La ¡®venganza¡¯ de Borja, de ¡®LIDLT¡¯, por el pasado de ?lvaro: ¡°Se bes¨® con mi hermana¡±

Algo se cuece en Rep¨²blica Dominicana. La presente edici¨®n de La isla de las tentaciones ha roto con todas las expectativas que uno pod¨ªa hacerse antes de su primera emisi¨®n. Si bien es cierto que el ¡®fen¨®meno Montoya¡¯ ha impulsado el formato a niveles internacionales, la realidad es que no solo el utrerano ha logrado enganchar al telespectador: existen numerosas rencillas entre los participantes del reality que explican semejante crecimiento en los registros de audiencias.

Una de las tramas que m¨¢s ha impactado esta semana a los seguidores del programa ha sido la de Borja y Alba. El tentador, que ha dejado ver su intenci¨®n de conquistar a la pareja de ?lvaro, se ha besado con Andrea, que a su vez compens¨® as¨ª la infidelidad de Joel. Este acercamiento ha descolocado a la propia Alba, quien confes¨® su propio dilema moral: la persona que m¨¢s le atrae es Borja, pero no quiere acercarse demasiado porque es amigo de su novio; y a su vez, ?lvaro, desde la otra villa, ha expresado que si ella llega a caer en la tentaci¨®n ¡°lo sentir¨ªa como una doble traici¨®n¡±.

¡°El respeto hacia mi familia es sagrado¡±

Sin embargo, una conversaci¨®n entre Alba y Borja ha parecido dar la vuelta al tablero. ¡°Yo tengo una cosa en la mente, creo que no has sido sincero con Andrea, ?verdad?¡±, le dec¨ªa ella, y ¨¦l asent¨ªa. La participante asegur¨® sentirse ¡°fatal¡± cuando les ve¨ªa juntos, como si algo no le cuadrase. Y ¨¦l movi¨® ficha: ¡°A m¨ª la ¨²nica que me llama la atenci¨®n puedes ser t¨², ?sabes?¡±. Y ella no se qued¨® atr¨¢s: ¡°Ya, bueno, y a m¨ª¡±. Entonces Borja establec¨ªa distancia con su supuesto amigo. ¡°Por mucho que t¨² respetes s¨ª es cierto que hay veces que dices, ?es tu amigo? ?Es tu colega? ?A ti te ha llamado ?lvaro en alg¨²n momento para ver c¨®mo est¨¢s?¡±, reflexiona; y ella no duda en deducir que, igual, no eran tan cercanos: ¡°A ver, si algo est¨¢ claro es que tu amigo del alma no es¡±.

Este cruce de palabras ocurri¨® dentro de la casa, pero la necesidad de una mayor intimidad les llev¨® a una tumbona del jard¨ªn. Y all¨ª se sincer¨® Borja. ¡°Que no es nada en verdad, pero es algo que a m¨ª me molest¨®. Se bes¨® con una persona de mi familia. Mi hermana. Entonces yo eso... En el momento, obviamente, me qued¨¦ un poco exhausto porque lo vi yo. Soy muy familiar y mi respeto hacia mi familia es sagrado¡±, destap¨® la realidad ¡ªsu versi¨®n, al menos¡ª de su amistad con ?lvaro.

La incipiente venganza

El acercamiento entre Alba y Borja comienza entonces a parecer una venganza por parte del segundo en la que, para m¨¢s inri, tampoco puede negarse una cierta atracci¨®n sexual por ambas partes. ¡°Yo ahora mismo no estoy haciendo nada malo, estoy conociendo aqu¨ª a todo el mundo como t¨² est¨¢s viendo. S¨ª es cierto que por ambas partes hay atracci¨®n. Hay que tener una barrera, un respeto, pero s¨ª es cierto que las ganas... eso es evidente¡±, preparaba el terreno el tentador.

Luego lanz¨® la estocada final en forma de cavilaci¨®n l¨®gica. ¡°T¨² tienes valores, ya est¨¢. Que t¨² no quieras hacer una cosa no significa que no la sientas. T¨² la puedes sentir, pero no es el momento¡±, pronunci¨®, dejando caer impl¨ªcitamente que ambos quieren caer en la tentaci¨®n. ¡°Ay Dios m¨ªo¡±, suspir¨® Alba, consciente del rumbo de los acontecimientos, a lo que Borja puso la guinda final al redondeo de su acercamiento: ¡°As¨ª dec¨ªa Andrea¡±.

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