La estricta norma de Kate Middleton y el pr¨ªncipe Guillermo con sus hijos: si la incumplen, expulsados

Las aguas bajan revueltas dentro de la Corte del Reino Unido y la Commonwealth. Al c¨¢ncer de Carlos III se sum¨® despu¨¦s el de su nuera Kate Middleton, con Sarah Ferguson aquejada tambi¨¦n de la misma dolencia. Sigue coleando la pol¨¦mica del viaje del pr¨ªncipe d¨ªscolo, Enrique, a Inglaterra, sin visitar a su padre y con su esposa, Rachel Meghan Markle esper¨¢ndole en el aeropuerto. Un tiempo en el que tambi¨¦n se conoci¨® que el marido de una de las primas del rey se hab¨ªa quitado la vida y que por sobredosis hab¨ªa fallecido Paolo Liuzzo, el primer novio de Beatriz de York, la hija del pr¨ªncipe Andr¨¦s. En definitiva, como dir¨ªa la malograda Isabel II, un annus horribilis.

Y, quiz¨¢, de todos los n¨²cleos familiares de La Firma, donde peor lo est¨¢n es en la casa de los pr¨ªncipes de Gales, los herederos al trono. El pr¨ªncipe Guillermo ha tenido que asumir muchas responsabilidades en los ¨²ltimos tiempos, desde suplir a su padre en los eventos institucionales con la ayuda de la reina Camila y los duques de Edimburgo hasta cuidar de su esposa y la privacidad que ella ha solicitado para llevar su enfermedad con sus hijos.

Tres son los peque?os que tienen el primog¨¦nito de Diana Spencer y Carlos III y la mayor de los Middleton: Jorge, Carlota y Luis. Por ellos la princesa pidi¨® respeto y tiempo para poder contarles qu¨¦ estaba sucediendo con su salud. Eso s¨ª, las normas en la casa se siguen cumpliendo pese al momento excepcional que est¨¢n viviendo, y hay una muy estricta que los peque?os deben cumplir: no gritar.

La soluci¨®n es la expulsi¨®n

Los pr¨ªncipes de Gales no dejan ni por asomo que sus hijos se griten entre ellos, porque lo consideran los proleg¨®menos de un conflicto que desean evitar por todos los medios, por lo que ante cualquier atisbo de alzar la voz, resuelven echando de la estancia a aquel que ha chillado.

¡°Los gritos est¨¢n absolutamente prohibidos para los ni?os, y cualquier indicio de voces altas entre ellos se resuelve con la expulsi¨®n¡±, dijo recientemente una fuente al tabloide The Sun.

¡°El ni?o travieso debe salir fuera de la habitaci¨®n para evitar cualquier tipo pelea. Se corta por lo sano para que ellos hablen con calma sobre lo ocurrido. Se le explican las posibles sanciones y se le describen las consecuencias. Ellos nunca les gritan tampoco. Predican con el ejemplo¡±, agrega el testimonio sobre c¨®mo los pr¨ªncipes educan a sus hijos.

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