¡®Imagine Dragons¡¯ y ¡®The Killers¡¯ convierten Madrid en la Ciudad del Pecado
Las bandas originarias de Las Vegas irrumpen en la segunda jornada del Mad Cool para continuar con el ¨¦xtasis del p¨²blico madrile?o
El jueves ven¨ªa sucio con el rock punkarra de los australianos Amyl and The Sniffers. Una incorporaci¨®n de ultim¨ªsima hora del cartel que no desentonar¨ªa en alg¨²n antro perdido de Arizona y que intent¨® con el ¨¢lbum que les ha propulsado (¡®Comfort to Me¡¯) hacer lo propio con un p¨²blico que estaba cogiendo, m¨¢s bien, sitio para ver luego a Imagine Dragons. Pero si Amy Taylor no te hace mover el culo, nada puede. Y con mensaje, ¡°no necesito un cabr¨®n, necesito alguien que me quiera¡±. Claro que s¨ª.
El regreso del Metal a Madrid
En las ant¨ªpodas estuvo el gran plato, a priori, para los metaleros. A Deftones se les ten¨ªan muchas ganas por su condici¨®n de renovadores del g¨¦nero y por su espl¨¦ndido ¡®Ohms¡¯ (2020) que fren¨® en seco la pandemia. Y pincharon. Quiz¨¢s porque la voz de Chino Moreno no da para m¨¢s tras a?os de abusos y menos tras tres meses de gira, o porque el t¨¦cnico de la mesa de sonido se fue al ba?o y nunca volvi¨®, pero aquello fue insostenible.
Los graves del bajo, saturado, enterraron un concierto que empez¨® con un setlist generoso (¡®Genesis¡¯, Drive (far away¡¯ y My Own Summer (Shove It)¡¯) pero con el que ni aunque Chino fuera calentando y Stephen Carpenter poniendo ganas en las doce cuerdas se pudo arreglar. Tampoco la aparici¨®n invitada de Jason Butler, de Fever 333. De momento, candidatos a decepci¨®n con may¨²sculas de este Mad Cool.
Los escenarios peque?os siempre dan juego y ah¨ª irrumpieron los belgas Brutus con su post hardcore para invertir el orden habitual (fueron los teloneros de Deftones en su ¨²ltima gira por EEUU) y confirmar que Stefanie Mannaers es una ave rara pero contundente en su papel como vocalista y baterista. De ah¨ª al carisma de Johnny Stevens y los gemelos Myers de High Suspect que aglutinaron en la carpa Amazon a una buena porci¨®n de p¨²blico anglosaj¨®n, con dos fans subiendo incluso a cantarse entera en ¡®My name is Human¡¯.
El pato de coincidir en tiempo y espacio con The Killers lo pag¨® el magnetismo de Annie Clark. Con St. Vincent no deja de ahondar en cientos de registros (suya fue una de las mejores versiones incluidas en la edici¨®n por el 30 aniversario del Black ?lbum de sus compa?eros de cartel Metallica, ah¨ª es nada) y esta vez trajo sus aires retrofuturistas ante una audiencia min¨²scula para tanto talento. Armada con sus Music Man customizadas y arropada por tres coristas de m¨²sica negra, trajo su ¡®New York¡¯ a Madrid, el Minneapolis de Prince y mucho groove. Una artista camale¨®nica como su adorado Bowie que no pudo dejar pasar la oportunidad de hacer un gui?o LGBTI+ y de ser el caviar de la noche del jueves. La gran diva, en el mejor sentido posible, de este Mad Cool.
El aura de Dan Reynolds
La noche cerrada de Madrid aguardaba el que iba a ser uno de los conciertos del festival. Imagine Dragons apareci¨® en la capital como un vendaval veraniego de esos que te esperas, pero que sigue pillandote desprevenido. El colorido en los atuendos de los m¨²sicos contrastaba con un Dan Reynolds que lleg¨® a emocionarse en varias ocasiones mientras recitaba sus propias canciones. Madrid acompa?aba cada una de las letras y las repeticiones de estribillo se convirtieron en algo habitual. No falt¨® ni uno de sus ya cl¨¢sicos.
Demons, Radioactive, Believer, Thunder y todo un repertorio de temas que el p¨²blico del Mad Cool acompa?¨® generando esa sincron¨ªa propia de las grandes citas. Entre sus ya t¨ªpicos discursos, envi¨® un saludo a toda la poblaci¨®n ucraniana llegando a emocionar a m¨¢s de uno de los all¨ª presentes. Tampoco se olvidaron de visibilizar la bandera LGTBI+ en el mes del Orgullo. ?Ser¨¢ porque han visto Lightyear?
En lo que se refiere a lo musical, poco m¨¢s que a?adir a una banda que se ha ganado el respeto de grandes y peque?os y que, tal y como dice uno de sus temas, se sit¨²an ¡®On Top Of The World¡¯. A¨²n as¨ª, y aunque sepas que son buenos, su directo sorprende hasta al m¨¢s reacio. Tambi¨¦n de forma visual con el confeti de blanco como uno de sus aspectos resaltados que, junto a las luces, consiguieron colorear la noche madrile?a. Que no se atrevan a limpiar ese escenario, hay restos de carisma por todos lados. Menuda ¡®masacre¡¯.
Los ¡®asesinos¡¯ del Mad Cool
Parece que Brandon Flowers y los suyos estaban esperando el ¡®pitido final¡¯ de Imagine Dragons para comenzar su show. Fue inmediato. Se apagaron las luces del escenario Madrid is life y se prendieron las del recinto principal. Los primeros acordes de sonaban al fondo y la marabunta se dirig¨ªa sin piedad atra¨ªda por las melod¨ªas de la banda estadounidense.
Fiel a su estilo, The Killers consiguieron hacer saltar al p¨²blico desde la primera canci¨®n con un repertorio de lo m¨¢s variado en el que escuchamos ¡®My Own Souls Warning¡¯, ¡®Mr. Brightside¡¯ o ¡®When You Were Young¡¯. Nos volvimos a reencontrar con nuestra especie gracias a ¡®Human¡¯ y una elaborada puesta en escena en la que los bailarines y la iluminaci¨®n cobraban el protagonismo. Mientras tanto, las pantallas anunciaban al mundo un mensaje en perfecto castellano: ¡°Somos humanos¡±.
La en¨¦rgica movilidad del vocalista se mantuvo intacta durante todo el concierto y los juegos visuales aportaban ese toque distinto de las grandes bandas. Adem¨¢s, el grupo de Las Vegas eligi¨® Madrid para estrenar su nuevo tema: ¡®Boy¡¯. Una canci¨®n trabajada con toques de Country y mucho acompa?amiento coral. Al final, sea cual fuere la canci¨®n, el p¨²blico se fue del Mad Cool con varios kilos por esa incitaci¨®n constante de la banda al movimiento. Cuanta m¨¢s energ¨ªa derrochada, mejor.
Al final, el solapamiento de horarios nos oblig¨® a volver a casa dejando a St. Vicent y Foals con sus melod¨ªas tronando a lo lejos. Es lo que tienen los festivales, te obligan a elegir. La suerte es que las puertas del para¨ªso contin¨²an abiertas hasta el domingo. Volveremos.