Gorka Urbizu, goleada de sensibilidad
Del ruido y la furia de Berri Txarrak a la delicadeza casi extrema en solitario. El navarro volvi¨® a Madrid, esta vez en el ciclo Inverfest, para cautivar.
La m¨²sica que cala no entiende de lenguas. Gorka Urbizu y sus compa?eros de Berri Txarrak siempre lo supieron y por eso fueron acumulando m¨¢s y m¨¢s y m¨¢s fans en Madrid, aunque se expresasen en euskera, cada vez que bajaban desde su Navarra querida. De garitos min¨²sculos en Vallecas a despedirse ante seis mil espectadores en el (por entonces) WiZink Center. Con esa certeza, quiz¨¢, a Urbizu le dio algo menos de v¨¦rtigo lanzarse en solitario. A explorar nuevas facetas musicales alejadas de mucho de lo que hab¨ªa mostrado antes. Justo un a?o despu¨¦s de sorprender con esa peque?a joyaza que es Hasiera Bat, su debut volando solo en la cabina de tripulantes, volvi¨® a Madrid para ofrecerla de nuevo. Esta vez, dentro del ciclo musical Inverfest, que trajo la propuesta del de Lekunberri a La Riviera madrile?a.
Y como en su anterior presencia, aquella vez en formato cuasi teatral por el formato de la sala Joy Eslava, Gorka entr¨® con el p¨²blico en el bolsillo y se dedic¨® a arroparlo, mecerlo, quererlo y abrirse el pecho por el camino. Pese a las siempre siniestras notas de la banda sonora de Twin Peaks, la intro para el show, fue una noche con un punto festivo. Que comenz¨® explorando ese disco para expandirse al universo que le gusta al veterano m¨²sico. Con Rozal¨¦n disfrut¨¢ndolo entre el p¨²blico, sonaron Maitasun bat, Teoria bat, Tren bat y Lilura bat del tir¨®n.
S¨®lo fue el inicio. Por el trayecto se unieron reinterpretaciones (algunas, completamente solo, guitarra en mano y foco en la cara) de varios cl¨¢sicos de los Berri, como Maravillas y Katedral Bat, que encajan como un guante en el nuevo enfoque m¨¢s delicado, m¨¢s intimista, al tu¨¦tano, de Urbizu.
La noche tuvo espacio para que m¨¢s amigos del m¨²sico navarro se dejaran, incluso, caer por el escenario. Como Nacho Mur, colaborador necesario y l¨®gico en otras sendas versiones, una de ellas Miraflores, de su grupo La M.O.D.A. Tras redondear diecinueve canciones, Gorka cerr¨® de la misma forma que en el disco, con Besterik Ez, cinco minutos de gloria culminados con una frase de preciosidad infinita. ¡°A veces escribimos I love u porque un te quiero nos asusta, nada m¨¢s...¡±. Pues el p¨²blico madrile?o no se asust¨® y le dijo ¡®te quiero¡¯ a Gorka Urbizu, como siempre.
Las entradas para todos los conciertos del ciclo Inverfest pueden adquirirse aqu¨ª.
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