Millie Bobby Brown y su original pedida de mano: ¡°Nos encanta bucear¡±
La int¨¦rprete brit¨¢nica se encuentra comprometida con Jake Bongiovi, hijo del cantante Jon Bon Jovi, cuyo plan para pedirle matrimonio pasaba por abrir una concha en pleno buceo y encontrar el anillo.


El techo del ingenio parece romperse solo cuando se trata de reinventarse en el amor. Hace casi un a?o que la bonita historia entre Jake Bongiovi y Millie Bobby Brown se encuadern¨® y se prometi¨® eterna. Cerca de doce meses han pasado desde que el hijo del legendario Bon Jovi pidiera matrimonio a la int¨¦rprete brit¨¢nica; se conoce ahora con detalle c¨®mo fue la circunstancia en que se arrodill¨® y la imaginaci¨®n que envolvi¨® la escena. No ten¨ªa los pies en la tierra. Literalmente.
Ha sido la propia actriz quien lo ha relatado en The Tonight late show de Jimmy Fallon. ¡°Nos encanta bucear. Obtuvimos nuestras licencias de buceo juntos. Un d¨ªa, est¨¢bamos de vacaciones y ¨¦l me dijo: ¡®Mill, tienes que estar despierta a las ocho de la ma?ana. Vamos a bucear¡±, comienza esbozando la escena. El lector ya puede imaginar por d¨®nde van los tiros.
Las madres siempre tienen raz¨®n
¡°Nos sumergimos muchos metros al fondo y ¨¦l me dio una concha que abri¨® y hab¨ªa un anillo¡±, confes¨®, incapaz de borrar de su rostro una sonrisa que le brotaba al recordar la escena. La misma emoci¨®n quiso encerrar Millie en dos palabras. Cuando aquello ocurri¨®, se dispuso a decirle ¡®te quiero¡¯, pero, desafortunadamente, como en un mal sue?o, s¨®lo salieron burbujas: ¡°Entonces lo mir¨¦ y empec¨¦ a balbucear¡±.
El plan perfecto. Las tildes puestas. Se desconoce si fue un erudito o, simple y complejamente, un sabio, quien descubri¨® que cuando todo va perfecto las cosas s¨®lo pueden empeorar. El caso es que as¨ª fue. Como un mal presagio, la escena so?ada empez¨® a torcerse justo en el momento en el que ella se coloc¨® la sortija.
¡°Puso el anillo en mi mano y cuando fui a mostr¨¢rselo el anillo se resbal¨® de mi dedo y empez¨® a caer en picado muy r¨¢pido¡±, expone. Lo que quiz¨¢ no sab¨ªa ella, aunque muy posiblemente se esperase, era que el hijo de Bon Jovi no estaba dispuesto a que la gravedad le fastidiase la idea: ¡°Fue como en una pel¨ªcula. Jake se lanz¨® al interior, muy profundo¡±.
Dando la vuelta al augurio, aquello se guard¨® en la retina de la actriz como ¡°un reflejo de qui¨¦n es ¨¦l¡± y le hizo comprender que, entonces y siempre, ¡°si alguien deja caer el bal¨®n, lo atraparemos¡±. Una vez regresaron a tierra firme, Bongiovi volvi¨® a pedirle matrimonio. Ahora sin burbujas de por medio. Y con el verdadero anillo: el que se encontraba dentro de la concha era otro, un doble de acci¨®n. ¡°Mi madre le dijo: ¡®Por supuesto que no, Jake, no llevar¨¢s mi anillo all¨ª. Lo dejar¨¢s caer¡¯¡±, termin¨® de contar Millie, consciente de que, de una forma u otra, las madres siempre suelen llevar raz¨®n.
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