TELEVISI?N
Jos¨¦ Cabrera reaparece tras perder a su mujer: ¡°No puedo estar mir¨¢ndome el ombligo¡±
El experto forense quiere estar ¡°ocupado¡± para tratar de sobreponerse a la repentina muerte de su esposa al atragantarse con una zanahoria.
Jos¨¦ Cabrera, el experto forense que tantas colaboraciones ha realizado en ¡®Cuarto milenio¡¯, sufri¨® a finales de la pasada semana uno de los golpes m¨¢s duros que se pueden imaginar: la p¨¦rdida de su esposa. Ambos estaban comiendo en un restaurante de Marbella y ella se atragant¨® con un trozo de zanahoria, seg¨²n Vanitatis, y aunque muchos de los presentes trataron de poner remedio, finalmente todo esfuerzo fue in¨²til y se produjo el fatal desenlace. ¡°Ha sido tan inesperado que no puedo decir nada¡±, dec¨ªa el viudo.
Los mensajes de ¨¢nimo y de condolencia no tardaron en aparecer en las redes sociales a lo largo de todo el viernes, pero para sorpresa de mucho, el colaborador ha reaparecido en televisi¨®n este lunes apenas unos d¨ªas despu¨¦s de que la noticia apareciera en todos los medios del pa¨ªs. Lo ha hecho en Espejo p¨²blico, y ni siquiera Susanna Griso ha podido ocultar sentirse ¡°asombrada¡± al ver la rapidez con la que el psiquiatra ha recuperado su actividad profesional.
Cabrera se ha sincerado en el espacio de Atresmedia y ha dado sus motivos para esta decisi¨®n: ¡°No puedo estar mir¨¢ndome el ombligo. Tengo que estar con m¨¢s gente¡±, explic¨®. Eso s¨ª, dej¨® claro que est¨¢ viviendo uno de los peores momentos de su vida y que el repentino fallecimiento de su esposa le ha provocado una gran conmoci¨®n.
Mantenerse ocupado para no desesperarse
¡°Estoy aqu¨ª porque necesito estar ocupado. Tengo que estar ocupado porque el vac¨ªo solo se llena estando ocupado y viendo a otros. Si te miras t¨² el ombligo, al final es lo peor que puede hacer la persona que pierde a alguien. Mirar el techo, mirar el ombligo... Te desesperas. Hay que estar con otra gente¡±, confesaba. Con una amplia sonrisa repleta de optimismo mandaba un mensaje de agradecimiento para sus compa?eros en una casa a la que lleg¨® hace 28 a?os.