Qu¨¦ fue de Coto Matamoros: su pol¨¦mico perfil de Instagram y el ¡®retiro¡¯ en Galicia

Una noche cualquiera de 1999 apareci¨® un tal Juan Matamoros en Cr¨®nicas Marcianas. Era el hermano gemelo de Coto Matamoros, colaborador frecuente en el formato y habitual en otros programas. Un cuarto de siglo m¨¢s tarde, y tras un a?o de la ¨²ltima emisi¨®n de S¨¢lvame ¡ªdonde Juan, ya como Kiko, se convirti¨® en uno de los rostros m¨¢s asentados de Mediaset¡ª, puede impresionar el contraste que dibuja la aparici¨®n de los dos hermanos en televisi¨®n: hace tiempo que Coto, cuyo nombre real es Jos¨¦ Antonio, no se persona en un plat¨®.

La huella de Coto desapareci¨® de la peque?a pantalla progresivamente en la primera d¨¦cada del nuevo siglo. Los problemas legales y el consumo de drogas fueron algunos de los motivos de semejante desvanecimiento; y a medida que se alejaba de la televisi¨®n, m¨¢s se romp¨ªa la relaci¨®n su hermano, que ya empezaba a despuntar en realities y espacios de tertulia del coraz¨®n.

En alguna ocasi¨®n ha asomado Coto por alg¨²n formato para actualizar su paradero. Hace tres a?os sorprendi¨® a todos los que le recordaban al estrenar TheShow DDT, un programa online de tertulias y entrevistas que, igual que su presencia en televisi¨®n, desapareci¨® sin previo aviso y dejando tras de s¨ª un recuerdo digital que hoy se antoja lejano: su presencia p¨²blica se concentra en las publicaciones que difunde a trav¨¦s de sus redes sociales y que vienen a ser una explosi¨®n contra todo y contra todos, generando pol¨¦mica con cada mensaje, bien sea pol¨ªtico, bien sea social, que comparte.

Mucha gente se frot¨® los ojos al verlo como invitado de Jordi Wild en The Wild Project. Pero era ¨¦l: antisistema y sin pelos en la lengua; carg¨® contra su hermano, asegur¨® que hab¨ªa visto al demonio cuando le preguntaron por una an¨¦cdota paranormal y confes¨® que, en su tiempo, llegaba a cobrar m¨ªnimo 200.000 euros al mes.

A Coru?a, su nuevo hogar

Su vida es otra. Ahora vive lejos de su Madrid natal, la que le vio nacer, y no echa de menos el bullicio que suele acompa?ar el ambiente de las grandes ciudades: ha decidido que sea el norte de Espa?a quien le aporte la tranquilidad que tanto busca; seg¨²n desvel¨® La Voz de Galicia, quien fuera uno de los tertulianos m¨¢s habituales de la televisi¨®n reside ahora en el hotel El trastero de Palmero y realiza vida normal en las inmediaciones del mismo: va a comprar, como todo el mundo, y al gimnasio, como mucha gente.

Aterriz¨® en A Coru?a el pasado verano, cambiando las costas de Ibiza y Alicante, donde resid¨ªa antes, por las gallegas, y all¨ª permanecer¨¢ por tiempo indefinido. ¡°Tengo mucho cari?o a esta ciudad porque estuve aqu¨ª de ni?o¡±, confes¨® al citado rotativo gallego, agregando despu¨¦s, dejando que sea el azar quien gu¨ªe su vida, que piensa fluir, volar, dejarse llevar: ¡°Igual me quedo m¨¢s tiempo de lo previsto¡±.

Lejos de todo; lejos, especialmente, de aquella noche de 1999.

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