¡°Luis Enrique es el indie del f¨²tbol¡±

Han pasado ya semanas de aquel momento. Escenario grande de El Jard¨ªn de las Delicias, la noche va cayendo sobre Madrid con su amalgama de naranjas y rosas cruzados en el cielo mientras los dos chicos que hoy se suben a ese autob¨²s con destino Alovera, Guadalajara, han conquistado Madrid con sus guitarras. Durante unos minutos, en la ciudad solo parece escucharse Matar la pena, esa canci¨®n que en el recinto de Cantarranas, a los pies de la Complutense, lo llena todo. ¡°Hoy me he levantado con el alma por los suelos sin saber qu¨¦ hago aqu¨ª / Y sigo siendo un tipo raro al que las cosas raras le hacen feliz¡±. A la espalda llevan las mismas guitarras, aunque esta sea una ma?ana de martes y el auditorio en el que van a tocar sea distinto: la r¨¦plica del edificio que en 1980 se alzaba en la calle Amaniel 29 de Madrid, donde se aloj¨® la primera f¨¢brica de Mahou. En su interior, los Javis de la m¨²sica, esos Javier Ech¨¢varri (Barcelona, 1999) y Javier Ojanguren (San Sebasti¨¢n, 1999) que juntos hacen Besmaya forman parte del ¨²ltimo grupo de personas que en un a?o y medio pisar¨¢n la f¨¢brica a la que la Mahou se mud¨® en 1993, la m¨¢s grande de una cervecera en Espa?a y la segunda en Europa, con 430.000 metros cuadrados, trece l¨ªneas de envasado y una capacidad de producci¨®n diaria de tres millones de litros. La marca va a hacer obras para, precisamente, acondicionar las instalaciones a¨²n m¨¢s a las visitas. ?Y qu¨¦ mejor que bajar un tel¨®n que con m¨²sica? Con este grupo que acumula m¨¢s de 600.000 oyentes mensuales en Spotify y que es el protagonista de la gira Vibra Mahou por salas como antes lo fueron Arde Bogot¨¢ o Shinova.

Durante una hora los Javis se descuelgan sus guitarras de los hombros y caminan entremezclados con el grupo, en esta ma?ana de comienzos del oto?o, con cielo gris¨¢ceo de nubes de los Simpson, que es la ¨²ltima de las de antes, con la f¨¢brica en Alovera tal y como se la ha conocido tanto tiempo. Casi desnuda, con sus gigantes silos met¨¢licos coronados por esos sombreros en los que esa levadura (de la que solo unos pocos conocen la receta, a lo f¨®rmula de la Coca-Cola) se entremezcla con el l¨²pulo que crece en las tierras alrededor de La Ba?eza, en Le¨®n, la cebada y el agua, para convertirse en esa cerveza que Casimiro Mahou Bierhans cre¨® en 1850, junto a un socio, en una f¨¢brica de papel pintado llamada Las Maravillas. Esa Mahou de la que Besmaya ser¨¢ banda sonora en las salas de Espa?a hasta finales de a?o. La misma que acompa?a en una mesa en la que AS les entrevista, mientras se cuentan como grupo y cuentan qu¨¦ supone para ellos esta gira. Luis Enrique, durante el Mundial de Qatar, en su Twitch se declar¨® gran seguidor de su m¨²sica.

Se conocen desde que tienen tres a?os, porque sus padres eran amigos y coincid¨ªan en Cantabria.

Javier Ojanguren: Por trabajo de nuestros padres hemos vivido en muchos sitios y justo coincidimos all¨ª.

Javier Ech¨¢varri: Y justo coincidimos all¨ª. Fuimos juntos a Infantil y Primaria. Y en Primero nos separamos. Yo, a Donosti y ¨¦l, a Inglaterra.

? A d¨®nde?

J. O.: A Newmarket (condado de Suffolk).

J. E.: No es Manchester (sonr¨ªe).

J. O.: Y luego ¨¦l se mud¨® a Barcelona y yo, a Valladolid. Hemos vivido en un mont¨®n de sitios por el curro de nuestros padres. N¨®madas.

?Y, cu¨¢ndo eran peque?itos, les cuentan sus padres si ya ten¨ªan pasi¨®n con la m¨²sica?

J. E.: S¨ª, de hecho hay registro: tenemos la primera maqueta con diez a?os. Mi padre es muy, muy m¨²sico y se encarg¨® de que nos gustara.

J. O.: Claro, por all¨¢ por 2008, que nosotros ten¨ªamos nueve a?os. ?2007 o igual antes?

J. E.: No, no antes, fue en 2008.

J. O.: Que era cuando se estaban montando los primeros home estudios y la gente empezaba a grabar en casa porque ya los ordenadores ten¨ªan programas para grabar. Y nos grababa su padre. En nuestra amistad, desde peque?icos, ha estado la m¨²sica. En verano nos ve¨ªamos y hac¨ªamos temas y tal.

J. E.: Luego pas¨¢bamos la gorra en las comidas familiares.

?En serio?

J. O.: Siempre ¨¦ramos los pesados de la guitarra. Y mola porque Besmaya, a ra¨ªz de eso, ha sido un proyecto muy familiar. Nuestras familias, muy unidas, nuestras hermanas, que vienen a vernos juntas a los festis. Hemos tenido hasta a los abuelos ah¨ª, que tambi¨¦n son amigos (r¨ªe).

He le¨ªdo varias cosas distintas de por qu¨¦ Besmaya. Una habla de una sart¨¦n de Ikea y otra, de un nombre le¨ªdo en una camiseta militar de una de sus madres. ?Cu¨¢l es real?

J. O.: Te vamos a hacer part¨ªcipe ahora del secreto, pero no puedes publicarlo.

A ver...

J. O.: Es que esto no lo sabe mucha gente. Es una novia que tuvo Robert Smith, cuando grab¨® el Pornography. Una novia turca, amante.

Pues tuvo que ser de muy joven porque lleva con su mujer, Mery Poole, toda la vida, desde los 14 a?os¡­

J. E.: De hecho, el Disintegration es culpa de Besmaya.

O sea, que cada vez dicen una distinta. ?La de verdad?

J. E.: Est¨¢ en Internet.

J. O.: La decimos de vez en cuando, en realidad.

J. E.: Es que la real es m¨¢s surrealista que cualquier otra. Bastante loca, de hecho.

No me la van a decir, ?no?

J. O. y J. E.: No.

Empiezan en 2019, justo antes de que estalle la pandemia.

J. E.: Grabamos los primeros temas a finales de diciembre.

J. O.: Nos ve¨ªamos y siempre est¨¢bamos haciendo temas, pero nunca hab¨ªamos dicho: ¡°?Por qu¨¦ no hacemos algo en serio?¡±.

J. E.: Fue un momento, adem¨¢s, en el que llev¨¢bamos mucho sin vernos. Yo dej¨¦ mi banda, tu dejaste la tuya¡­ (dice, se?alando de cabeza a Ojan).

?De qu¨¦ eran esas bandas?

J. E.: Yo ten¨ªa una banda de indie pop en Barcelona ?y t¨²?

J. O.: Y yo una muy punkie en Valladolid.

J. E.: Y fue un momento en el que los dos lo dejamos. Ninguno quer¨ªa saber nada de la m¨²sica.

J. E.: Estuvimos un a?o entero sin hacer nada, que ninguno quer¨ªa.

A veces es necesaria una catarsis.

J. O.: Y fue como que conectamos¡­

Y usted, Ech¨¢varri, le mand¨® la maqueta a ¨¦l, Ojan.

J. O.: Un tema en ingl¨¦s. Y yo le dije: ¡°T¨ªo, ?si lo traducimos y lo hacemos un tema m¨¢s indietr¨®nica?¡±, que ahora es rock distendido¡­

Tienen un directo bueno. El Jard¨ªn de las Delicias se puso a sus pies.

J. E.: Le metemos mucho cari?o al directo. Queremos que est¨¦ s¨²per cuidado. Lo planteamos como que la persona que m¨¢s ha de disfrutar es el artista, no el p¨²blico.

Sigamos con su historia. Se mandan la maqueta¡­ Y estalla la pandemia.

J. E.: No. Besmaya tiene tres d¨ªas para grabar canciones antes.

J. O.: Antes de que nos encerraran quedamos un d¨ªa, para grabar.

Quedaron en¡­ ?Santander, Barcelona, Madrid o Valladolid?

J. E: (R¨ªen) En Pamplona. Y grabamos tres canciones en tres d¨ªas.

J. O.: En el sal¨®n de mi piso. Y fue como: ¡°Nos vamos con ellos¡±. Y cada uno volvi¨® a su vida normal. ?l en Barcelona y yo en Pamplona.

J. E.: Pero antes nos sacamos fotos.

J O.: Unas fotitos, as¨ª guays como de promo y lo subimos a Spotify y as¨ª empez¨®. Entonces lleg¨® la pandemia.

Le sacaron mucho r¨¦dito al encierro con la m¨²sica.

J. E.: Hay un tema grabado absolutamente a distancia.

J. O.: Donosti. Nuestro cuarto tema. No ¨¦ramos un grupo. ?ramos dos chavales con una cuenta de Spotify.

J. E.: Nosotros no quer¨ªamos dar conciertos.

J. O.: Era un marr¨®n.

J. E.: Un jaleo. Sin ensayar. Una banda... Qu¨¦ pereza.

J. O.: Ven¨ªamos cada uno de estar cuatro a?os, cada uno con su banda, local de ensayo, palmar dinero. Estudiantes, sin un chavo¡­

?Qu¨¦ estudiaban?

J. O: Yo, derecho.

J. E.: Yo, ingeniero inform¨¢tico.

?Y ahora trabajan o ya solo pueden dedicarse a la m¨²sica?

J. O.: Ya vivimos de esto.

Tienen cerca de 600.000 escuchas mensuales en Spotify.

J. O.: El digital siempre nos ha ido bien. Esto empez¨® esto as¨ª y, en seguida, los temas despuntaron en Spotify y, cuando terminamos la carrera, que fue como hace dos a?itos o as¨ª, ya est¨¢bamos en un momento en el que dijimos: ¡°?Para qu¨¦ voy a coger un curro si ya tengo un curro?¡±.

?Y cu¨¢ndo se mudaron los dos a Madrid?

J. E.: Har¨¢ como dos a?os, ?No?

J. O.: En 2022.

?Y c¨®mo es volver a vivir en la misma ciudad? Porque no lo hacen desde que eran peque?os.

J. E.: Heavy. Yo hablo casi m¨¢s con ¨¦l que con mi novia.

?Qu¨¦ pensaron cuando Luis Enrique cuando les cit¨® como el grupo que escuchaba en uno de sus Twitch durante el Mundial de Qatar?

J. E.: A m¨ª me sorprendi¨® much¨ªsimo.

J. O.: Te sorprende pero al final es un t¨ªo que, yo creo que cada vez hay m¨¢s gente as¨ª, de su edad y tal, que le gusta bichear en Spotify y Spotify y estas plataformas molan, porque recomiendan luego m¨²sica emergente, y nos dijo a nosotros. Tambi¨¦n habl¨® a Samurai, que en aquel momento ten¨ªa 50.000 oyentes y dos temas en la calle. O de nuestros amigos Malm? 040. Nosotros ¨¦ramos sus favoritos porque se ve que tiene un gusto de puta madre.

J. E.: Nos hizo mucha ilusi¨®n. De repente, me escriben: ¡°T¨², pon el Twitch de Luis Enrique¡±.

J. O.: Hemos llegado a hablar con ¨¦l y le dimos las gracias. Y el t¨ªo, ah¨ª por Instagram, nos contestaba. Nos vimos muy identificados con Luis Enrique, es como el indie de f¨²tbol.

J. E.: Tiene ese esp¨ªritu. Dej¨® de hacer entrevistas en prensa generalista porque ten¨ªa su canal de Twitch, o sea que es un poco lo que hacemos las bandas hoy. Que es en plan: tenemos nuestro Spotify, o nuestras redes, y funcionamos sin cobertura de grandes medios. Y luego el t¨ªo era s¨²per de verdad, con una filosof¨ªa guay. Ayud¨® a la gente a relativizar el f¨²tbol. Nos cay¨® guay.

Recorrer¨¢n Espa?a hasta final de a?o con la gira por salas Vibra Mahou, cogiendo el testigo de bandas como Shinova, Arde Bogot¨¢¡­

J. E.: Es muy emoci¨®nate seguir la senda de todas esos grupos que han ido antes que nosotros. Somos amigos de algunos de ellos, de Arde Bogot¨¢, por ejemplo, y, cuando nos dieron esta oportunidad, lo comentamos con ellos. Te sientes con mucha responsabilidad, de decir: ¡°T¨ªo, si ya despu¨¦s de esto, no llego ad¨®nde han llegado el resto, algo mal tendr¨¦ que estar haciendo¡­¡±.

J. O.: El list¨®n est¨¢ muy alto, ?sabes?

J. E.: Que la ha hecho Iv¨¢n Ferreiro, Leiva¡­ T¨ªo, mucha pe?a.

J. O.: Y ya estamos compartiendo muchas cosas con ellos. Festivales, escenarios¡­

Sacaron en marzo Nuevos Lemas, su nuevo disco, ?qu¨¦ tal la acogida?

J. E.: Muy contentos. Es como si hubiese acogido a toda la gente que le gusta y escucha a Besmaya y la ha asentado en lo que somos nosotros. Como que la marca y el producto se ha asentado.

Mondosonoro, revista referente de m¨²sica en Espa?a, les puso muy buena nota¡­

J. O.: Es verdad. Nos pusieron un 8 aunque yo creo que es m¨¢s un 9,5 (r¨ªe).

J. E.: Yo creo que es un diez.

J. O.: Es una propuesta como m¨¢s unificada. Est¨¢ muy guay y nos est¨¢ dando muchas alegr¨ªas.

?Qu¨¦ m¨²sica escuchan ustedes?

J. E.: The Cure por culpa de mi padre. S¨ª, s¨ª. De todo. Menos country.

J. O.: Pues yo ahora justo estoy escuchando country, f¨ªjate.

J. E.: Uno completa al otro.

?Y cuando eran peque?os?

J. O.: Tuvimos mucho por Green Day, vena por Muse, y por Red Hot y Slipnok.

J.E.: Luego ya de mayores ya nos hemos diversificado un poco. Yo por ejemplo soy y ser¨¦ toda la vida fan de Los Smiths. Nos hemos vuelto a encontrar en Oasis.

?Han conseguido entradas para los conciertos de su regreso?

J. E.: No.

J. O.: Yo s¨ª.

Ah¨ª tambi¨¦n est¨¢n diversificados.

J. O.: Pero me va a caer un festival seguramente.

J. E.: Cien por cien (r¨ªe). Me encantar¨ªa que fueras, pero en el fondo no (carcajea).

?Cu¨¢ntos conciertos han dado en el ¨²ltimo a?o?

J. E.: Llevamos treinta y algo y nos quedan a¨²n 19.

J. O.: Pero, en total, Besmaya a¨²n no ha llegado a los cien. Vamos 60 o as¨ª.

J. E.: Ahora con Mahou nos quedan once de aqu¨ª a diciembre.

J. O.: Pues puede estar ah¨ª el cien...

?De deportes, qu¨¦ les gusta?

J. O.: La petanca.

J. E.: La Mahou.

J. O.: Yo estoy jugando al tenis ¨²ltimamente.

J. E.: Yo con el tetris, y no es broma, soy buen¨ªsimo.

J. O.: Le metemos bastante duro al pin-pong, podr¨ªamos ser un equipo y nos defender¨ªamos.

J. E.: De hecho, deber¨ªamos apuntarnos a un torneo.

J. O.: Cuando componemos tenemos un pin-pong ah¨ª. Cuando nos saturamos, jugamos. Y tenemos nivel bastante asi¨¢tico. Y tampoco es broma, eh¡­ (carcajea de nuevo).

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