?ngel Cristo Jr. desespera a Sandra Barneda en ¡®Supervivientes¡¯: ¡°Te ir¨¢s a dormir cuando el programa decida¡±

Los Cayos Cochinos hondure?os est¨¢n siendo testigos de c¨®mo la marea trae algo m¨¢s que agua y salitre; la tensi¨®n se ha instalado en la isla y, por muchos kil¨®metros que separen la costa caribe?a de la capital de Espa?a, es imposible evitar que cada conexi¨®n que el plat¨® de Telecinco realiza con los participantes de Supervivientes sea un aut¨¦ntico hervidero. En este sentido, una de las notas disonantes ha sido la presencia de ?ngel Cristo Jr., quien ha logrado la dif¨ªcil tarea de poner a todos de acuerdo con una concatenaci¨®n de comportamientos que han exasperado a todos y cada uno de los concursantes.

Hace una semana, el hijo de B¨¢rbara Rey ten¨ªa el primer encontronazo con Carlos Sobera. El presentador vasco le dijo que, precisamente, ten¨ªa una carta de su madre para ¨¦l; impasible, acus¨® al programa por permitir que se diera cabida a maltratadores infantiles en el formato. Sobera no quiso pasar por ah¨ª y, muy sutilmente, le replic¨® que no era el lugar ni el momento para debatir eso y que lo que suger¨ªa era, a ojos de todos, algo muy grave.

Ahora ha sido Sandra Barneda quien ha parado los pies de ?ngel Cristo Jr. En una de estas conexiones entre la Palapa y Madrid, la presentadora le habl¨® directamente a ¨¦l. ¡°Te veo bastante desanimado y tirando la toalla en cuanto a la convivencia, ?qu¨¦ necesitar¨ªas para que la cosa fuera distinta?¡±, lanz¨® Barneda; la respuesta no pudo ser m¨¢s escueta: ¡°Nada¡±.

Tras ser repreguntado, insisti¨® en que, en realidad, no necesita nada. S¨®lo que le dejen tranquilo. El resto de compa?eros estall¨® en denuncias, acusando su mal comportamiento y su nula contribuci¨®n. ¡°Con esta gente no me voy a llevar nunca porque son malos, ellos saben mucho de tele, lo manejan todo muy bien¡±, critic¨® ?ngel Cristo, a lo que Carmen Borrego respondi¨®: ¡°est¨¢s en un programa de tele, a lo mejor te crees que est¨¢s en el circo¡±.

¡°Te ir¨¢s a dormir cuando el programa lo decida¡±

No se qued¨® callado: ¡°?Sabes lo que pienso yo de ti? Que si tu ilusi¨®n era tirarte de un helic¨®ptero yo te hubiera llevado al pantano de San Juan, aqu¨ª no haces nada y has venido a ser un lastre¡±. La dureza de sus palabras llam¨® a la palestra a Miri P¨¦rez-Cabrero, que intervino para recriminarle que ¨¦l se queja de ataques y que no deber¨ªa hacerlo porque es el primero que los lanza. La respuesta de ?ngel Cristo, con la mirada altiva y el tono navegando en el orgullo, desat¨® las risas en plat¨® y la incredulidad de sus compa?eros: ¡°De verdad, ?cu¨¢ndo acabamos? Me quiero ir a dormir¡±.

La segunda vez que vacil¨® al formato le sali¨® m¨¢s cara que la primera. Barneda volvi¨® a tomar la palabra y, directamente, le espet¨®: ¡°S¨¦ que tienes todo el derecho de decir que te quieres ir a dormir. Yo estoy tratando de tratarte con cari?o, espero que t¨² me trates igual. Te ir¨¢s a dormir cuando el programa lo decida¡±.

Despu¨¦s quiso destensar para que, tras la sincera y necesaria reprimenda, el poso que permaneciese fuera m¨¢s aleccionador que severo: ¡°Entiendo que es una situaci¨®n complicada la que est¨¢is viviendo, yo desde aqu¨ª te animo a que puedas cambiar de opini¨®n y trates de tratar de encontrar las personas que te hagan sentir mejor o que est¨¦s mejor en esta convivencia, que es muy dura¡±. De fondo, los Cayos Cochinos.

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