Mar¨ªa Pombo cuenta c¨®mo es el d¨ªa a d¨ªa de una ¡®influencer¡¯: ¡°No tengo una rutina fija¡±
La joven, quien se ha convertido en una de las principales prescriptoras, ha hecho de la exposici¨®n en las redes sociales su profesi¨®n.
Mar¨ªa Pombo, la pionera del clan de la familia de influencers y conocida tambi¨¦n por ser la expareja de ?lvaro Morata, se ha convertido en una de las principales prescriptoras de moda y consejos de Instagram, y ha hecho de la exposici¨®n en las redes sociales su profesi¨®n.
Toda una inspiraci¨®n para las nuevas generaciones que ahora desean dedicarse a lo mismo y ven en ella un ejemplo, aunque lo cierto es que ni siquiera ha llegado a cumplir los 30 a?os. No obstante, puede presumir de tener todo un estable entramado empresarial que gira en torno a su imagen.
¡°Creo que la gente ya lo est¨¢ empezando a valorar y las marcas necesitan de los influencers para darse a conocer. Mis d¨ªas de trabajo son muy distintos. Puedo tener reuniones por asuntos de mis empresas y no aparecer por Instagram, dedicar otras jornadas a publicar y poner al d¨ªa el contenido, trabajar con mi agencia sobre estrategias futuras y qu¨¦ objetivos pretendemos alcanzar... No tengo una rutina fija¡±, cuenta en una entrevista a Yo Dona sobre c¨®mo es su d¨ªa a d¨ªa como prescriptora y creadora de contenido.
Y confiesa que no se trata de una profesi¨®n sencilla, sino que intenta ofrecer publicaciones de gran valor. ¡°Mi m¨®vil est¨¢ repleto de fotos. Para subir una, a lo mejor me hago 25. Tambi¨¦n es cierto que ahora cada vez subimos menos. Buscamos m¨¢s calidad en el contenido y que cada publicaci¨®n cuente una historia, transmita un mensaje¡±, agrega.
Los peligros de las redes
No obstante, tan exposici¨®n en las redes tiene tambi¨¦n su parte m¨¢s agria, aquella en la que entran en juego las cr¨ªticas. ¡°Intento llevarlo lo mejor posible. Hay d¨ªas que no me importa nada y otros, que estoy m¨¢s sensible, que s¨ª. Quien diga que no le afecta nada el hate es mentira. Los comentarios de ¡®est¨¢s m¨¢s gorda¡¯, ¡®est¨¢s fea¡¯, ¡®eres anor¨¦xica¡¯ o ¡®tienes granos¡¯ me importan cero, me resbalan completamente, pero si me amenazan o involucran a mis hijos, eso s¨ª me afecta¡±, dice.
¡°Si saco poco a los ni?os, me critican que apenas estoy con ellos, pero si los saco mucho, mal tambi¨¦n. Si le doy a mi hijo un bocadillo de Nocilla, que no le estoy alimentando bien... Siempre hay algo que a alguien le parece fatal. De todas las veces que he sacado a mi hijo, nunca ha pasado que nadie critique...¡±, apunta la joven.