La madre de Antonio Tejado acude a prisi¨®n para visitar a su hijo

Una semana de la detenci¨®n que ha paralizado la prensa. Antonio Tejado, sobrino de Mar¨ªa del Monte, ingres¨® el pasado lunes en prisi¨®n provisional por participar, presuntamente, en el robo de la vivienda de su t¨ªa. Desde entonces, el remolino de informaci¨®n acerca de c¨®mo se desarrollaron aquellos hechos no ha hecho sino girar con fuerza hasta crear un tornado medi¨¢tico al que ahora se ven inevitablemente arrastradas las personas de su entorno m¨¢s cercano.

Este mismo s¨¢bado, tras declarar el d¨ªa anterior Mar¨ªa del Monte en los juzgados de Sevilla, se ha producido una de las visitas m¨¢s importantes para Tejado: su madre, Mar¨ªa Jos¨¦, y su ¨²ltima novia, Samara, han acudido a la prisi¨®n hispalense. Ambas lo han hecho visiblemente afectadas, envueltas en el mencionado hurac¨¢n que desplaza por sus mejillas las l¨¢grimas que se les han escapado a las puertas del centro penitenciario.

Dos importantes apoyos

Tanto una como otra esperaban este primer encuentro con Tejado desde que se produjo la detenci¨®n. A su llegada, Mar¨ªa Jos¨¦ recib¨ªa una llamada telef¨®nica: descolg¨® el tel¨¦fono con la seriedad tatuada en su expresi¨®n facial y, justo despu¨¦s, no pod¨ªa evitar que los nervios desatasen el alud. Se ech¨® a llorar, dolorida.

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En la misma entrada, Samara, que caminaba cabizbaja, ped¨ªa a los medios de comunicaci¨®n all¨ª presentes que la dejasen tranquila, que quiere permanecer en un segundo plano.

Esta visita no es sino un reflejo presencial del apoyo que en todo momento han brindado a Tejado. El pasado lunes, d¨ªa en el que ingres¨® en prisi¨®n, Mar¨ªa Jos¨¦ se mostr¨® optimista y firme en el apoyo a su reto?o. ¡°Conf¨ªo en la inocencia de mi hijo¡±, dijo entonces. Luego trataba de mostrar a todos que, en episodios como este, hay pocas cosas comparables al dolor de una madre: ¡°Imaginad c¨®mo estoy. No puedo estar en pie. Respeto vuestro trabajo ante todo. Me duelen muchas cosas que se est¨¢n diciendo que no son verdad. Estoy tranquila, con mucho sufrimiento que tengo, os lo pod¨¦is imaginar¡±.