Obituarios
Muere ¡®El G¨¹ito¡¯, leyenda del baile flamenco
Eduardo Serrano Iglesias, uno de los bailaores m¨¢s reconocidos de la historia del flamenco, ha fallecido a los 83 a?os en Villalba (Madrid) tras una breve pero intensa enfermedad.
Los bailaores flamencos dan un giro de luto por la partida de Eduardo Serrano Iglesias, ¡®El G¨¹ito¡¯, quien ha cerrado los ojos para siempre este mi¨¦rcoles a los 83 a?os en un hospital de Villalba (Madrid). Tras ¨¦l, una carrera de siete d¨¦cadas que le llev¨® a convertirse en unos de los pilares fundamentales del baile de este g¨¦nero en la segunda mitad del pasado siglo; despu¨¦s de su muerte, tras una breve pero intensa enfermedad, nadie duda que el tambi¨¦n core¨®grafo es una pieza central de la historia del flamenco.
Podr¨ªa decirse que vino al mundo con el baile en el cuerpo y el arte en la sangre. Naci¨® en el barrio madrile?o de El Rastro, all¨¢ por 1942, y apenas siendo un ni?o ya daba vueltas, literalmente, por las calles: con tan solo cinco a?os gan¨® un concurso y poco despu¨¦s comenz¨® a aparecer en algunas pel¨ªculas. Eran los primeros alientos de la d¨¦cada de los cincuenta, y el peque?o Eduardo ya opositaba para ser estrella del baile.
Aunque sus primeros pasos los dio de manera autodidacta, siguiendo con la mirada los pasos de Farruco, el gran salto cualitativo se produjo cuando ingres¨® en la compa?¨ªa de Pilar L¨®pez. Ella le hizo debutar en Londres; ella le ense?¨® al mundo el nervio de ¡®El G¨¹ito¡¯. Y ¨¦l siempre estuvo agradecido. ¡°A ser respetuosos, la puntualidad, a vestir, lo que era un escenario, una coreograf¨ªa, lo que era bailar en hombre...¡±, dijo en una ocasi¨®n acerca de su mentora. Ella, por otro lado, sab¨ªa que el talento de Eduardo no deb¨ªa ser ocultado al mundo; con su compa?¨ªa logr¨® ¡®G¨¹ito¡¯ enamorar al Teatro de las Naciones de Par¨ªs y convertirse en ¡°el mejor bailar¨ªn de la temporada¡±. Era 1959.
Su ¨¦xito fue una racha de viento que sopl¨® con fuerza sobre su figura y le permiti¨® alzar el vuelo y emprender una carrera en solitario. Luego lleg¨® Tr¨ªo Madrid, junto a Mario Maya y Carmen Mora, cuyo concepto de baile revolucion¨® el flamenco, y, entonces, hall¨® el bailaor el tipo de baile con el que pod¨ªa dar m¨¢s rienda suelta al vendaval art¨ªstico que le hac¨ªa moverse sobre la tarima y que retumbaba en su pecho: la sole¨¢. Cuando los a?os ochenta asomaron al calendario, ¡®El G¨¹ito¡¯ ya era una leyenda.
Con el fallecimiento de Eduardo Serrano Iglesias no fallece una rama del baile flamenco, sino que se apaga de golpe una de las principales constelaciones del g¨¦nero patrio. Su baile, sobrio y elegante, con una est¨¦tica pura y depurada, marc¨® el devenir de estos movimientos y cre¨® la escuela que hoy tanto se reproduce. Entonces ya lo vio venir Pilar L¨®pez, quien, all¨¢ por 1988, dio a Sevilla Flamenca la descripci¨®n perfecta de ¡®G¨¹ito¡¯, su alumno aventajado: ¡°Es como la tierra misma. Una fuerza, una ra¨ªz tan fuerte que ya sube hasta el cielo¡±.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrar¨¢s todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del d¨ªa, la agenda con la ¨²ltima hora de los eventos deportivos m¨¢s importantes, las im¨¢genes m¨¢s destacadas, la opini¨®n de las mejores firmas de AS, reportajes, v¨ªdeos, y algo de humor de vez en cuando.