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Jorge Javier V¨¢zquez y su ofrecimiento a las marcas: ¡°Quiero ser la Mar¨ªa Pombo de los maricas¡±
El presentador de televisi¨®n ha hecho un llamamiento mostrando su voluntad para realizar publicidad, tal y como hacen numerosos influencers.
Era uno de los ases que la cadena de Fuencarral se guardaba bajo la manga. Y no ha habido sorpresas: el regreso de Supervivientes ha arrasado en los registros de audiencia, convirti¨¦ndose el formato en un aut¨¦ntico bote salvavidas para un canal que llevaba a?o y medio a la deriva. El comandante de esta embarcaci¨®n es Jorge Javier V¨¢zquez, que regresa triunfante de su exilio, como Napole¨®n de la Isla de Elba; entre las abundantes diferencias que separan al presentador del general franc¨¦s est¨¢, sin duda, el sincero acercamiento que ha protagonizado el televisivo catal¨¢n desde su perfil de Instagram al mundo de las marcas.
Todos los focos apuntaban a ¨¦l. Lo aprovech¨®. Como si del primer d¨ªa de escuela se tratase, rompi¨® el hielo en sus stories: ¡°Hola, soy Jorge Javier V¨¢zquez, tengo 53 a?os y soy un profesional de reconocida solvencia. He hecho much¨ªsimas horas de directo, un sinf¨ªn de programas, ahora hago menos...¡±. La cuesti¨®n no tard¨® en aparecer. ¡°El motivo de este v¨ªdeo es que quiero hacer publicidad¡±.
¡°Veo a much¨ªsima gente que hace campa?as de publicidad y a m¨ª me da una envidia, lo paso fatal. ?Yo por qu¨¦ no lo hago? ?Por qu¨¦ las marcas no me llaman?¡±, se cuestionaba, agregando que ve ¡°a gente que no tiene ning¨²n talento, ninguna gracia¡± y que ¨¦l, con m¨¢s seguidores que muchos de ellos, carece de esas oportunidades: ¡°Yo salgo y arraso y estoy que me como los mocos. Esto lo quiero solventar¡±.
Tras apelar a ¡°aquellas marcas que otros no quieren hacer¡±, insistir en que no tiene ¡°prejuicios, escr¨²pulos ni remilgos¡± y, qui¨¦n sabe si en forma de extra?o ultim¨¢tum, amenazar con convertirse en ¡°comisionista en Madrid¡± si no le dan publicidad ¡ªalgo que, dice, no descarta¡ª, hace f¨¢cil, casi emulando a Rosario Flores, su mensaje: ¡°?Marcas, marcas, que quiero marcas, marcas! No tard¨¦is, que hay trenes que pasan s¨®lo una vez¡±.
De Rosario a Liza Minnelli: ¡°Creo que ha quedado bastante claro¡±
A este primer v¨ªdeo le ha seguido otro que viene a confirmar aquello de la teor¨ªa compuesta por la causa y el efecto. Pidi¨® marcas y las marcas llamaron: muchos le ofrecieron productos y otros servicios a cambio de publicidad. ?l quer¨ªa verdes. As¨ª que ha cambiado a Rosario por Liza Minnelli ¡ªMoney, money¡ª y ha vuelto a dirigirse a todas las marcas a trav¨¦s de un Instagram aclarando, punto por punto, en qu¨¦ se basa su ofrecimiento.
¡°No soy un chico que acaba de salir de La isla de las tentaciones. Ya tengo mi trayectoria¡±, vacila sonriente. Es mucho m¨¢s f¨¢cil, expone, de lo que plantean muchas empresas: ¡°Con todo el cari?o, no quiero que se ofenda nadie, yo intercambios no quiero. Me hab¨¦is ofrecido ponerme grifos en mi casa, cl¨ªnicas para ponerme pelo, ponerme los dientes m¨¢s grandes, pintarme la casa... Yo lo que quiero es dinero, si puede ser¡±.
Por si hab¨ªa alguna duda, que a estas alturas se evaporan, sintetiz¨® todo en una de esas comparaciones que s¨®lo Jorge Javier V¨¢zquez es capaz de formular. ¡°Quiero ser la Mar¨ªa Pombo de los maricas. Sin hijos, porque no tengo, o sea que tampoco aceptar¨ªa intercambios de biberones ni de leche. Eso ya me lo busco yo por mi cuenta¡±, dijo, con esa media sonrisa que se le dibuja al presentador, y a mucha gente, en la cara cuando dice algo que no merece la pena repetir por su f¨¢cil comprensi¨®n. Y, como un mafioso de sombrero torcido y mostacho g¨¢ngster, se despidi¨®: ¡°Creo que ha quedado bastante claro lo que estoy buscando¡±.