M?SICA
As¨ª es la guerra del volumen: la locura de Oasis criticada por los expertos en m¨²sica
El grupo de los hermanos Liam y Noel Gallagher puso de moda sonar m¨¢s alto, creando la corriente de pensamiento de que as¨ª se vend¨ªa m¨¢s.
¡°Slip inside the eye of your mind / Don¡¯t you know you might find / A better place to play. / You said that you¡¯d never been / But all the things that you¡¯ve seen / Will slowly fade away. / So I start a revolution from my bed / ¡®Cause you said the brains I had went to my head / Step outside, summertime¡¯s in bloom / Stand up beside the fireplace / Take that look from off your face / Cause you ain¡¯t ever gonna burn my heart out¡±. Viendo c¨®mo se han vendido las entradas para los conciertos de Oasis, es casi seguro que aquel que haya le¨ªdo estas primeras l¨ªneas enseguida haya empezado a acordarse a todo pulm¨®n de que Sally puede esperar.
Y es que as¨ª se cantan las letras de Oasis, muy alto. El fan pensar¨¢ que para sentirlas m¨¢s, para dejar que se apoderen de ¨¦l. Pero quiz¨¢ el empe?o del grupo era del todo diferente. La banda de los hermanos Liam y Noel Gallagher quer¨ªa vender m¨¢s. Y lo consigui¨®. Corr¨ªa 1995. Hasta cinco millones de copias de su segundo disco, (What¡¯s the Story) Morning Glory?, se repartieron por todo el Reino Unido.
La t¨¢ctica fue bautizada como ¡°la guerra del volumen¡±, y dio comienzo en los a?os noventa, en la que el decibelio normal en el que se grababan los discos era ¨C18. Algo que la banda brit¨¢nica situ¨® en ¨C10 para este long play. Much¨ªsimo m¨¢s alto, con una hip¨®tesis que pareci¨® comprobarse: cuanto m¨¢s alto sonaban, m¨¢s vend¨ªan.
Las cr¨ªticas
Y aunque para Oasis la guerra del volumen fue fet¨¦n mientras dur¨® la banda, los entendidos de m¨²sica se posicionaron en contra de esta maniobra. Si las canciones tienen m¨¢s volumen, son m¨¢s sencillas de escuchar, especialmente en ambientes ruidosos, como el coche o una calle.
Sin embargo, para los detractores de esta pr¨¢ctica esto es como un sacrilegio, ya que al subir el volumen se pierden los matices. ¡°Escucha esas grabaciones modernas, son atroces, tienen sonido por doquier. No hay definici¨®n de nada, no hay voces, nada, es igual que la est¨¢tica¡±, lleg¨® a decir en su d¨ªa uno de los maestros, Bob Dylan.
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