Loquillo, al ver sus discos en un top manta: ¡°Como te vea otra vez te meto¡±

La pirater¨ªa pas¨® de los mares acu¨¢ticos a los digitales con la llegada de Internet, echando el ancla en los puertos USB y afectando, principalmente y entre otros, al sector de la m¨²sica. Son muchos los artistas que se han querellado contra esto, una reacci¨®n similar a la que adoptan los actores ante el consumo de pel¨ªculas en p¨¢ginas pirata y no en plataformas de contenido. El ¨²ltimo de los int¨¦rpretes musicales en alzar la voz contra esta criminal vertiente ya asentada ha sido Loquillo. Y la manera en que lo hace, as¨ª como la an¨¦cdota con la que lo ejemplifica, no han pasado nada desapercibidas.

Ha sido en una entrevista para Simpat¨ªa por la industria musical, el programa de Subterfuge Radio presentado por Carlos Gal¨¢n. ¡°Tu piensa que la primera gran estada es cuando un presidente del Gobierno, hace unos a?os, legaliz¨® la pirater¨ªa no persigui¨¦ndola¡±, iniciaba su reflexi¨®n el cantante de Feo, fuerte y formal.

Cuando aquello ocurri¨®, juzga, ¡°hundi¨® el mercado, hundi¨® los derechos de autor y cambi¨® el sistema¡±, por lo que ahora no se puede echar la vista a un lado: ¡°las cosas no son casualidad¡±. De hecho, es tal su indignaci¨®n que llega a afirmar que ¡°Fahrenheit 451 no est¨¢ tan lejos¡±, haciendo referencia a la novela dist¨®pica de Ray Bradbury en la que se dibuja una sociedad futura donde los libros est¨¢n prohibidos.

¡°Me los voy a llevar¡±

Esta rabia qued¨® bien reflejada con su corto e intenso relato sobre aquella vez en la que se top¨® con dos manteros que vend¨ªan discos suyos. Ocurri¨® en Las Ramblas de Barcelona; y fue, en resumidas cuentas, una experiencia directa con la pirater¨ªa. ¡°Me los voy a llevar¡±, les dijo agarrando los discos, a lo que agreg¨®: ¡°y como te vea otra vez te meto¡±.

El enfado que le brota tras esta an¨¦cdota tiene un porqu¨¦. ¡°Los autores importamos una jodida mierda. Cuando en un pa¨ªs de autores como Espa?a matamos a Lorca, ?qu¨¦ esperas?¡±, expone, asociando la pirater¨ªa a una especie de patolog¨ªa que atenta contra lo cultural; algo que, sostiene, en otros lugares no ocurre: ¡°t¨² haces eso en Par¨ªs con un autor franc¨¦s y ver¨¢s la que te cae. Pero no por la autoridad, sino por el propio franc¨¦s, que ama su cultura y la defiende. Aqu¨ª los autores somos unos cantama?anas, unos sinverg¨¹enzas¡±.

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