La escena viral de ¡®Aqu¨ª no hay quien viva¡¯ sobre el machismo en el deporte en pleno ¡®Caso Rubiales¡¯
Las redes han rescatado el discurso de Mar¨ªa Ad¨¢?ez, Luc¨ªa, en la serie, acerca de la desigualdad de g¨¦nero que discurre por la sociedad. ¡°?Esto qu¨¦ es, una vuelta a la ¨¦poca de las cavernas?¡±.
El pol¨¦mico beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso y toda la resaca medi¨¢tica originada ha puesto de relieve una escena de Aqu¨ª no hay quien viva sobre el machismo que, desgraciadamente, existe en el deporte. Se trata de un cap¨ªtulo (?rase un desaf¨ªo), correspondiente a la segunda temporada, donde los vecinos de Desenga?o 21 se apuntan a un campeonato de baloncesto, cuyo premio es un viaje a Atenas.
Sin embargo, la decisi¨®n de Juan Cuesta (Jos¨¦ Luis Gil), presidente de la comunidad, de inscribir solo a hombres para la competici¨®n hace estallar al resto de vecinas, que se ven sin posibilidades de jugar por el simple hecho de ser mujer. ¡°?Cre¨¦is que por ser mujeres jugamos peor?¡±, cuestion¨® una de ellas. Mar¨ªa Ad¨¢?ez (Luc¨ªa) es la voz cantante de esta protesta. ¡°?Nos puedes dar una explicaci¨®n acerca de esta discriminaci¨®n?¡±, pregunta al presidente.
¡°Discriminaci¨®n ninguna, yo como presidente y entrenador he hecho la preselecci¨®n bas¨¢ndome en criterios objetivos. Con un equipo formado por hombres tenemos pocas posibilidades, pero con vosotras ninguna. Es sentido com¨²n¡±, asegur¨® el presidente. Unas palabras que no sentaron nada bien a ¡®Luc¨ªa¡¯, quien fue la encargada de promulgar un discurso sobre el machismo que existe en la sociedad, y que se ha hecho viral a ra¨ªz del beso del ya expresidente de la RFEF a la ¡®10¡ä de la Selecci¨®n.
¡°Verg¨¹enza nos tendr¨ªa que dar que a estas alturas del siglo XXI...¡±
¡°?Esto qu¨¦ es, una vuelta a la ¨¦poca de las cavernas? ?Es que no tenemos bastante con que nos paguen menos en el trabajo, que se nos pongan problemas por quedarnos embarazos, que una cultura nos vende como objeto para ser esclavos de nuestro cuerpo? Ahora encima tenemos que aguantar desprecios en nuestra propia casa bas¨¢ndose en viejos perjuicios ya superados de una sociedad machista y sexista¡±.
¡°Verg¨¹enza nos tendr¨ªa que dar que a estas alturas del siglo XXI tengamos una comunidad de vecinos tan retr¨®grada y denigrante como esta¡±, finaliza. Un amplio sector de las redes sociales ha compartido este discurso, y la mayor¨ªa coincide en que la situaci¨®n no ha cambiado despu¨¦s de dos d¨¦cadas.