Guille-Santa Olalla, la historia del cantautor de Baza que intent¨® por tres veces huir de la m¨²sica

Guille Santa-Olalla intent¨® escapar de la m¨²sica hasta tres veces pero hab¨ªa nacido para ello: le fue imposible. Nacido en Baza, Granada, es un hombre de mundo, que ha vivido en Madrid y Budapest con su guitarra a la espalda antes de volver a casa. De Bob Dylan a Sabina pasando por Los Secretos, sus canciones se cocinan en crudo, poniendo en letra lo que a menudo a uno le cuesta decirse a s¨ª mismo. Esa es la esencia de las once que componen su ¨²ltimo disco, ¡®Arsenal¡¯, una hora de joya musical.

Alto y desgarbado, un pendiente asoma entre su pelo, abundante, y su barba, negra y poblada. Un aro que refulge plata mientras Guilla Santa-Olalla habla y se va contando. De c¨®mo es capaz de multiplicarse en el escenario para poner varios instrumentos a su servicio en un virtuoso ¡®one man band¡¯ a como en cada ciudad que piso siempre termin¨® montando una banda que fueron haciendo camino mientras canciones bull¨ªan en su interior. En 2013 public¨® un primer disco, Furg¨®n Blindado, a medio camino entre el folck, el rock, el country y la poes¨ªa que, la prensa especializada, compar¨® con los Urquijo y, despu¨¦s, a petici¨®n del p¨²blico, de las personas que iban sum¨¢ndose a sus directos y se lo ped¨ªan, un lugar f¨ªsico d¨®nde pudiera encontrar las canciones que iba componiendo, edit¨® Azufre. Ahora llega con Arsenal el Guille Santa-Olalla m¨¢s maduro y reposado con la crudeza de siempre con el que busca consagrarse. Y en un disco pensando, con principio y final y varios himnos. Como Canicas.

Es solemne lo que ocurre en los escenarios cuando ¨¦l toma el micr¨®fono: es de estos artistas a los que siempre precede el silencio. Silencio, que algo va a ocurrir. Silencio, que empieza. Y eso que estuvo esas tres veces a punto de seguir otros caminos, como el del periodismo. Pero la m¨²sica siempre termino encontr¨¢ndole. Aunque desde la era del consumo en streaming y Spotify mire con nostalgia a los m¨²sicos y la escena de los ochenta.

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Su primer contacto con la m¨²sica fue a trav¨¦s de un piano...

Como todo ni?o, escuchaba canciones infantiles y los discos de mis padres, pero un d¨ªa, vino la hija de unos amigos a casa. Era un a?o mayor que yo, ella con siete, y se puso a tocar un piano que ten¨ªamos. Eso me abri¨® un mundo nuevo. La vi y dije: ¡°?Este armario que tenemos en el sal¨®n? ?Por favor!¡±. Mi padre lo chapurreaba, pero de repente comprob¨¦ que era accesible. ¡°Yo quiero hacer esto tambi¨¦n¡±, pens¨¦. Pas¨¦ cuatro a?os en el conservatorio y no s¨¦ si ha cambiado la did¨¢ctica, pero en ese momento era un tanto desalentadora. La m¨²sica se me qued¨® como algo residual, para pasar el tiempo libre. Pero un d¨ªa dije: ¡°Me apetece tocar la guitarra¡±. Compr¨¦ una el¨¦ctrica y todo lo que hab¨ªa aprendido en el piano me vali¨® para introducirme otra vez en el mundo de la m¨²sica.

?Cu¨¢ntos a?os ten¨ªa entonces?

17. Tuve un bachillerato bastante rocambolesco. Siempre hab¨ªa estudiaba bastante, pero ¨¦ste se me atragant¨®, en parte por las relaciones sociales. Mis padres me dijeron: ¡°Te compramos una el¨¦ctrica, pero sacas los estudios primero¡±. Lo consegu¨ª y compr¨¦ una guitarra mal¨ªsima, de lo peor que hab¨ªa en el mercado, pero, para empezar, suficiente. Al principio tocaba mal, pero si le dedicas muchas horas... Y yo ese verano estaba cinco o seis horas al d¨ªa, dos o tres meses, para llegar a un nivel en el que pudiera medio tocar Green Day, Calamaro... Luego ya vendr¨ªan cosas m¨¢s dif¨ªciles, Led Zeppelin¡­

?Cu¨¢ndo compuso sus primeras canciones?

Compon¨ªa cosas de una calidad muy dudosa con 16, 15 a?os, al piano, pero nunca salieron a la luz. Luego s¨ª, con otros amigos del pueblo, Baza, montamos un grupo que se llamaba ¡®Algo Diferente¡¯ y ah¨ª empezamos a hacer canciones, sobre todo punk pop. La mayor¨ªa las compon¨ªa yo y ah¨ª empec¨¦ a ver que las canciones que hac¨ªa solo o en conjunto la gente las cantaba... Y es un momento muy guay, uno de los m¨¢s bonitos, ver que tus canciones conectan con la gente, en los conciertos. En aquel momento creo que era m¨¢s por el estilo que por la letra. Luego, cuando me mud¨¦ a Madrid, mont¨¦ otra banda...

?C¨®mo?

Vine para estudiar un m¨¢ster de periodismo, el de Unidad Editorial, en 09-10. En ese momento dije a la que ten¨ªa en Baza: ¡°Voy a estar mucho tiempo fuera¡±. Porque mi pareja estaba en Granada, no iba a ir mucho al pueblo. Aquella se extingui¨® al poco y ah¨ª decid¨ª que paraba con la m¨²sica, que apostaba por el periodismo. Pero, ?qu¨¦ pas¨®? Al cabo de unas semanas ya no pod¨ªa m¨¢s y me traje la el¨¦ctrica. ¡°Monto una banda aqu¨ª¡±, dije. ¡®Nameless Jack¡¯, se llamaba. No llegamos a tocar en directo, pero ensayamos mucho. Con la crisis, decid¨ª que ten¨ªa que irme al extranjero, a Budapest, y entonces volv¨ª a decir: ¡°La m¨²sica, otra vez al caj¨®n¡±.

Pero¡­

Que a las dos semanas, me tuve que comprar una ac¨²stica porque tampoco aguantaba. Me estaba volviendo loco. Ah¨ª me di cuenta: ¡°Tengo que aceptar que necesito tener un instrumento al lado, que s¨ª o s¨ª necesito m¨²sica¡±. As¨ª que decid¨ª que ten¨ªa que grabar ¡®Furg¨®n Blindado¡¯ con temas que hab¨ªa ido componiendo. Grab¨¦ ese disco aquel verano al volver a Espa?a. De la ¨²ltima vez que hab¨ªa decidido que ten¨ªa que enterrar la m¨²sica y no pude.

Con ¡®Azufre¡¯, el p¨²blico le ped¨ªa que lo llevara al f¨ªsico.

Yo en un principio lo plante¨¦ como: ¡°Voy a grabar cuatro o cinco singles, a ver c¨®mo funcionan, y si van bien, pues sigo grabando singles¡±. Pero la gente quer¨ªa tenerlo reunido en un disco. Fabriqu¨¦ 200 copias, que no es un desembolso enorme, pero s¨ª requiere un esfuerzo. Los cinco temas no est¨¢n configurados como un EP, y se nota. Son bastante independientes en sonido y tem¨¢tica. Y le puse ese nombre, Azufre, que me parec¨ªa muy potente y defin¨ªa muy bien la idea de resurgir otra vez de las cenizas y, justo, cuando iba a empezar la gira, vino la pandemia y se par¨® todo. Azufre y Arsenal, el ¨²ltimo, los he producido yo en casa¡­ Creo que una de las cosas m¨¢s potentes que tiene Arsenal es que hay un hilo argumental referido a las diferentes emociones que transmite, desde una perspectiva muy introspectiva, pero al mismo tiempo son emociones muy fuertes.

Porque el sonido del disco se enclaustra en un indie-rock, pero con Furg¨®n Blindado, su anterior LP, editado en 2013, tiraba al country.

S¨ª, de hecho, a m¨ª, cuando me preguntan: ¡°?Qu¨¦ artistas te han influido?¡±, hace veinte a?os, te dir¨ªa Green Day. Luego empec¨¦ a escuchar bastante country, Quique Gonz¨¢lez¡­ y me influy¨® un mont¨®n, ese country existencialista.

He le¨ªdo una cr¨ªtica que habla de ese disco, defini¨¦ndolo as¨ª: ¡°Como los hermanos Urquijo en un bar de carretera¡±.

Tiene un toque sabinero, Los Secretos... Es que hacer algo completamente original no tendr¨ªa sentido. Lo guay de la m¨²sica, o de cualquier arte, es que t¨² coges cosas que te gustan de varias personas y las haces a tu manera para llevarlas a un mundo nuevo, el tuyo. Furg¨®n Blindado no creo que tenga el nivel musical de Arsenal, pero s¨ª es un inicio a ese sonido.

Pero tambi¨¦n se queda por la letra.

Una de las cosas que me pasaba con Furg¨®n Blindado era que a veces resultaba muy denso y quer¨ªa que Arsenal fuera algo m¨¢s alegre. Quer¨ªa al escucharlo dijeras: ¡°Me est¨¢ narrando algo muy duro, pero al mismo tiempo me siento emocionado, feliz, con energ¨ªa¡±. Eso era un poco lo que se intuy¨® con Azufre. Y he aprendido a aceptarme como letrista. Yo tengo un problema: me cuesta much¨ªsimo sacar canciones rom¨¢nticas. El amor tiene un punto superficial que es lo que lo hace tan bonito, pero luego, sin embargo, tengo unos pensamientos un poco m¨¢s profundos y necesitaba que la m¨²sica ayudara al oyente a disfrutarla. Luego hab¨ªa un toque que quer¨ªa darle, una sensaci¨®n en cierto modo de directo. Dentro de que est¨¢ grabado en estudio, quer¨ªa que las guitarras tuvieran ese aura.

?Y c¨®mo se consigue eso?

Es muy complicado. Tienes que buscar el punto correcto de distorsi¨®n, pero que no se cargue la potencia de la guitarra. Y creo que lo he conseguido sin pasarme. Ho he intentado traer mucho a tierra las bater¨ªas para que las guitarras pudieran moverse muy libres, pero a la vez tuvieran una bater¨ªa muy directa, m¨¢s n¨ªtida y clara.

Usted es un one man band.

En el estudio es mucho m¨¢s f¨¢cil porque t¨² puedes grabar por pistas. En el directo lo he estado llevando con una pedalera para los sonidos de la guitarra, para que no sea un personaje est¨¢tico, sino que vaya ondulando. Respeto much¨ªsimo tambi¨¦n a los artistas que van con una guitarra a secas y la voz, que tambi¨¦n es dif¨ªcil, pero no era el tipo de espect¨¢culo que yo quer¨ªa. Luego, aparte, llevo un pedal de coros, una pandereta de pie para los estribillos. Y luego la arm¨®nica, que act¨²a como una segunda voz, instrumento solista¡­ Te hace un contrapunto con la voz...

?C¨®mo ve la escena de los cantautores en la actualidad?

Yo tengo ah¨ª una historia porque estoy a medio camino entre las bandas de rock y el cantautor. Entonces, estoy un poco hu¨¦rfano de escenario. Esto es como, por ejemplo, el flamenco: si t¨² lo haces puro y duro, te aceptan muy f¨¢cil, pero si haces algo m¨¢s transgresor¡­ Un disco como Omega no lo podr¨ªa haber hecho un Morente que estuviera iniciando su carrera. Le habr¨ªan apaleado. Yo voy un poco por el camino del medio. Siempre que ve¨ªa que algo le gustaba a mucha gente, dec¨ªa: ¡°Por aqu¨ª no¡±. Sin embargo, en los ¨²ltimos a?os, por el hecho de ir en solitario, me he metido mucho en los locales de cantautores, en los micros abiertos, he tenido conversaciones con ellos¡­, y es duro porque creo que tienen una calidad compositiva e interpretativa que luego no se traslada a un nivel de ¨¦xito suficiente para que una carrera se sostenga. ?Y cu¨¢l es la consecuencia? La consecuencia es que la cultura de este pa¨ªs pierde. A m¨ª me da mucha pena, aunque en el fondo intento no pensar mucho porque yo tambi¨¦n soy presa de esa misma jaula. Y hay gente que se sabe mover y vender mucho mejor que su m¨²sica, y ah¨ª est¨¢, y probablemente llenar¨¢n el WiZink, pero donde est¨¢ la esencia es en otro sitio.

Compositivamente, ?usted ha llegado a su madurez? ?Qu¨¦ tiene este disco de algo m¨¢s maduro?

Yo siempre pienso: a partir de ahora, decadencia (carcajada). Cada vez que grabo algo, desde que ten¨ªa 18 a?os, me lo digo: ¡°Es imposible que llegue otra vez a este nivel¡±. Pero luego siempre te encuentras con canciones que son para ti mejores, lo cual me hace pensar que no es que sean exactamente mejores, es que son m¨¢s acordes con lo que te interesa y gusta en ese momento. Si el Guillermo de 18 a?os escuchara Arsenal, a lo mejor dir¨ªa: ¡°Las guitarras muy bien, pero las melod¨ªas y las letras no sirven para nada¡±, y sin embargo, el Guillermo de ahora dice: ¡°Este disco es lo mejor que he hecho, y no s¨¦ si podr¨¦ hacer algo mejor¡±. Y con suerte, dentro de cuatro o cinco a?os, estar¨¦ diciendo lo mismo del siguiente. Este disco refleja muy bien el momento que vivimos.

?Puede vivir de la m¨²sica?

Ahora mismo estoy solo con la m¨²sica. No es que mi familia viva de lo que yo hago. Es m¨¢s bien un sobrevuelo, pero me permite ser el colch¨®n de la paternidad-maternidad en cuanto a los tiempos. Tengo una flexibilidad que mucha gente la querr¨ªa para s¨ª. Yo soy como los camareros, trabajo cuando todo el mundo disfruta (sonr¨ªe). Me resulta f¨¢cil compenetrarme con mi pareja, profesora. Yo s¨ª, me dedico solo profesionalmente a la m¨²sica. ?Qu¨¦ pasa? Que la m¨²sica cada vez se ha complicado mucho. O igual no, igual llega alguien de los a?os 80 y me dice: ¡°Si supieras lo que yo ten¨ªa que hacer¡­¡±. Casi todo el tiempo del m¨²sico hoy se va en aquello que no es componer.

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Eso lo comentan todos, todo lo que ocupa el marketing, las redes, la autopromoci¨®n¡­

Yo no s¨¦ si somos unos llorones, pero est¨¢ bien aprender a tocar la guitarra con 35 a?os, 50 o lo que sea, y el piano, y nunca es tarde. Pero es verdad que con 18 te pones cuatro tardes seguidas con ella y nadie llega y te dice: ¡°Oye, deber¨ªas estar cotizando¡±. Y eso te permite hacer una evoluci¨®n en tu nivel musical y compositivo, que cuando eres m¨¢s mayor es m¨¢s complicado. M¨¢s responsabilidad.

?Hay m¨¢s m¨²sica en directo ahora que nunca?

No lo s¨¦, en el ambiente de los 80 ten¨ªa que ser brutal. En los 80 hab¨ªa muchos sitios diferentes. Hoy en d¨ªa, creo que hay menos locales y m¨¢s legislaci¨®n. Antes, cualquiera con un bar dec¨ªa: ¡°Veniros t¨² y tu banda y toc¨¢is una hora y media, si se quejan los vecinos, qu¨¦ m¨¢s da¡±. Pero hoy en d¨ªa los locales tienen mucho miedo y deben hacer much¨ªsimas adaptaciones, y eso hace que haya menos. Pero, no obstante, creo que hay mucha m¨²sica en directo, y cantautores creo que tambi¨¦n. Pero esto es como todo, cuando est¨¢s embarazada solo ves embarazadas por todos lados. Es que es as¨ª. Como estoy mucho en este ambiente, sigo a muchos cantautores, veo que est¨¢n todo el rato girando y digo: ¡°Claro, es que est¨¢n todas las salas ocupadas por esta gente¡±. Supongo que el que lo ve desde fuera dir¨ªa: ¡°Pues yo no voy a tantos conciertos¡±. Adem¨¢s, hay menos carteler¨ªa en la calle y la gente se entera menos.

?C¨®mo cambia el mundo de la m¨²sica con el tema de las redes, el Spotify? Facilita que sea m¨¢s f¨¢cil que llegue lo que se hace, pero se pierde lo f¨ªsico.

Es m¨¢s f¨¢cil que me escuche alguien en S¨ªdney, pero es m¨¢s dif¨ªcil que yo gane dinero con mi m¨²sica en Espa?a. Entonces, yo muchas veces me pregunto: ¡°?Tiene sentido que alguien pueda escucharme en S¨ªdney si yo no me puedo ganar la vida con la m¨²sica en Espa?a?¡±. No lo s¨¦. Y como pasa con todas las grandes corporaciones, el dinero siempre va hacia arriba, no hacia abajo. Yo cuando veo que Spotify se anuncian las camisetas de ciertos clubes, supongo que no es gratis, y veo al mismo tiempo que cualquier artista que yo me cruce no ha llegado al m¨ªnimo necesario para que le pague 60 euros, pienso: ¡°Aqu¨ª nos han enga?ado¡±. Porque t¨² antes vend¨ªas 200 discos y, a un euro por disco, vale, pero ese euro te lo llevabas t¨². Te hace sentir un poco como un viejo avaro, pero si yo no gano dinero con mi m¨²sica, lo est¨¢ ganando otro, eso s¨ª me fastidia un poco.

Suena duro.

Porque es verdad que yo no tengo la capacidad de generar un negocio de venta de m¨²sica, pero alguien se est¨¢ nutriendo de un contenido art¨ªstico que no es cualquiera, sino que tiene su dificultad, a base de gente con talento que no puede dedicarse a eso. Entonces, digamos, yo estoy en esta rueda y lo hago pensando en poder subsistir, pero creo que es muy injusto que los artistas sean los ¨²ltimos en ver la recompensa de su trabajo. Yo s¨¦ que dejo de colgar mis canciones en Spotify y no hay nadie en Suecia que diga: ¡°La hemos cagado, chicos, a partir de ahora no vamos a poder vivir de esto¡±. A nadie le va a importar, pero no soy solo yo, son las reproducciones m¨ªas, las de toda la gente que va a los micros abiertos, toda la gente que est¨¢ alrededor de Espa?a y que no cobra de Spotify. El otro d¨ªa escuchaba a uno de los hermanos Gallagher que le preguntaban en la BBC: ¡°?No crees que son exagerados los precios de las entradas? 100, 150 euros¡±. Mira, aqu¨ª la gente quiere escuchar las canciones por Spotify, no vendemos discos, no ganamos dinero con eso, nos piden unos espect¨¢culos con efectos, sonido e iluminaci¨®n espectaculares, ?qui¨¦n va a pagar eso? Y se gir¨® a la c¨¢mara y dijo: ¡°Pues lo vas a pagar t¨²¡±. El p¨²blico. ?Porque qui¨¦n lo va a pagar si no? El m¨²sico necesita costear todo eso. La producci¨®n de sus discos y alguien tiene que pagarlo. Si las escuchas no las est¨¢ pagando Spotify y la generaci¨®n de contenido que tambi¨¦n genera ping¨¹es beneficios a Silicon Valley, tampoco los costea Silicon Valley, estamos trabajando en cierto modo gratis para todo el mundo. Pero, en cambio, si llegas a un cierto nivel como Oasis, que lleg¨® ahora, dices: ¡°Pues a partir de ahora, en los conciertos me voy a cobrar todo lo que no me he cobrado por ese otro lado¡±.

Tambi¨¦n suena duro.

Y es muy feo, porque al final hablamos casi exclusivamente de dinero en un mundo como el del arte, que tiene mucho de ensayo y error, pero no hay marchantes en el mundo actual, y muchos m¨²sicos se bajan ya de la rueda. Hace meses, Carmen Boza, una t¨ªa con un talento que dices: ¡°esta mujer podr¨ªa estar al nivel de Amaral o cualquiera¡±, y no puede m¨¢s. Una presi¨®n psicol¨®gica que te quiebra. Adem¨¢s, generalmente, un artista suele ser muy fr¨¢gil y muy sensible a este tipo de situaciones. Se toma muy en serio su creaci¨®n art¨ªstica. Es duro, muy duro.

?Es futbolero?

Mucho.

?Equipo?

Real Madrid pero no llego al punto de que el f¨²tbol organice mi vida. Cuando era adolescente todo lo que me ocurr¨ªa era enfocado desde la perspectiva Real Madrid pero con el tiempo, sin embargo, he disfrutado mucho del juego del Bar?a de Messi. Disfrutaba como de Zidane en su momento. Con el Atleti tambi¨¦n ha habido momentos que he flipado en colores, en las finales de la Champions. A mi hija mayor le medio gusta el ritual de sentarse delante a verlo y me gusta disfrutarlo. Pero f¨ªjate, la final mundial Argentina-Francia me la perd¨ª porque pensaba ?que era por la noche! Para m¨ª es ya m¨¢s un juego en el que, cuando puedo, entro.

?Qu¨¦ jugador le gusta de la actualidad?

Lamine Yamal es muy bonito verlo, no solo divertido. Cuando Griezmann est¨¢ bien, me parece una delicia. Es un momento en que dices: ¡°D¨¢dsela, para que haga su control, pase¡±. Es un poco como con Zidane. El del Madrid ahora mismo es verdad que Vin¨ªcius es muy potente y divertido en ocasiones, pero no me llega a emocionar como lo hac¨ªa Ronaldo. Luego hay jugadores como Bellingham que me resultan una decepci¨®n tremenda, porque todo el mundo habla muy bien de ¨¦l, pero yo no le veo las cualidades que todos dicen. Y el que me gusta del Madrid ahora mismo es Modric, aunque est¨¦ en clara decadencia. Pero he disfrutado mucho vi¨¦ndolo.

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