est芍 a la venta El chico de las musara?as, el libro que comenz車 a escribir Aless Lequio y que su madre, Ana Obreg車n, termin車 despu谷s de que este falleciese v赤ctima de un c芍ncer hace ya casi tres a?os. Todo lo que recaude por su venta ir芍 destinado a la lucha contra esta enfermedad, y se espera que sea bastante, ya que estaba entre los m芍s solicitados en preventa y las frases que en 谷l se recogen no dejan a nadie indiferente.
El libro, uno de los tres deseos del testamento ol車grafo del hijo de la presentadora y el conde Lequio (una fundaci車n para luchar contra el c芍ncer, este volumen, cuyos beneficios se destinar芍n a la misma causa, y formar una familia), consta de 312 p芍ginas, 72 de las cuales fueron escritas por el joven y respetadas por su madre sin mover una coma.
El fragmento que m芍s doler芍 a Carolina Monje
※Te escribo porque no te conozco. Si te conociera, las teclas de mi ordenador tendr赤an tanto polvo acumulado que mis frases ser赤an un sinsentido, pero ese no es el caso. Hoy mis palabras pecan de elocuencia. Vivo anclado a la posibilidad de conocerte, pero ya no s谷 si lo har谷 en lo que me queda de vida. Ojal芍 estas palabras puedan crear un pedacito de realidad para poder llevarme el boli a la cama pensando que al menos existe en mi imaginaci車n. Dentro de m赤§, le dice el joven a la que ser芍 la mujer de su vida, aunque en el momento en el que empez車 a escribirlo ya estaba con la dise?adora Carolina Monje.
※Tengo c芍ncer [...]. Ya no s谷 si alg迆n d赤a ser谷 capaz de sentir c車mo eres y lo que podr赤amos llegar a ser, pero lo que s赤 puedo hacer ahora, en este mismo momento, es transmitir c車mo no eres y, por lo tanto, acercarme un poquito m芍s a la idea de lo que ser赤as. S谷 que no eres el amor de mi vida, porque ser赤as la vida entera. Porque ser赤amos uno. Porque ser赤a para siempre§, a?ade.
Las dificultades de Ana Obreg車n como suegra
※Ese amor que nunca existi車 porque el maldito c芍ncer te rob車 el tiempo para encontrarlo. ?Hay algo m芍s enigm芍tico que un amor para toda la vida sin nombre propio?§, escribe acto seguido Ana Obreg車n, certificando entonces que Aless no habr赤a conocido al amor de su vida, pese a tener una relaci車n con Carolina Monje, quien guarda silencio.
De aqu赤 quiz芍 se desprenda que la presentadora nunca llev車 bien que su hijo tuviese pareja. Do?a Aitana, como se refiere a Ana Obreg車n, es, seg迆n su hijo, una madre muy protectora, que llega a todo y es fuerte, una ※actriz, de las que han peregrinado en Hollywood, de las que nunca dejan de trabajar, de las que hacen teatro delante de tus narices y te regatean sin darse cuenta§.
Con chanza describe una conversaci車n telef車nica con ella en la que le dice que est芍 ※abducido§ y ※a por uvas§ desde que tiene nueva novia. ※No hace falta ser Freud para entender los motivos que esconde el comportamiento de una madre soltera y temperamental frente a la primera pareja seria de su 迆nico hijo. Acabas aceptando la sobreprotecci車n y solo saltas cuando las maneras rebasan los confines del respeto; cosa que empezaba a ser frecuente y no era del todo sano§, escribe el joven.
Su padre, el conde Lequio
※Mi padre, formalmente conocido como don Ernesto, est芍 dotado de un carisma y un sentido del humor que cosen su imagen al recuerdo de cualquier b赤pedo con condici車n de humano, sin querer queriendo, m芍s en mujeres que en hombres, como cualquier seductor innato; ellas le buscan para darle afecto y ellos para romperle las piernas, algo habitual en los hombres que hacen historia§, cuenta el joven sobre el conde Lequio
※Mantuvo una relaci車n breve, pero llena de acontecimientos, con do?a Aitana, poniendo fin a la misma tras conocer a otra mujer menos agraciada, transcurridos los 12 meses de comenzar la vida en pareja§, a?ade.
※Desde entonces, don Ernesto y do?a Aitana, gal芍n italiano y musa espa?ola, son mejores amigos y forman un t芍ndem perfecto para lidiar con los asuntos referentes a mi persona§, agrega sobre la relaci車n de sus padres.
※Claro est芍, todo ello gracias a la constante bondad de do?a Aitana, quien perdona m芍s que una m芍quina de hacer cucuruchos§, explica Aless Lequio, quien parece con estas palabras posicionarse del lado de la bi車loga.
※Aless y su padre eran los mejores amigos del mundo. Me asustaba a veces su incre赤ble complicidad, pero me hac赤a muy feliz no haber impedido que con las tonter赤as de padres separados estuviera cerca siempre de 谷l§, cuenta Ana Obreg車n.
El miedo
※Tengo c芍ncer, pero, lo peor de todo, tengo miedo. [#] Todav赤a quedaba la 迆ltima batalla, la batalla de mi vida, pero creo que el cuerpo es sabio y te prepara para todo, incluso la muerte§. Estas son las palabras que m芍s emoci車n recogen en el libro. Despu谷s, llega el texto en primera persona de Ana Obreg車n, donde recoge la felicidad que sinti車 con el nacimiento en 1992 de su entonces 迆nico hijo (hay que recordar que ahora es madre legal de Ana Sandra, hija, en realidad, de Aless) y c車mo se rompi車 tras conocer que estaba enfermo.
Este le dijo que se iba a un centro m谷dico porque no aguantaba el dolor que sent赤a. ※Mam芍, me muero de dolor, me voy a urgencias§. Y desde entonces todo fue un ir y venir de m谷dicos, hospitales y tratamientos.
El joven, tras conocer que no estaba bien, abandon車 la casa donde viv赤a y volvi車 al hogar con su madre. ※Lo lamento much赤simo, Ana, el tumor de tu hijo es maligno, es un tipo de c芍ncer raro y muy agresivo. Tiene muy mal pron車stico§, les confirmaron. ※Llor谷 l芍grimas p迆rpuras que sal赤an a borbotones porque ese doctor me acababa de arrancar el coraz車n de cuajo y me estaba desangrando. ?C車mo se lo iba a decir a mi hijo? ?Qu谷 iba a hacer?§, cuenta Ana Obreg車n.
Su pacto
El libro tambi谷n habla de las famosas 迆ltimas voluntades de Aless Lequio, encargadas a sus padres. ※Es un pacto 迆nico y milagroso que hicimos en tu 迆ltima semana de vida en el hospital. Fue tu 迆ltima voluntad, no es tu libro ni tu fundaci車n, y te juro que lo voy a cumplir por inalcanzable y dif赤cil que parezca, porque es el pacto que da sentido a mis latidos y me perdona la vida cada d赤a§, escribe Ana.
※Mam芍, pap芍# Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dej谷 en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no est谷. Es mi deseo. Prometedme que lo vais a hacer, por favor§, les pide el joven poco antes de fallecer.
※Durante tres a?os he guardado en secreto tu testamente, ese pacto que hicimos en el hospital que solamente sab赤amos tu padre, tus t赤as y yo. He luchado sola en silencio para conseguir lo imposible y esa ilusi車n me ha perdonado la vida cada d赤a de mis tres a?os de duelo por ti. Te promet赤 que te salvar赤a y no pude cumplirlo. Te jur谷 en el hospital que cumplir赤a tu 迆ltima voluntad, y ese milagro se ha hecho realidad§, dice Ana Obreg車n. ※Por fin tendr谷 un poquito de ti aqu赤 conmigo y nunca jam芍s volver谷 a estar sola. S谷 que ser芍s el mejor pap芍 del mundo desde el cielo y que ahora mismo estar芍s feliz y sonriendo. ?Lo hemos conseguido, Aless!§.
※Pronto tendr谷 en mis brazos a tu hija, mi nieta. Se llamar芍 Ana Sandra. Mi coraz車n estar芍 lleno de amor y emoci車n al abrazarla. [#] Mi chico de las musara?as, ya no continuar谷 agonizando en esta muerte lenta, ahora me vaciar谷 de paisajes dolorosos porque tu hija me prestar芍 tu sonrisa y tu coraz車n. Ahora quiero vivirme§, escribe Ana en el ep赤logo.
Las cuatro musara?as
Estas musara?as del t赤tulo de la obra son aquellas con las que habla Aless en su texto: C迆pula, Muria, Sophia y Estendor son sus nombres. Con ellas reflexiona y deja ver lo que siente del momento tan duro por el que tuvo que pasar.
C迆pula es ※ambiciosa, luchadora y positiva§, as赤 como ※carism芍tica e inocente§. ※Vive en un mundo donde nadie esconde nada cuando todos ocultan algo§, escribe. ※A trav谷s de C迆pula, aprendemos m芍s y m芍s r芍pido§, a?ade.
En cuanto a Muria, es ※nostalgia pura, [#] vive bajo un halo de pesimismo constante§, pero para ella es clave ※mantener vivo el recuerdo de los momentos bonitos en tiempos oscuros§. A Sophia le atribuye Aless la siguiente frase: ※La eterna felicidad es para el eterno gilipollas§. Para 谷l, ella es ※experta ama de llaves para portones monstruosos que quedan entreabiertos e inundan la mente de pensamientos que quitan el sue?o y borran las ganas de despertar§. ※?Oh Sophia, Sophia m赤a, nunca te dejar谷 de amar, pero ?cu芍nto te gusta tocarme los cojones, aunque no haya cojones que tocar?§.
Estendor es la 迆ltima de estas musara?as, ※alejado de la mano de la l車gica y la comprensi車n humana, [#] no tiene filtros. [#] sus reflexiones casi siempre sugieren darle un zapatazo en la ingle a la persona que tenemos delante, [#] un sabueso con sentido del humor, bruto y bastante avispado. You don*t wanna fuck with#§.