?scar D¨ªaz y el vacile de Roberto Leal en ¡®Pasapalabra¡¯: ¡°Intent¨¦ devolv¨¦rsela¡±

La reacci¨®n de ?scar al completar el Rosco pudo haberse recogido en el diccionario como muestra gr¨¢fica para la acepci¨®n de ¡®estupefacci¨®n¡¯ ¡ªtambi¨¦n para ¡®orgullo¡¯ y ¡®m¨¦rito¡¯¡ª. Desde que se embolsara los casi dos millones de euros a los que ascend¨ªa el bote no ha dejado de visitar plat¨®s, conceder entrevistas y, en general, mostrarse p¨²blicamente con una sonrisa que podr¨ªa decirse correctamente fruto de su ¨¦xito en Pasapalabra, pero que, en realidad, no ha borrado de su rostro en todos los enfrentamientos que ha disputado contra Mois¨¦s.

Ha sido en la visita a Espejo P¨²blico donde ha arrojado algo de luz acerca de lo que ocurre detr¨¢s de c¨¢maras del programa y tras un aluvi¨®n de preguntas de los colaboradores del matinal de Antena 3. Ocurre que no s¨®lo durante su emisi¨®n se juega con t¨¦rminos y vocablos, sino que tambi¨¦n detr¨¢s de bambalinas y, para sorpresa de todos, con Roberto Leal como participante estrella.

¡°Este chico es muy pillo. Roberto es una maravilla y, adem¨¢s de la profesionalidad extrema, no exenta de simpat¨ªa, a veces me busca las cosquillas¡±, explicaba el madrile?o, pasando directamente a la broma en cuesti¨®n con la que a trav¨¦s de esa cercan¨ªa que le caracteriza destensa a los concursantes.

¡°Un d¨ªa se puso a contar una batallita de la historia de los concursos y nos habl¨® de que ¨¦l, de peque?o, ve¨ªa el 1,2,3... que le encantaba Cifras y letras y Saber y ganar, pero que tambi¨¦n le gustaba mucho El tiempo es oro, presentado por Constancio Romero¡±, relat¨® ?scar, despertando r¨¢pidamente la correcci¨®n de todo el plat¨®. Efectivamente, no es Constancio, sino Constantino. ¡°Ah¨ª est¨¢ la cosa¡±, subray¨®, refiri¨¦ndose a la terminaci¨®n de la palabra.

¡°Como los concursantes de Pasapalabra somos repelentes, yo fui a decirle que era ¡®Constantino¡¯ y ¨¦l me respondi¨® con un ¡®ag¨¢rrame el pepino¡¯¡±. Todo fueron risas. Admiti¨® con humor y deportividad el vacile y, despu¨¦s, pas¨® a la ofensiva: ¡°Yo intent¨¦ devolv¨¦rsela al cabo del tiempo¡±. No obstante, su intentona qued¨® en saco vac¨ªo.

La venganza de ?scar

Busc¨® el golpe desde un reconocido grupo musical que ha marcado la infancia de no pocas generaciones. ¡°Nos enteramos de que Yolanda Ventura, la ficha amarilla de Parch¨ªs, que est¨¢ viviendo en M¨¦xico, es seguidora del programa¡±, prepar¨® la ca?a, luego ech¨® el anzuelo: ¡°Y yo dije: ¡®Esta es la m¨ªa¡¯. Se lo estaba contando a Roberto y le dije que al l¨ªder de la banda tambi¨¦n le encantaba Pasapalabra...¡±.

Pero no pic¨® ning¨²n pez. ¡°Yo estaba esperando a que Roberto me dijera el nombre, que el chico se llama Tino, pero nada... No dijo ni ¡®mu¡¯ y tuve que confesar que hasta ah¨ª hab¨ªa llegado mi vano intento por hacerle decir algo que acabase en ¡®ino¡¯¡±, puso punto y final a su divertida historia, demostrando, al mismo tiempo, que una persona que se conoce todo el abecedario tambi¨¦n puede hacer este tipo de rimas.

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