Qu¨¦ es la hibristofilia, o por qu¨¦ hay personas atra¨ªdas por Daniel Sancho
Se trata de un fen¨®meno intrigante que provoca una inclinaci¨®n hacia individuos que han cometido cr¨ªmenes graves o actos violentos.
Pese a que desde el martes se est¨¢ celebrando en Tailandia el juicio contra Daniel Sancho, en el que se le pide la pena de muerte por asesinato premeditado, todav¨ªa hay muchas personas que dicen no creerse lo que el propio chef habr¨ªa confesado: el asesinato y descuartizamiento del cirujano pl¨¢stico Edwin Arrieta. Parece imposible que un joven como ¨¦l, de buena familia, con recursos y agraciado, haya sido capaz de cometer semejante atrocidad, ya que fascina con la primera impresi¨®n (que es muy dif¨ªcil de cambiar), algo que se conoce como efecto halo.
Pero m¨¢s all¨¢ de este efecto de incredulidad por esa buena primera percepci¨®n, hay incluso algo m¨¢s intrigante: la hibristofilia. Se trata de un sesgo cognitivo perturbador que desaf¨ªa las nociones convencionales sobre el amor y la atracci¨®n. Es la peculiar inclinaci¨®n hacia individuos que han cometido cr¨ªmenes graves o actos violentos, que deja entrever un an¨¢lisis profundo de las relaciones humanas, los sesgos cognitivos y las complejas interacciones entre emociones y conductas.
Atracci¨®n por lo prohibido
La etimolog¨ªa del t¨¦rmino hibristofilia deriva de las ra¨ªces griegas hubrizein, que significa ¡°atentar contra alguien¡±, y filo, que significa ¡°tener afinidad/preferencia por¡±. Por tanto, el concepto se refiere a esa atracci¨®n aparentemente inexplicable que algunas personas sienten hacia aquellos que han perpetrado delitos graves. En esencia, la hibristofilia se convierte en una manifestaci¨®n de la atracci¨®n por lo prohibido, lo peligroso y lo transgresor. Aunque inicialmente podr¨ªa evocar im¨¢genes de casos extremos y notorios, como asesinos en serie, la hibristofilia puede manifestarse en una variedad de situaciones y contextos cotidianos.
¡°Popularmente, se conoce este fen¨®meno como s¨ªndrome de Bonnie y Clyde¡¯, dos m¨ªticos fugitivos, ladrones y criminales estadounidenses que se profesaban un gran amor hasta el momento de su muerte. Aunque, en realidad, la hibristofilia encuentra su ra¨ªz en una red de sesgos cognitivos que influyen en la forma en que percibimos y seleccionamos nuestras relaciones amorosas¡±, explica Francisco Torreblanca, profesor del ESIC. ¡°Los sesgos cognitivos son patrones sistem¨¢ticos de pensamiento que pueden llevarnos a interpretar la informaci¨®n de manera distorsionada o irracional. Estos sesgos son errores o atajos mentales que nuestro cerebro utiliza para procesar la gran cantidad de informaci¨®n a la que nos enfrentamos cotidianamente¡±, agrega.
De acuerdo con este experto, uno de los protagonistas en este escenario es el sesgo de novedad, que impulsa a sentir curiosidad y atracci¨®n hacia lo nuevo y diferente. Los criminales, con sus acciones extremas, encarnan precisamente esa novedad y singularidad que captura la atenci¨®n y despierta el inter¨¦s. ¡°Es un hecho que no deja de ser sorprendente y e incomprensible desde el sentido com¨²n¡±, explica.
Adem¨¢s, tambi¨¦n est¨¢ el sesgo de la narrativa, que desempe?a un papel clave en esta din¨¢mica. ¡°Como seres humanos, anhelamos historias que tengan una estructura y sentido claros. Los delincuentes, con sus historias de trasfondos oscuros y actos impactantes, ofrecen narrativas emocionales y cautivadoras que inevitablemente enganchan a quienes las escuchan. Esto puede llevar, en casos extremos, a la construcci¨®n de mitos y a una idealizaci¨®n de la figura del criminal, lo que origina y fortalece la atracci¨®n¡±, relata Torreblanca.
Implicaciones conductuales y emocionales
Las implicaciones de la hibristofilia son diversas y a menudo desconcertantes. Desde el punto de vista de la conducta, las personas que experimentan esta atracci¨®n pueden verse impulsadas a establecer alg¨²n tipo de contacto con criminales, incluso llegando a establecer correspondencia en prisi¨®n o a visitarlos en ella. En situaciones extremas, puede dar lugar a relaciones rom¨¢nticas y sexuales con individuos encarcelados.
Desde el ¨¢ngulo emocional, la hibristofilia puede proporcionar una sensaci¨®n de poder y control sobre la relaci¨®n. Quienes la experimentan pueden creer que son capaces de cambiar a un criminal, redimi¨¦ndolo de sus actos pasados y transform¨¢ndolo en alguien mejor. Pero esto puede ser enga?oso y peligroso, ya que la realidad demuestra que el cambio real en los criminales es improbable, con el riesgo asociado que supone.
Lo prohibido despierta el deseo
Para entender esta compleja situaci¨®n, y por qu¨¦ algunas personas son atra¨ªdas por lo prohibido, es fundamental reconocer y entender los sesgos cognitivos en juego. ¡°Sin duda, la mente humana es un terreno infraexplorado y complejo, por lo que no es f¨¢cil desde lo racional descubrir las claves que nos permitan comprender y enfrentar este inquietante fen¨®meno. Es curioso c¨®mo los humanos sentimos atracci¨®n por aquello que nos proh¨ªben, ya desde bien peque?os cuando nuestros padres nos dec¨ªan ¡®no hagas esto¡¯. En realidad, era una contraorden inmediata para hacerlo¡±, explica Torreblanca.
El efecto halo, una primera percepci¨®n de alguien hacia este tipo de perfiles etiquetados como delincuentes o asesinos, puede generar una sensaci¨®n positiva en alguien. Pero este hecho, llevado al extremo radical, puede desencadenar en la hibristofilia.
Los tipos de hibristofilia
Existen varios tipos de hibristofilia, que var¨ªan en funci¨®n de las caracter¨ªsticas espec¨ªficas de los delitos o de los criminales que atraen a una persona. Los m¨¢s conocidos ser¨ªan los siguientes:
Es importante se?alar que no todas las personas que sienten atracci¨®n hacia criminales experimentan la hibristofilia de la misma manera, y las motivaciones detr¨¢s de esta atracci¨®n pueden ser variadas y complejas.
De hecho, este trastorno puede darse de manera pasiva (donde la persona fantasea con una relaci¨®n con el criminal, sin llegar a producirse), pero tambi¨¦n de manera activa (donde s¨ª se dar¨ªa una relaci¨®n emocional y sexual).