La reacci¨®n de Iker Jim¨¦nez al Real Madrid en Champions: ¡°Esto es un misterio¡±

La defensa numantina del Real Madrid en el Etihad vino a demostrar que, en realidad, eran los de Ancelotti la llamada Armada Invencible por la manera en que salieron vivos de una tormenta inglesa sin paraguas ni parang¨®n. La defensa blanca fue espartana; el ¨¢rea, las Term¨®pilas; Lunin, Le¨®nidas. El pase a semifinales brot¨® de aquella m¨ªstica que caracteriza al club en la magna competici¨®n del Viejo Continente; una obra, qui¨¦n sabe si fruto de la casu¨ªstica, del esoterismo o de la c¨¢bala ¡ªdel trabajo, por descontado¡ª, que muchos vienen a llamar ¡®ADN¡¯ e Iker Jim¨¦nez define como un caso digno de su formato.

¡°Pues s¨ª, amigos, yo pienso que lo del Real Madrid es un aut¨¦ntico misterio, un ADN insondable¡±, inicia el conductor de Cuarto Milenio y Horizonte, que hace todav¨ªa m¨¢s valiosa su declaraci¨®n al confesarse seguidor de otro equipo: ¡°Yo no soy forofo del Madrid, ni socio. Por lo tanto, tiene m¨¢s m¨¦rito, no hablo desde el ¡®forofismo¡¯. Yo soy de la Real Sociedad de los 80, de Atocha, del Osasuna de los 80, del f¨²tbol de los 80, donde estaba el Real Madrid, el Atleti, el Bar?a, el Espanyol, el Valladolid, el Celta¡±. Un deporte ¡°donde hab¨ªa una identificaci¨®n total entre la procedencia, incluso, de la mayor¨ªa de jugadores y aficiones¡±, algo que ¡°es inabordable hoy en d¨ªa, es imposible¡±.

Un enigma y dos lecciones

Entonces su discurso vol¨® a Inglaterra. ¡°El Manchester City me parece el mejor equipo que yo he visto sobre un terreno de juego, en un f¨²tbol que a m¨ª no me gusta, o no soy fan de ese f¨²tbol; pero madre m¨ªa, ver a Rodri, a Foden, a De Bruyne como si fueran una mesa de billar, tocando con una precisi¨®n...¡±. Se pone a s¨ª mismo de ejemplo para ensalzar el juego de los citizen: ¡°Que yo, que juego al f¨²tbol desde los 9 a?os y soy malo, voluntarioso y algo zorro, pero nada m¨¢s, s¨¦ lo que puede ser eso de dif¨ªcil¡±.

Todav¨ªa pod¨ªa deshacerse algo m¨¢s en elogios, dedicar m¨¢s palabras a ¡°los pases hechos casi con prism¨¢ticos o microscopio¡±, gestos que dice no saber c¨®mo denominarlos y que siempre llegan con puntualidad brit¨¢nica a sus receptores. Gran parte de la culpa la tiene el t¨¦cnico. ¡°Guardiola cambi¨® el f¨²tbol y el mejor equipo, de juego, es el Manchester, sin duda alguna. Me recuerda, no s¨¦, al Brasil del 82, la Juve de Platini, Boniek y Rossi, el medio campo de Per¨² 78, Vel¨¢squez, Cueto y Cubillas¡±, explica, arrancando los motores del Delorean que su mente oculta.

Por encima de la lluvia celeste, el Madrid. Ese Madrid. ¡°El ADN del Madrid, que es el misterio, que yo me acuerdo muy bien cuando ve¨ªa el Madrid de ?ngel, San Jos¨¦, Santillana, Juanito y Camacho, nunca jam¨¢s pod¨ªas darle por vencido. Nunca bajaban los brazos¡±, expresa frente a su propio m¨®vil, remarcando la idea del ADN y su posici¨®n neutral, la de aquel que, por encima de un club, ¡°ama el f¨²tbol¡±.

¡°Lo de ayer, eso pasa muchas veces entre amigos: ganas siendo peor, ganas casi colgado del larguero y ganas sufriendo. Pues os digo una cosa: para m¨ª, tambi¨¦n es f¨²tbol. Para m¨ª, eso es coraje, todos a una. Falta mucha humildad en este mundo de estrellas de f¨²tbol¡±, resume, certero, la disputa castizo-mancuniana.

Siempre lo supo. El desenlace se hab¨ªa revelado ante ¨¦l a trav¨¦s de una deducci¨®n que s¨®lo aquel que est¨¢ dispuesto a comprender lo sobrenatural es capaz de hacer. ¡°Cuando vi que Haaland remataba a la escuadra y Bernardo la echaba fuera con las piernsa, dije: ¡®La brujer¨ªa est¨¢ con el Real Madrid. Van a pasar seguro¡¯. Y en los penaltis lo ten¨ªa clar¨ªsimo¡±, profundiza sobre sus vaticinios y cavilaciones.

¡°Claro que es maravilloso el f¨²tbol bonito, impresionante e indiscutible del Manchester. Pero a m¨ª me parece que tiene valor que unos tipos que ganan millonadas, que son estrellas, que tienen sus egos y que, sin embargo, se cuelgan todos ah¨ª, con una garra...¡±, reflexiona, fascinado, ampliando el di¨¢metro de lo ojipl¨¢tico de su mirada con el recuerdo de aquellos dos hombres que se miraban a once metros de distancia: ¡°El penalti que tir¨® Nacho, el propio de R¨¹diger, me parecen impresionantes¡±.

Felicita al equipo y se enorgullece de que sea un conjunto espa?ol el que evoque semejantes sensaciones, ideas que sobrevuelan el imaginario colectivo sin m¨¢s explicaci¨®n que la de su propia e inexplicable existencia: ¡°El f¨²tbol tiene estos misterios, te ense?a mucho sobre solidaridad y sobre cobard¨ªa¡±.

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